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Casado acepta una reunión con Sánchez y Cs desde el “no”

Arrimadas propone una reunión de PP y Cs con Sánchez sin hablar con el líder popular. Éste mantiene su «no», pero atenderá el diálogo si le citan en Moncloa

Hoy se constituyen por segunda vez las Cortes Generales en menos de un año sin que Pedro Sánchez tenga atados los apoyos para ser investido presidente del Gobierno. Es una semana clave porque hoy mismo habrá una segunda reunión entre la delegación socialista y los representantes de Oriol Junqueras. Justo en una jornada en la que la apertura de las Cortes volverá a ser utilizada por los potenciales socios de Sánchez para evidenciar su compromiso con el boicot al marco constitucional.

Los mismos aliados independentistas que Sánchez no quiso en abril volvieron ayer a «apretarle» con la advertencia de que el compromiso debe ser negociar el derecho de autodeterminación, no más autonomía ni financiación ni ponencias de reforma constitucional. ERC dejó claro que quiere hablar de «soberanía», no de competencias.

Si PSOE y ERC logran hoy avanzar será muy difícil que puedan dar pasos atrás después del coste que las dos partes están asumiendo con esta negociación. Pero mientras tanto los órdagos de Esquerra siguen marcando la agenda, ante lo que ayer el presidente en funciones respondió con un amago de guiño a la vía del acuerdo con PP y Ciudadanos (Cs). Solo como salida «in extremis» porque lo que no puede ocurrir es que haya unas nuevas elecciones. Entre otras razones porque su propia candidatura estaría ya «quemada» después de dos intentos fallidos de investidura como líder de la fuerza más votada.

La portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimadas, ayer durante la rueda de prensa Ricardo Rubio / Europa Press
La portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimadas, ayer durante la rueda de prensa Ricardo Rubio / Europa PressRicardo RubioEuropa Press

En la vía constitucionalista ayer pareció que se movían las cosas, para en realidad no moverse apenas. Inés Arrimadas, por parte de Cs, se hizo «un Rivera» al copiar el último movimiento político de éste antes de que se disolvieran las Cortes en septiembre. Igual que entonces hizo Rivera para borrar su «no» a Sánchez, Arrimadas también ofreció un acuerdo a tres al PSOE, con el PP de por medio, pero sin que previamente hubiera al menos comunicado a Génova su intención de hacer este ofrecimiento. Condición básica si detrás de este juego político hay una voluntad seria de concretarlo en algo más que una batería de titulares y un golpe mediático.

Sánchez siguió el juego pese a que en lo que está es en sacar adelante su acuerdo con ERC. Todas las partes saben que sólo si falla esa vía, y rompe con Podemos, el líder socialista llamará a la puerta de PP y Cs, y entonces, por contundentes que sean los posicionamientos actuales, habría que ver hasta dónde es posible mantenerlos bajo la presión de esas terceras elecciones.

Aguirre pide una abstención para evitar el «drama»

La ex presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre trasladó en privado al líder del PP, Pablo Casado, que los populares ayuden a investir al socialista Pedro Sánchez como presidente del Gobierno porque, según recalcó, se trata de «evitar a toda costa» que el Gobierno de España dependa de los independentistas y de los «populistas bolivarianos».
«Personalmente, yo creo que Pedro Sánchez gobernando en solitario sería mejor. Y para ello, fíjese lo que le voy a decir, creo que habría que ofrecerle a Pedro Sánchez los votos que fueran necesarios, cincuenta y tantos, para que pueda él investirse y gobernar en solitario, que es lo que ha dicho él todo el tiempo que quería hacer», dijo.
Tras asistir al acto de conmemoración de la Constitución que se celebró en la Comunidad de Madrid, admitió que este ofrecimiento es «un riesgo» que no es compartido por «la mayoría de los dirigentes del PP», pero que «honradamente» es lo que ella piensa.

La respuesta del líder socialista a la carta de Arrimadas fue que estará encantado de reunirse con ella en cuanto cumpla con los compromisos internacionales que le ocuparán en los próximos días. Que no son obstáculo, sin embargo, para que sigan intentando cerrar el acuerdo con la formación de Junqueras, «condenado por sedición», como cada día recuerdan desde el bloque constitucionalista.

Por cierto, han pasado ya 22 días desde el 10-N y Sánchez no se ha puesto aún en contacto con Casado «para hablar de nada». Ni siquiera para devolverle el intento de contacto de la noche electoral. Pero, aun así, desde Génova ratificaron ayer que si Sánchez les convoca a una reunión, acudirán, como han hecho «siempre». Casado dice que mantiene su disposición al diálogo, al tiempo que ratifica su negativa a facilitar con su abstención la investidura del candidato socialista.

El principal punto de fricción entre el PSOE y ERC sigue siendo la mesa entre los dos Gobiernos, que exigen los de Junqueras. El PSOE quiere remitir el diálogo a los foros ya existentes, como la comisión bilateral entre todas las comunidades y el Gobierno central. Pero para ERC es condición «irrenunciable».

Los socialistas también quieren resolverlo todo antes de Navidad. Mientras que ERC prefiere esperar a que pase su congreso, en el que hará efectivo el relevo de la cúpula. Pero todavía les interesa más esperar a ver qué ocurre el próximo día 19, cuando se sabrá la decisión del Tribunal Europeo sobre inmunidad de Junqueras.

Casado volvió a pedir ayer al PP que se mantenga firme en el «no» a Sánchez. De quien dijo que es «el peor socialista de los últimos 40 años» y «amenaza con volar» el sistema constitucional actual. El líder popular presidió la reunión de diputados y senadores. Y allí insistió en zanjar el debate sobre la posición del PP ante el bloqueo político y la posibilidad de que la salida pase por un Gobierno de la nación que dependa del independentismo.