Así se están preparando las empresas para un mundo dominado por la inteligencia artificial

Si hay una tecnología que ha irrumpido con fuerza en el mundo empresarial este 2023 esa ha sido, sin lugar a dudas, la inteligencia artificial. Sus beneficios para analizar grandes cantidades de datos y para ayudar a los trabajadores a ser más productivos están a la orden del día.

Sin embargo, también están empezando a surgir voces que abogan por una correcta regulación, tanto ética como política de su uso en entornos profesionales. Así lo demuestra un estudio realizado por EQS Group sobre inteligencia artificial y su uso en empresas europeas.

En esta encuesta destaca que casi la mitad de las empresas (45%) dice notar el impacto de la IA en sus políticas de cumplimiento normativo, o compliance. Ante la irrupción de esta tecnología, dicha encuesta destaca retos a los que tendrán que enfrentarse las empresas como la gran inversión financiera, los sesgos de la IA o la responsabilidad y rendición de cuentas.

Inmersos en la cuarta revolución industrial

En medio de la cuarta revolución industrial, la inteligencia artificial ha emergido como el motor que impulsa la transformación empresarial a nivel global. La creciente adopción de la IA está marcando un hito significativo en el mundo empresarial, hasta el punto de que la inversión privada global en esta tecnología alcanzó los 92.000 millones de dólares en 2022, según el último Índice de Inteligencia Artificial de la Universidad de Stanford.

Esta incursión masiva de la IA en el tejido empresarial no es solo una tendencia pasajera, sino una señal clara de que las empresas se están preparando para un mundo dominado por la inteligencia artificial. En este nuevo paradigma, surge una necesidad imperante para las organizaciones: adaptarse y garantizar el cumplimiento normativo en un entorno altamente tecnológico y dinámico.

Los desafíos éticos que implica la IA

Según este mismo estudio, el 91% de los encuestados cree que los departamentos de cumplimiento tendrán que ocuparse de establecer orientaciones y políticas en las empresas. En especial, en relación con el uso de la IA en un contexto empresarial para asegurar que se tienen en cuenta los aspectos éticos.

“En un mundo dominado por la IA, el compliance se convierte en el salvaguarda ético de las decisiones automatizadas”. explica Murray Grainger, Country Manager de EQS Group en España y Portugal. “Necesitamos garantizar que las organizaciones naveguen los desafíos de la IA con transparencia, equidad y responsabilidad, asegurando un futuro empresarial ético y legalmente sólido”.

Mayor inversión y transparencia

Uno de los retos más apremiantes es la gran inversión financiera que conlleva la implementación de tecnologías de IA avanzadas. A medida que las empresas destinan sumas significativas para aprovechar al máximo estas innovaciones, se encuentran con la necesidad de equilibrar la eficiencia económica con la responsabilidad ética.

De hecho, la confidencialidad y el uso adecuado de datos son las preocupaciones principales en el sector. Esta es la principal razón (para un 42,2% de los encuestados) por la que las empresas no usen todavía herramientas basadas en IA en un contexto profesional.

De este modo, las empresas se enfrentan a desafíos como proteger la privacidad de los datos de sus clientes e incluso de los trabajadores, mientras aprovechan el poder de la IA para mejorar sus servicios y productos.