Inteligencia Artificial
El navegador, la puerta de entrada de la IA «agéntica»
Empresas como Perplexity y OpenAI lanzan nuevos navegadores basados en IA para facilitar tareas al usuario
Ha pasado más de un cuarto de siglo desde que la industria tecnológica viviera una de sus «guerras» más largas, extensas y polémicas a cuenta de los navegadores de Internet.
Después de varios años, Microsoft se tuvo que enfrentar a que su navegador Explorer fuera considerado como un monopolio (el juez Thomas Penfield Jackson en noviembre de 1999 declaró que Microsoft había monopolizado el mercado de sistemas operativos y que Internet Explorer se benefició de esa posición dominante). Y han pasado 13 años desde que Chrome de Google empezara a ser la opción más empleada (actualmente, casi 3 de cada 4 personas usan este navegador, según algunos datos de mercado).
Sin embargo, ahora aparecen nuevos navegadores que quieren volver a pelear por este mercado y todos ellos con una premisa común: sacar partido de la Inteligencia Artificial (IA) para que, más que una aplicación, se conviertan en un verdadero asistente para los usuarios.
El lanzamiento de Comet por parte de Perplexity y Atlas por parte de OpenAI buscan precisamente eso: que la navegación deje de ser una simple tarea de buscar información para convertirse en un proceso de interacción continua entre usuario y la IA. Comet, impulsado por Perplexity, se ha presentado como un navegador con IA centrado en respuestas precisas y verificación de fuentes. Su promesa es transformar la experiencia de búsqueda en una conversación en la que la IA no solo extrae datos, sino que los contextualiza, los compara y propone acciones. Por su parte, Atlas, la propuesta de OpenAI, integra el motor de ChatGPT de forma nativa en la experiencia de navegación, permitiendo a los usuarios navegar, resumir textos y automatizar flujos de trabajo dentro de una misma interfaz. En conjunto, ambos navegadores buscan convertir la experiencia de explorar la web en una actividad de colaboración humano-IA, donde el asistente asume un rol activo en la organización de tareas, la extracción de información y la toma de decisiones.
La arquitectura subyacente de ambos proyectos parte de Chromium (la misma que emplean Chrome y Firefox), lo que facilita la compatibilidad con estándares web y la posibilidad de migrar datos o extensiones desde navegadores existentes. De hecho, el reto es que esta posibilidad de importar marcadores y configuraciones haga que las organizaciones y usuarios individuales transiten de forma más fluida hacia estas nuevas plataformas.
También se está sumando a esta nueva tendencia Microsoft con su navegador Edge y, más concretamente, con el lanzamiento de su Modo Copilot que muestra una página de inicio que reúne la navegación y el asistente de IA en un solo lugar, permitiendo tener el chat de Copilot siempre visible mientras se navega por la red con el reto de poder hacer consultas instantáneas sin necesidad de cambiar de pestaña.
Este nuevo modo incluye también las llamadas «Copilot Actions», que permiten automatizar tareas rutinarias como cancelar suscripciones de correos o reservar restaurantes, y «Journeys», que recuerdan el recorrido de navegación para facilitar volver a investigaciones previas o continuar tareas pausadas. Cabe señalar que Microsoft apuesta por el modelo GPT-5 de forma nativa en Edge, ampliando además las capacidades para generar imágenes a partir de texto, traducir vídeos en tiempo real y resumir contenidos audiovisuales.
Datos y privacidad
El hecho de que estos nuevos navegadores puedan conectarse a multitud de fuentes y aplicaciones distintas vuelve a abrir la puerta a consideraciones sobre la privacidad de los usuarios
En este sentido, Microsoft asegura que ha implementado opciones para gestionar permisos, borrar el historial y decidir qué elementos del historial o contexto utiliza la IA para ofrecer recomendaciones personalizadas, garantizando el cumplimiento de sus estrictos estándares de confianza y seguridad. Mientras, Perplexity destaca controles de privacidad y modos de operación que limitan el rastreo o el uso de datos para entrenamiento y, del lado de Atlas, OpenAI enfatiza la posibilidad de gestionar qué datos se recuerdan y ofrece herramientas de protección de datos para evitar la exposición innecesaria de información sensible.
Qué hay de nuevo en una vieja aplicación
►La capacidad para generar respuestas basadas en múltiples fuentes y mantener memoria de contexto dentro de una sesión de navegación son algunas de las principales novedades. La promesa de automatización de tareas repetitivas puede acelerar flujos de trabajo de investigación, compras, gestión de proyectos y análisis competitivo. Pero las IA fallan, por lo que sigue siendo necesario que el usuario verifique y controle los pasos dados por estos navegadores.