INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Los principales retos a los que aún debe hacer frente la Inteligencia Artificial Generativa
La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) se ha convertido en un elemento clave en actual contexto de digitalización y de transformación de las empresas de toda índole, además de las del sector tecnológico.
La IAG se produce a partir de que un algoritmo genere datos nuevos a partir de otros preestablecidos, es decir, configura nuevas piezas realistas que reflejan la naturaleza a partir de datos aportados. No obstante, esta simulación de la realidad precisará de una labor de perfeccionamiento humano para que el resultado fuese óptimo y no infringiese ni políticas de privacidad ni cuestiones ético-morales.
En esta nueva era de la IAG que se está construyendo hay que tener en cuenta el peligro que supone la generación de contenidos sesgados, lo que podría derivar en problemas en materia política, económica, legal o medioambiental.
Principales retos de la IAG
Transformación de la mentalidad corporativa
Es importante tener en cuenta que la IAG se enfrenta a un cambio cultural interno, es decir, una mentalidad orientada al concepto de negocio y experimentación. De este modo, la IAG podría contribuir a la automatización de procesos internos y a la mejora de la experiencia de los clientes.
En base a esto, la gestión de datos es uno de los retos críticos que deben afrontar las empresas, ya que precisarán de grandes volúmenes para alimentar sus modelos de IA desde una perspectiva estratégica y normativa.
Colaboración constante
Para ello, qué mejor que apoyarse en unos ecosistemas open source, en el que cualquier usuario autorizado y cualificado pudiese formar parte de la mejora de la IAG, creándose espacios multidisciplinarios donde todos los actores involucrados se comunicasen entre sí en pro de la eficiencia y contra el fraude y la desinformación. Dicho esto, todo pasa por buscar un equilibrio entre los riesgos y las recompensas de la innovación, garantizando la plena ventaja competitiva.
Por consiguiente, habrá que tener en cuenta como retos en IAG la ética y la responsabilidad en la era digital. Todas las empresas que desarrollen herramientas de IAG deberán adherirse a un marco ético de IA para garantizar que las tecnologías fuesen aplicadas en base a los valores corporativos y respetando a sus potenciales clientes.
Las empresas que desarrollen la IAG deberán ofrecer confianza desde la planificación, poniendo en valor la estrategia frente a la velocidad como verdadera propuesta de valor para clientes, inversionistas, socios, colaboradores y la sociedad en general.
Sostenibilidad
La sostenibilidad y la eficiencia energética son otros retos de la IAG. Al aumentar el tamaño de los modelos creados se incrementarán considerablemente el consumo energético, el rendimiento y el coste operativo.
Una formación deficiente
Un estudio reciente formulado por Isaca, demuestra que solo el 29% de las empresas permiten el uso de la IAG. Además, solo el 48% de las empresas consultadas aseguran su utilización por parte de los empleados, mientras que el 34% considera que no están seguras de su aplicación. Quizás esto provoque que tan solo el 10% de las organizaciones cuente con políticas de regulación de uso claramente definidas.
De ahí que solo el 7% de las organizaciones estén entrenando y formando a sus plantillas para esta tecnología y que seis de cada diez reconozcan que no tienen ninguna formación en este ámbito. Esa mentalidad de aprendizaje continuo permitirá adaptarse a los cambios, pero sin descuidar habilidades básicas como la comunicación y el poder resolutivo.
Mejorar sus aplicaciones
Sin lugar a dudas, la IAG debe ser puesta al servicio de las empresas de diferentes sectores económicos. En la parcela de arte y creatividad podría emplearse para crear obras que desafíen los límites de la creatividad humana, mientras que en medicina ayudará a potenciar imágenes de alta resolución en beneficio de diagnósticos y tratamientos muy cualificados.
En el segmento de la redacción automática la IAG presenta el resto de elaborar noticias y descripciones de productos con plena precisión, mientras que en el diseño de productos deberá trabajar porque estos fuesen personalizados y acordes a las preferencias del cliente. Para la industria de los videojuegos, la IAG será clave en la creación de mundos virtuales y personajes que creen una experiencia plenamente inmersiva.
¿La IAG puede reemplazar el potencial humano?
Pese a que se piense que la IAG puede derivar en consecuencias negativas para el empleo, la realidad es bien distinta, ya que un reto en la era de la IAG es precisamente un mayor control y supervisión de ésta. Todo ello con miras a la investigación y a una mejora en la calidad de vida.
La IAG precisa de capacidad de creatividad e innovación, ya que aún no puede generar ideas y conceptos nuevos en base al desarrollo de determinados productos y servicios. En este sentido, el trabajo en equipo resulta esencial para mejorar la productividad y desarrollar nuevas oportunidades de negocio.
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