Imanol Pradales, el relevo desconocido del nacionalismo amable

Representa el relevo generacional frente a los tradicionales «jerarcas» del PNV. Su candidato a La Lendakaritza, Imanol Pradales, cumple hoy, fecha de las elecciones, 49 años. Pese a su juventud, ha forjado su vida en las bases del PNV, donde sus padres y casi toda su familia militan desde hace mucho tiempo. Ha sido el único en sufrir un percance durante la campaña, cuando un exaltado le roció la cara con gas pimienta al finalizar un mitin en Barakaldo. «Estuve ciego diez minutos», dice Pradales, que se recuperó después en una cura en el hospital, tras la que acudió al debate en la ETB con los otros candidatos. Aquí exhibió su fama de buen gestor, conocimientos económicos y duelo dialéctico con el adversario soberanista de Bildu, Pello Otxandiano. En su mensaje de ofrecer la cara amable del nacionalismo vasco frente a los herederos de Herri Batasuna, aseguró que la tensión vivida tantos años bajo la crudeza de ETA «ha bajado la pulsión independentista». A pesar del empate vaticinado por las encuestas, Imanol está convencido de que finalmente se impondrá la moderación, las buenas cifras económicas y la calidad de vida en el País Vasco bajo los gobiernos del PNV.

«Si gano las elecciones, a Pedro Sánchez no le quedarán ganas de pactar con Bildu», advierte ante el resultado ajustado entre votos y escaños que predicen los sondeos. En esta última semana de campaña ha intentado captar el voto de los indecisos, que se sitúa en un 30%. Insiste en que el País Vasco se merece un lendakari que «llame por su nombre a todas las formas de terrorismo» y advierte de que un gobierno de Bildu saldría muy caro en materia económica por sus postulados radicales. Nacido en Santurce, un «vizkaitarra» puro, es licenciado en Sociología y Ciencias Políticas por la Universidad de Deusto. Siempre fue un apasionado de la política, que vivió desde niño con sus padres Manuel y Rosa, veteranos militantes del PNV. Es el mayor de cuatro hermanos, estudió en el colegio Asti Leku Ikastola y allí tuvo como profesor de Lengua y Ciencias Naturales al actual lendakari en funciones, Íñigo Urkullu. Fue precisamente quien le animó a dar el salto a la política y Pradales le considera un referente por su buena gestión económica durante 12 años. En un partido tan piramidal y marmóreo como el PNV, Imanol conjuga el espíritu pragmático, educado y dialogante de Urkullu, con la brillante oratoria del histórico Xabier Arzalluz.

Acredita experiencia de gestión como diputado foral de Vizcaya en las carteras de Promoción y Desarrollo Económico, Infraestructuras y Territorio. Sus amigos le definen como «un chaval de barrio», nacido en el seno de una familia humilde y trabajadora del barrio de Mamárriga, en Santurce, donde su madre, peluquera, y su padre, maestro industrial, las pasaron canutas para dar estudios superiores a sus hijos. Casado, padre de una niña, apasionado remero en La Bandera de La Concha, Zarauz y Hondarribia, la joven cara del nacionalismo vasco rema ahora hacia Ajuria Enea.