23-J

Esquerra trata de contener su sangría de votos lanzándose contra el PSC en las elecciones generales

Los republicanos agitan el miedo a una gran coalición del PSOE con el PP para intentar atraer a votante socialista ante el 23J

Oriol Junqueras y Gabriel Rufián en el primer acto de campaña de ERC en Barcelona
Oriol Junqueras y Gabriel Rufián en el primer acto de campaña de ERC en BarcelonaERC

Esquerra se desplomó en las elecciones municipales del 28 de mayo y perdió 300.000 votos. Esa circunstancia convierte la próxima cita con las urnas del 23 de julio en una prueba de fuego para tratar de contener la sangría de votos, aunque se antoja complicado visto la última encuesta de la Generalitat, publicada el miércoles.s El partido de Pere Aragonès y Oriol Junqueras retrocedería y obtendría 8-10 escaño pese a que ahora tiene 13 parlamentarios, mientras ve cómo el PSC se puede anotar una nueva victoria electoral.

En este sentido, vista la última encuesta, se hace comprensible que los republicanos incluyan en su discurso a los socialistas muy recurrentemente porque comparten una gran frontera de voto. Según el sondeo de la Generalitat, un 12% de los electores que votaron a ERC en 2019 ahora optarían por el PSC (hay mayor trasvase que con JxCat o Sumar). Esto también se traduce en que, actualmente, el 27% de los ciudadanos que tienen previsto votar al PSC tienen como segunda opción a ERC. Es decir, los republicanos tienen entre los votantes de los socialistas catalanes un gran caladero de voto, lo que les fuerza a ahondar en ese cuerpo a cuerpo.

Para ese cuerpo a cuerpo con los socialistas, los republicanos tratan de apelar al miedo: son conscientes de que no acaba de funcionar alertar sobre Vox y han dado mucho peso a acusar al PSOE de querer pactar una gran coalición con el PP. «Si Pedro Sánchez se puede ahorrar el infierno mediático que le ha supuesto pactar con nosotros y con Bildu se lo va a ahorrar y el PP si puede ahorrarse el desgaste de pactar con Vox lo va a hacer», es la idea que repite a menudo Gabriel Rufián.

JxCat parece que vuelve a resistir, como en las municipales, y la encuesta de la Generalitat le proyecta 7-9 escaños (ahora tiene ocho). Si bien, los posconvergentes también tienen ante sí la oportunidad de abrazar el cambio y regresar al diálogo en Madrid o se mantiene en la radicalidad, al margen de las negociaciones en el Congreso. En este sentido, a ello puede ayudar que tan solo un 25% de sus votantes están a favor de la independencia unilateral, mientras que un 51% está a favor de la ruptura con España de forma pactada: ambos datos pueden ir reconduciendo su estrategia.

La frontera de voto del partido de Jordi Turull y Laura Borràs se encuentra prácticamente solo con ERC: el 44% de los votantes de JxCat tiene como segunda opción a los republicanos. A mucha distancia, como tercera opción, aparece la CUP. Los posconvergentes han tratado de alentar nuevamente el debate en torno a la unidad con ERC, aunque ha quedado esfumado por la división que hay y por la crítica de JxCat a la gestión de la Generalitat de ERC.