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Historia en dos ciudades (I)

Planeta Tierra

Ramón Tamames
Ramón Tamames Cristina BejaranoLa Razón

El pasado miércoles 10 de julio, en el programa que he mencionado ya más de una vez en esta columna, en Capital Radio, con el sonoro título de “La verdad desnuda” (FM 105.4 y sobre todo directamente en internet), y que tiene por director a Ramiro Aurín, y colaboradores, entre los que me incluyo, nos referimos al doble proceso electoral en Londres y París: las dos ciudades de una historia de Dickens que nunca olvidaremos.

En Londres no ha habido sorpresas, y los laboristas tienen los diputados necesarios para gobernar con mayoría absoluta. Algo que era lógico después de los disparates de un ex premier Cameron que en 2016 convocó un referéndum que pensaba ganar, consolidando así la presencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE). Pero a Cameron le salió “el tiro por la culata”, y ganó el brexit, que tras una serie de penosos trámites hicieron que Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, las cuatro naciones británicas, se fueran de la UE.

Desde entonces, las lamentaciones no han dejado de producirse, por el hecho de que una proporción muy reducida de eurófobos sacara a Londres de la historia de la UE, para entrar en una situación económicamente difícil y políticamente confusa.

Ahora tenemos a Keir Starmer, el jefe del Partido Laborista, activo y bien organizado, al frente del gobierno de Carlos III. Con todo un programa económico y político para el que cuenta con un partido cohesionado, marcado aún por la influencia de Tony Blair; sin grandes extremosidades y una idea de mejorar las relaciones con la UE, pero sin plantear para nada acabar con el brexit.

La otra ciudad de la historia de Dickens es París, con resultados electorales mucho más ambiguos que en Londres. Y con una perspectiva compleja que nos obliga a dejar el tema para la próxima semana. Veremos, pues.