Urdangarín pasará las Navidades con su familia

Iñaki Urdangarín ha tardado pocos días en solicitar su primer permiso tras haber cumplido una cuarta parte de la condena impuesta por el “Caso Nóos”. El pasado 28 de noviembre alcanzaba ese cumplimiento de pena y le abria las puertas a poder disfrutar de hasta 36 días de permiso 18 del 1 de enero al 30 de junio y otros tantos desde julio al 31 de diciembre. Así, nada más tener esa posibilidad solicitó a la prisión de Brieva el primero de esos permisos y esta mañana la Junta de Tratamiento de la prisión le ha concedido cuatro días de libertad, coincidentes con las fechas más señaladas de la Navidad. Ahora, falta que el juez de Vigilancia del que depende la prisión ratifique esa decisión, e incluso puede aumentar el permiso si Urdangarín pidió más de lo que se le ha concedido, o, por contra, considerar que no está justificado. De hecho, puede solicitar esos permisos de hasta siete días de duración. La Fiscalía también puede recurrir ante el juez de vigilancia la decisión de la Junta de Tratamiento.

Esta última decisión es más que improbable toda vez que cuando autorizó las dos salidas semanales a Hogar Don Orione para realizar labores de voluntariado, ya señalaba en sus resoluciones que era un medio para ir preparando su reincorporación a la sociedad.

Para la concesión de esos permisos se requiere el informe preceptivo del Equipo Técnico de la prisión, aunque no es vinculante, así como que no resulta probable que pueda quebrantar el cumplimento de la condena y la valoración y pronóstico.

Una vez que haya cumplido la mitad de la condena, lo que se producirá a mediados de mayo de 2021, podrá optar al tercer grado penitenciario. Ello le posibilitaría ser clasificado en régimen abierto, con lo que sólo tendría que pernoctar en la prisión de lunes a jueves, además de disfrutar de un mayor número de días de permisos, en concreto, hasta un máximo de 48 días al año.

La primera salida de prisión de Urdangarín se produjo el pasado 19 de septiembre, tras la autorización del juez de Vigilancia Penitenciaria de Ávila, que aceptó su petición para que asistiera al citado centro de Pozuelo de Alarcón dos veces por semana y un máximo de ocho horas al día.