Empresas Tecnológicas

El mito del garaje de Silicon Valley: ¿Hasta qué punto es realidad o es una exageración?

Los fundadores de Apple o Google pusieron en marcha sus enormes compañías desde un garaje… ¿Pero es eso sinónimo de orígenes humildes?

El garaje donde arrancó Google
El garaje donde arrancó GoogleGoogle

La cuna de la tecnología moderna, Silicon Valley, ha creado con el paso de los años sus propios mitos. El mayor de ellos, sin duda alguna, es el mito del garaje. ¿Cuánto de esto es realidad y cuánto es solo un mito?

El origen del mito

El mito del garaje en Silicon Valley tiene sus raíces en la historia de la creación de empresas como Hewlett-Packard, Apple y Google. La narrativa popular sugiere que estos gigantes de la tecnología comenzaron en pequeños garajes, lo que simboliza la innovación desde la base.

Así, el garaje puede verse como un monumento a la creación de nuevas oportunidades laborales y de genios tecnológicos cambiando el mundo desde un espacio humilde. ¿Pero hasta qué punto es humilde?

El mito representa la idea del individuo solitario que, a través de su esfuerzo y talento extraordinarios, supera las dificultades inherentes a la creación de un nuevo negocio.

Algunos de sus protagonistas lo han desdeñado. "El garaje es un poco un mito. Está exagerado", dijo Steve Wozniak, cofundador de Apple, a Bloomberg hace unos años.

Vayamos uno a uno por las empresas de referencia en haber nacido desde un garaje y después cambiado el mundo.

De HP, la pionera en los garajes, a Apple

A pesar del encanto de la historia, la realidad puede ser un poco menos romántica. El garaje de Palo Alto donde William Hewlett y David Packard comenzaron a trabajar en electrónica a finales de la década de 1930 es hoy reverenciado como un lugar de nacimiento simbólico de Silicon Valley, más que un espacio de trabajo práctico.

La historia se redondea más porque Disney fue su primer cliente, cerrando una especie de conexión emprendedores cósmica. Y sí, fue así, pero tal y como defienden Olivia Erlanger y Luis Ortega en su libro Garage hay muchos matices.

En el caso de Apple, aunque la historia de que Steve Jobs y Steve Wozniak fundaron la empresa en el garaje de los padres de Jobs es ampliamente conocida, Wozniak ha afirmado que la mayoría del trabajo de diseño no se realizó allí.

Además, muchas de las ideas brillantes que han definido a empresas como Apple no fueron producto de la experimentación en un único garaje, sino del trabajo en empresas relacionadas relacionadas.

Wozniak trabajó en HP y Jobs en Atari antes de fundar Apple. Su experiencia previa en estas empresas proporcionó la confianza, la exposición a la información detallada, el conocimiento del negocio y el acceso a los lazos sociales clave que necesitaban para lanzar su propia empresa.

"Había raramente más de dos personas en el garaje y en su mayoría estaban sentadas haciendo nada productivo", dijo Wozniak, que lo describe más como un lugar de reunión.

A ello se suman algo que apuntar los autores: en el Estados Unidos de hace medio siglo y el actual, contar con un garaje libre, amplio y en el que trabajar suele ser sinónimo de un buen estatus económico, algo que también lo desliga de cierta patina de humildad y crecimiento desde cero que a veces se le ha dado.

Google y Amazon también comenzaron en garajes

Google es otro caso paradigmático. Larry Page y Sergey Brin, sus fundadores, pusieron la empresa en marcha desde el garaje de la casa de Susan Wojcicki, quien más tarde se convertiría en una ejecutiva de alto nivel en Google y llegó a ser, hasta su despedida hace muy poco, directora de Youtube.

Wojcicki sin embargo ya contaba con un perfil asentado en la industria, al llevar años trabajando a nivel ejecutivo en el departamento de marketing de Intel.

La historia se remonta a 1996, cuando Page y Brin comenzaron a colaborar en un proyecto de investigación llamado “Backrub”, que se centraba en mejorar la capacidad de búsqueda en Internet. En este garaje, Page y Brin trabajaron para mejorar su motor de búsqueda y centraron su enfoque en la relevancia de los resultados de búsqueda y su algoritmo PageRank, que clasificaba las páginas web en función de su importancia, hoy todavía fundamental en el Google actual.

Aunque el garaje en Menlo Park fue el lugar donde se gestó la idea de Google, la empresa rápidamente se expandió y se mudó a una oficina más grande en Palo Alto.

Por su parte, Jeff Bezos también arrancó Amazon desde el garaje de su casa de alquiler en Bellevue, Washington. Pero tampoco empezó solo. Bezos venía de tener ya una buena carrera en Wall Street y tomó la decisión de emprender tras aunar varios ahorros y un préstamo de sus padres de 250 000 dólares.

Como vemos, tras el mito original del garaje de HP se ha creado una idiosincrasia con buena parte de realidad, pero que no está protagonizada por jóvenes que iniciaran su camino y sus emprendimientos con nada más que sus ideas. La mayoría de los grandes magnates tecnológicos de la actualidad proceden de familias que ya contaban con un buen nivel de vida, lo que también les ayudó a poner en marcha sus empresas.