Startup

Lodgerin: de marketplace a plataforma de gestión de viviendas de media estancia

Nació en 2016 como un mercado de viviendas de media estancia pero ahora da el salto para convertirse en una plataforma de gestión de todo el ciclo de operaciones de este mercado con un marcado carácter tecnológico. Lodgerin, además, apuesta por la rentabilidad frente a las rondas masivas de financiación.

Equipo directivo de Lodgerin
Equipo directivo de LodgerinLodgerin

Con una experiencia como emprendedor de más de una década, Óscar Rubio funda en 2016 lo que sería el germen de su actual startup (Lodgerin). Aunque al principio se dirigía más a aquellas personas que, bien por estudio, bien por trabajo, emigran de su ciudad e incluso país de origen para pasar una temporada en otra ciudad, pronto se da cuenta de que los propietarios de viviendas en las que estos usuarios acaban residiendo también tienen problemas que se pueden resolver en común.

Tras la crisis del Covid, decidió reunificar todos estos esfuerzos en una sola empresa (Lodgerin), que acaba convirtiéndose en un Marketplace de viviendas de media estancia disponibles en cada ciudad. “No nos dedicábamos únicamente al proceso de reserva”, explica Óscar Rubio a esta redacción, sino que, siendo conscientes de todas las necesidades que hay que cubrir en este proceso, desarrolla una plataforma en la que está presente todo el ecosistema de media estancia: desde los propietarios de vivienda a los inquilinos pasando por las organizaciones que mandan a estos inquilinos a vivir fuera y los propios gobiernos o comunidades y ayuntamientos que necesitan saber el número de gente que va y viene de su ciudad. “Todos estos agentes tienen sus necesidades cubiertas en la plataforma”, asegura Rubio, quien defiende que a través de su sistema se pueden realizar gestiones como la firma del contrato digital, el registro de entrada y salida, los cobros y pagos del alquiler y tener el control económico de la vivienda, además de poder gestionar las posibles incidencias o los servicios añadidos realizados a través de partners externos (como la limpieza).

Mercado B2B

Aunque los inquilinos pueden buscar su futura vivienda a través de la página web de Lodgerin (e incluso en otras), el verdadero cliente de esta empresa son otras empresas: aquellas que disponen de, al menos, 60 unidades alquilables. Estas pueden ser desde una habitación de una residencia (incluso doble) o apartamentos y pisos con varias habitaciones (en cuyo caso cada estancia contaría como una unidad).

“Desarrollamos tecnología directamente para la empresa o para los propietarios que tienen un volumen de alojamiento suficiente para tener una necesidad de digitalización o de gestión digital”, explica el CEO y fundador de esta startup.

Es decir, que al pequeño propietario no le aportarían gran valor, pero sí donde el volumen de operaciones es muy alto. Además, este tipo de unidades deben alquilarse por periodos que oscilan entre el uno y los 12 meses, para que no se consideren ni alquileres turísticos ni vivienda habitual.

Eso sí, también defiende que “también aportamos un valor a todos esos desplazados que muchas veces tienen que buscarse, de manera individual, la vida en diferentes plataformas su alojamiento o sus servicios. Nosotros intentamos hacerlo un poco más global y unificar todo ese proceso en una única plataforma”.

Además de asegurar que muchos de sus potenciales clientes (como pueden ser las residencias de estudiantes) siguen confiando en una hoja Excel para llevar la gestión y el control de su negocio, Rubio defiende que con su plataforma estos propietarios tienen un canal donde van a poder publicar sus alojamientos multiplataforma (es decir, no solo en Lodgerin, sino también en otras web) y concentrar todas las reservas en un único lugar. “Es una cosa que a día de hoy no existe en el mercado de media estancia”, subraya. Además, “podrán hacer todo el proceso: desde que entra la reserva hasta que el inquilino deja la casa”.

Para llevar a cabo todas esas operaciones, Rubio asegura que se pueden conectar a los sistemas de conciliación bancaria de los propietarios o hacerlo a través de Stripe. Mientras, la verificación del inquilino se realiza mediante reconocimiento facial y del documento de identidad o pasaporte y que para todos estos procesos tienen un sistema de cumplimiento para todas las legislaciones vigentes en materia de seguridad y protección de datos.

Rentabilidad

Rubio asegura que, en estos años, solo ha recibido dos rondas de financiación: una de 200.000 euros y la siguiente de 700.000 (en la que ha participado Enisa). “Nuestro modelo siempre ha sido buscar la rentabilidad y no crecer mediante rondas”, explica, añadiendo que en estos momentos sí son rentables. “Hemos intentado validar el producto y buscar nuestro valor diferencial, desarrollándolo para poder escalar de manera correcta”, determina.

Sin embargo, y con una mudanza próxima a Estados Unidos para intentar crecer allí el negocio, Rubio es consciente de que puede que la rentabilidad “haya que sacrificarla”, al menos momentáneamente, para lograr ese crecimiento. Eso sí, más que una ronda la aspiración es lograr un gran cliente que les asegure este ritmo de crecimiento sostenible.

En estos momentos, Lodgerin tiene como clientes más de 160 organizaciones entre universidades y empresas, el 80% de las cuales están en Estados Unidos. Además, están trabajando con más de 250 propietarios que suman aproximadamente 22000 unidades alquilables ahora mismo.

Estas viviendas se encuentran en España, Estados Unidos, e Italia, Portugal y Emiratos Árabes Unidos (Dubái y Abu Dhabi).

En cuanto al perfil del usuario que necesita estas viviendas de media estancia, suelen ser estudiantes latinoamericanos viniendo a Europa, pero con un aumento importante de europeos yendo hacia Dubái y Abu Dhabi. “Tenemos varios acuerdos con empresas suecas que están mandando bastantes empleados a Emiratos”, asegura Rubio.