Política

Pulso al gobierno

2013: siete manifestaciones en sólo siete días

En lo que va de año los sindicatos han celebrado de media una concentración diaria sólo en la capital

LOS «BATAS BLANCAS» reanudaron ayer sus protestas en la calle con una manifestación hasta la Puerta del Sol
LOS «BATAS BLANCAS» reanudaron ayer sus protestas en la calle con una manifestación hasta la Puerta del Sollarazon

Los sindicatos han cogido 2013 con ganas. Los líderes sindicales con más poder se juegan mucho y, al parecer, han decidido salir con más frecuencia a las calles detrás de todo tipo de pancartas. En la primera semana del año ya han celebrado, de media, una manifestación al día y no parece que el ritmo vaya a bajar. No obstante, Madrid está acostumbrada a ser escenario para todos los que quieran ejerecer su constitucional derecho de reunión: durante los primeros siete días del año, se han convocado 17 manifestaciones en Madrid (una de ellas en Leganés el resto en la capital) y siete de han sido organizadas por sindicatos. Los temas han sido variopintos y van desde los conflictos laborales en empresas privadas a las protestas por la supresión de la cabalgata de Reyes en el distrito de Villaverde, pasando por el fraude hipotecario o las víctimas del franquismo.

Pero lo cierto es que han sido unas Navidades muy movidas en cuanto a protestas se refiere y el arranque de 2013 con ese ímpetu sindical no es más que la inercia de 2012. Sólo desde el pasado 21 de diciembre, cuando se puede decir que comenzó el periodo navideño, se han celebrado en la capital nada menos que 94 concentraciones o manifestaciones. Sólo el día de Navidad y el día de Año Nuevo se salvaron de un calendario lleno de protestas. Por ejemplo, el mismo viernes 21 de diciembre se produjeron 16 manifestaciones. El jueves 28, lejos de ser una broma del Día de los Inocentes, la capital albergó a cientos de personas en nada menos que 24 concentraciones de reivindicación. Otras tres se celebraron el mismo día en Majadahonda, Leganés y Algete. Pero es la capital la que se lleva la palma, concretamente el distrito centro, ya que la mayoría de las comunicaciones a la Delegación del Gobierno en Madrid solicitan concluir su protesta en Sol. La institución dirigida por Cristina Cifuentes sólo puede modificar itinerarios o horarios, pero la mayoría de las veces que lo ha hecho con argumentos policiales, en su mayor parte, el TSJM ha tumbado su resolución y ha dado la razón al solicitante.

El pasado año fue uno de los más agitados en las calles madrileñas. La gran cantidad de manifestaciones soportan las calles madrileñas aunque el conflicto en cuestión tenga lugar en otra provincia hizo reabrir el debate sobre la regulación del derecho de manifestación. Lo planteó la delegada del Gobierno y aunque le llovieron las críticas por parte de muchos sectores, hubo gremios, como los comerciantes del centro de Madrid que no vieron tan rocambolesca la sugerencia de Cifuentes. Se quejaban estos pequeños empresarios de que las manifestaciones más violentas les causaban desperfectos en las fachadas y que incluso las más calmadas también les ocasionaban trastornos porque cerraban el paso a posibles clientes, según denunciaron. Muchos vecinos del mismo distrito también son partidarios de regular las concentraciones por los mismos inconvenientes: cortes al tráfico para poder acceder con el coche hasta su casa, ruidos y dificultades para acceder hasta su domicilio incluso a pie ya que, en llamamientos como el «rodea el Congreso», había que acreditar de alguna forma su residencia en la zona para poder pasar por las calles aledañas a la Cámara. El Ayuntamiento de la capital también arrojó cifras de gastos cada vez que una concentración acacaba con destrozos en el mobiliario urbano. Además de manifestaciones, los madrileños también asumen este tipo gastos de reposición de contenedores, farolas, bancos, etc. cada vez que hay una huelga general y los piquetes más radicales hacen de Madrid su campo de batalla.