Informe
20 años después del 11-M, la amenaza yihadista es “considerable”, advierte ElCano
El conflicto en Gaza podría ser una ventana de oportunidad para AlQaeda
El 11 de marzo de 2004se produjeron en Madrid los mayores ataques yihadistas perpetrados en suelo europeo. Hoy, la amenaza yihadista no ha desaparecido de nuestras sociedades, solo se ha transformado, según varios documentos del Real Instituo ElCano, presentados hoy en Madrid. Si bien es cierto que Europa sufrió el latigazo del terrorismo yihadista coincidiendo con la guerra en Siria y la rivalidad entre AlQAeda y el Estado Islámico, a día de hoy, a punto de cumplirse el triste aniversario del 11-M, la sensación es que la amenaza es menor, pero sigue ahí. Prueba de ello es que en 2023 un ciudadano marroquí de 25 años asesinó al sacristán Diego Valencia e hirió a otras personas, con una finalidad “terrorista” de inspiración yihadista. Este suceso pone el acento en nuevas tendencias yihadistas que apuntan a una mayor “descentralización y fragmentación” de las células así como una “justificación religiosa para redimir situaciones individuales”. A todo ello, hay que sumar el conflicto de Gaza, que podría volver a poner el foco en el yihadismo y "sirva como ventana de oportunidad para Al Qaeda para recuperar relevancia entre la militancia".
Pasados veinte años, los expertos de ElCano coinciden en que la amenaza es “considerable” debido a los potentes conflictos en el exterior, a que hay una base de planificación y a que “siguen disponiendo de una masa crítica que se ha demostrado crucial para llevar a cabo atentados”, ha destacado el investigador Fernando Reinares. Prueba de ello es que “sistemáticamente España está entre los países europeos que más operaciones antiyihadistas produce y más detenciones lleva a cabo”, ha apuntado el experto en el fenómeno yihadista.
Por su parte, Carola García-Calvo, ha puesto énfasis en la amenaza de los actores solitarios, que en términos de sofistificación de la amenaza es menor, pero está presente. No obstante, los expertos apuntan al aumento de la actividad policial contra el terrorismo yihadista como uno de los frenos al incremento de sus actividades y el desmembramiento de las matrices.
En cuanto al perfil del yihadistas en España, entre 2012 y 2023, los yihadistas en España se caracterizan por tratarse de hombres, con entre 18 y 35 años. En su mayoría destacan por ser considerablemente más marroquíes de origen y nacionalidad que españoles y por el predominio de individuos pertenecientes al segmento social de las segundas generaciones. En líneas generales, tiene una trayectoria criminal previa, que suelen aplicar a las actividades relacionadas con el terrorismo.
En este sentido, Fernando Reinares, autor del informe, Caracterización social de los yihadistas en España: continuidad de atributos básicos generales y cambio de rasgos contextuales específicos asegura que “ Por ejemplo, en el atentado del 11 de marzo, todos menos cuatro eran marroquies”
En cuanto al proceso de radicalización, el experto Alvaro Vicente señala que la evolución reciente de la radicalización yihadista en España se caracteriza por una tendencia hacia el rejuvenecimiento de los radicalizados, el papel central de los espacios virtuales como catalizadores del proceso y la repercusión de conflictos internacionales y crisis geopolíticas.
En este sentido, apunta que “quienes se radicalizan fuera del ámbito online han mostrado mayor predisposición a la violencia, mientras que quienes lo hacen exclusivamente virtual, tienen una mayor predisposición no violentas, es decir, más difusión de mensajes y propagandas”.
Añade, que el conflicto en Gaza, pese a su potencial para intensificar los procesos de radicalización, carece de la capacidad para generar una movilización hacia la zona de conflicto y, por consiguiente, con un fuerte componente violento, como en Siria, si bien sí está incrementando la amenaza potencial que representa en Occidente
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