José Antonio Vera

El monstruo blanqueado

Sánchez llegó a dar el pésame en el Congreso a los otrora batasunos tras la muerte de un preso terrorista en la cárcel

IRUN (GIPUZKOA), 08/04/2024.- El candidato a lehendakari del PSE-EE, Eneko Andueza, ha celebrado este lunes un encuentro entre Euskadi, Navarra y Aquitania en el simbólico en Irun (Gipuzkoa), junto la presidenta de Navarra, María Chivite, y el presidente de Nueva Aquitania, el socialista Alain Rousset. EFE/Javier Etxezarreta
El candidato del PSE-EE a lehendakari, Eneko Andueza, en un acto electoralJavier EtxezarretaAgencia EFE

La clave está en saber por qué ahora el PSOE arremete contra Bildu después de cinco años o más disculpando sus fechorías. Dice Eneko Andueza, el nuevo líder del socialismo vasco, que ellos solo están de acuerdo con los de Otegi en asuntos relacionados con las políticas sociales, pero no en lo demás. Cierto que Andueza ha sido hasta hoy particularmente duro con los herederos de ETA, si bien desconocemos qué ocurrirá tras los resultados del domingo. Andueza es contundente, pero Sánchez no.

El presidente llegó a dar el pésame en el Congreso a los otrora batasunos tras la muerte de un preso terrorista en la cárcel. Y Patxi López, a quien dijo la madre de Joseba Pagaza, con gran capacidad de predicción, «harás cosas que me helarán la sangre», reprochó a la prensa «que saquéis otra vez a pasear el fantasma ETA». A López le molesta mucho haber sido lendakari gracias al PP, y ha llegado a la indignidad de considerar más honorables a los bildutarras que a los populares.

Claro que no fue el único. El ministro de Transportes, sobresaliente en tuits y cero en carreteras, se perdió en elogios hacia «el progresismo» de los admiradores de los chicos de la gasolina, si bien fue el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, quien batió todas las marcas al declarar, sin avergonzarse un palmo, que los aliados de la serpiente «han contribuido a salvar miles de vidas».

A López le molesta mucho haber sido lendakari gracias al PP

Aliados y mucho más, porque bastantes de ellos, como Otegi y Aizpurúa, fueron condenados por pertenecer o colaborar en acciones criminales de la banda, y el último jefe del grupo asesino, David Pla, es hoy el segundo de abordo de Sortu, el partido de ETA, que es el que manda en Bildu. Pla formó parte, con Ternera y Sorzábal, de la Mesa en la que los entonces terroristas se reunían con miembros del Gobierno de Zapatero, en Noruega y Suiza, para buscar un acuerdo que les permitiera maquillar su criminalidad para dedicarse de lleno a la política, como ahora hacen cual héroes reconocidos por sus hazañas.

ETA había sido derrotada policial, judicial y económicamente, pese a lo cual aquel Ejecutivo decidió acicalar a sus miembros, emprendiendo la tarea de blanquear al monstruo dándole todo tipo de credenciales democrático-progresistas. De modo que ahora son más democráticos que los «fascistas» del PP, pese a que fue el partido de Aznar quien sufrió la saña homicida de los jefes de Otegi.

Claro que, al ver las últimas encuestas, igual Sánchez y sus ministros han caído en la cuenta de hasta dónde son ellos responsables del crecimiento del ogro, que el próximo domingo cosechará un resultado histórico. Tanto se han esmerado en presentar a la bestia como un inofensivo animalito de compañía, que los votantes de la izquierda en Euskadi –Sumar, Podemos y algunos del PSE– van a apoyar a Otxandiano, pese a que el tal Pello ha demostrado ser quién es, incapaz de calificar como «banda terrorista» a eso que él denomina «grupo armado».

Se han esmerado en presentar a la bestia como inofensiva

Claro que pudo ser aún peor. Le podía haber llamado «ejército de liberación de Euskal Herria», y quedarse tan tranquilo. Todo se andará. Para cuando eso llegue no sabemos en qué posición se habrán situado los dirigentes del PSOE. Ahora condenan a Bildu con la misma facilidad con que antes le elogiaban. Igual el próximo lunes le vuelven a encumbrar.

Dependerá de lo necesarios que sean sus escaños para Sánchez, que debe pensar que sus votantes son idiotas. Diga lo que diga, cambie lo que cambie, le siguen apoyando elección tras elección. Aunque si el domingo baja de 10, está perdido. Quizás esa sea la explicación.