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La recuperación de ropa usada, un servicio de alto interés ambiental y social

Moda Re, proyecto de Cáritas que recoge prendas y calzado en desuso para su reutilización y reciclaje, recibe uno de los Premios Sociales de la Fundación Mapfre por su gran impacto positivo en la sociedad

Vista del interior de una de las 170 tiendas de Moda Re en España
Vista del interior de una de las 170 tiendas de Moda Re en EspañaModa Re

De recoger ropa usada en los despachos parroquiales para atender las necesidades de las muchas personas que se dirigían a ellos para vestirse con dignidad, a ser una cooperativa de iniciativa social, formada por 91 socios, que ha creado una red de 170 tiendas de ropa de segunda mano y da empleo a más de 1.400 personas, la mitad de ellas en riesgo de exclusión social. Lo que empezó como un servicio puramente social hecho con más voluntad que medios, se ha transformado en Moda Re, una iniciativa de Cáritas que, sin perder el componente social, ha avanzado hasta hacer de la reutilización y el reciclaje textil una experiencia completa que se ha constituido ya en un modelo de economía circular.

Una labor desempeñada desde hace años y que esta semana ha recibido el reconocimiento de la Fundación Mapfre, al ser galardonada con uno de los Premios Sociales de la entidad, cuyo objetivo es «reconocer a las personas e instituciones que han realizado actuaciones destacadas en beneficio de la sociedad en los ámbitos científico, cultural y social», según comunica la Fundación.

Moda Re hacia afuera

En su trabajo hacia el exterior, el que se puede ver por cualquiera que pase por delante de una tienda de Moda Re, consiste en recuperar, de entre los 44 millones de kilos de ropa que llegan a los más de 8.200 contenedores repartidos por toda España y después a las cuatro plantas de clasificación, aquella está en optimas condiciones de dignidad para ser utilizada de nuevo y, una vez clasificarla por temporadas, -verano, invierno, etc.-, tipologías -hombre, mujer, niños-y, una vez higienizadas, se preparan para la reutilización y se envían a las tiendas, explica Alberto Almerich, director de Moda Re.

En las tiendas, que no se distinguen especialmente de ninguna otra tienda de ropa, «hay muchísima rotación, porque generamos muchísima ropa reutilizable. De los 44 millones de kilos que nos llegaron el año pasado, aproximadamente la mitad se pudo poner a la venta. Así que podríamos alimentar tres o cuatro veces más la red actual de tiendas. Por eso, -continúa Almerich-, si en 2020 teníamos 80, ahora estamos ya en 140 y 30 córneres en Alcampo. Y con la voluntad de seguir creciendo».

No solo en puntos fijos de venta, también han creado puntos de venta móviles, los Moda Re en ruta, «que son tiendas móviles que recorren mercadillos o rutas de localidades pequeñas, para acercar ese consumo responsable a poblaciones en las que, por su tamaño, una tienda fija no sería viable económicamente».

Profesionalización

Aunque no siempre hayan manejado estas cifras, lo cierto es que «en algunas parroquias, en los años 80, ya empezaron a ver que cada vez llegaba más cantidad de ropa y, además, en buen estado. De ahí salió la idea de que podía servir para crear puestos de trabajo. Pero, como no paraba de crecer ese volumen, también se vio que había que profesionalizar los tratamientos para sacar esa ropa al mercado de segunda mano. Y se pusieron en marcha entre 2010 y 2014 las tres primeras plantas industriales de clasificación y tratamiento». Paralelo al volumen de ropa gestionada ha ido creciendo también el de trabajo, tanto como para que Moda Re genere más de 1.400 puestos de trabajo, más de la mitad de ellos «con personas en riesgo de exclusión social que participan en programas de formación y empleo tras los que se pueden integrar en el mercado laboral».

Y también crecieron las necesidades logísticas. La organización tiene ahora cuatro naves, «altamente tecnificadas, tanto como que en ese momento son las más avanzadas del sur de Europa en las que se puede dar ese tratamiento profesional de clasificación para la reutilización e, incluso, preparación para el reciclaje». A ellas llegan las bolsas procedentes de los contenedores, «que han sido los primeros en ser digitalizados con sensores laser para medir el nivel real de llenado y poder optimizar la recogida». Se separa la ropa del calzado y lo que va a ir a las tiendas o a exportación, el 50% más o menos, de lo que va para reciclaje, el 40%.

Moda Re por dentro

En Europa se está trabajando para cambiar la parte de esa realidad de la industria textil que supone la generación de ingentes cantidades de residuos. Y Moda Re está formando parte de ello y entra en otra dimensión, en la de formar parte de una industria textil «que está en ebullición», que se está traduciendo en proyectos industriales de I+D+i «en los que estamos trabajando de la mano de los grandes del sector textil y químico, y somos proveedores de materia prima para fibras».

Así, tienen sistemas de identificación de fibra que permiten saber «su composición a una velocidad de una prenda por segundo. Si es multifibra o no, y de qué fibra concreta es. Nos piden, por ejemplo, una tonelada de un 80% de poliamida o del 90% de algodón, etc. Con todo ello se pueden experimentar procesos para tratar esos textiles y volver a hacer fibras».

Albert Almerich no puede contar esta parte «por acuerdos de confidencialidad. Pero ha habido alguno que ha sido un auténtico éxito y de un alto nivel de impacto». Y también pueden afirmar que su cara b es también altamente útil para la sociedad.