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El PSOE cede el control de la Mesa del Senado al PNV

La socialista Pilar Llop sustituye a Manuel Cruz como presidenta de una cámara en la que hay 20 formaciones

Jornadas de Puertas Abiertas en el Senado
La nueva presidenta del Senado, Pilar Llop recibe a los primeros ciudadanos durante la jornada de puertas abiertas de la institución este miércoles en Madrid. EFE/Rodrigo JiménezRodrigo JiménezEFE

La sesión constitutiva del Senado arrancó ayer con unas palabras pronunciadas en vasco por Koldo Martínez, el primer senador en presentar su acreditación en la Cámara Alta al que se le atribuye por ello el mandato de abrir la sesión. Era el preludio del protagonismo que tendría el País Vasco durante la sesión de ayer. Aunque no fue una sorpresa, los nacionalistas del PNV se hicieron con el control de la mesa del Senado, después de que los socialistas cedieran uno de sus puestos al senador Imanol Landa, que será uno de los secretarios de un órgano que tendrá como presidenta a la socialista Pilar Llop, en sustitución de Manuel Cruz.

Con esta decisión, los socialistas perpetran un gesto, aprobado en la Ejecutiva Federal, que le sirve para tener a los nacionalistas vascos de su lado en la propia Cámara Alta, donde tendrá que lidiar con 20 partidos distintos al no disponer de mayoría absoluta. Y es que en la legislatura anterior también les cedió este asiento, con la diferencia de que ahora los socialistas no controlan la mayoría y deberán, por lo tanto, apoyarse en el grupo vasco para tener mayoría frente al PP. Ambas formaciones coinciden en subrayar que la votación de Landa no forma parte de ningún acuerdo entre PNV y PSOE, sin embargo con un pacto de investidura aún sin concretar, este asiento en la Cámara puede ser un guiño de cara a un futuro. De este modo, el PNV encadena por cuarta legislatura consecutiva un lugar destacado en la Mesa. En opinión de la formación, su asiento se corresponde «con el equilibrio de fuerzas que existe en la Cámara en esta legislatura», en la que el PNV es la cuarta formación con mayor número de representantes,. Pero además, su importancia se enmarca dentro de la ya mencionada pérdida de mayoría absoluta de los socialistas en la Cámara de representación territorial. Tras el resultado electoral del 10N, necesitarán apoyarse en otras formaciones para iniciar el procedimiento del 155, el artículo que dota al Estado de un mecanismo coactivo para obligar a las comunidades autónomas que incumplan las obligaciones impuestas por la Consitución del 78. Si hasta ahora el PSOE se bastaba con él mismo para aplicarlo, ahora su puesta en marcha pasa necesariamente por un acuerdo con el PP. Con los 113 escaños del PSOE y los 96 del PP en el Senado, ambos reunirían juntos 209, que superan con holgura la mayoría absoluta necesaria para activarlo.

Entre la anécdotas de la sesión de ayer destacaron los selfies y saludos iniciales que intercambiaron sus senorías antes del inicio de la sesión. Y también los acatamientos –denuciados por el senador Javier Maroto tras la sesión– de algunas de sus señorías. Los senadores de ERC dijeron «por la libertad de los presos políticos, por el regreso de los exiliados, hasta la constitución de la república catalana, por imperativo legal, sí, prometo» mientras que los dos de Teruel Existe acataron la Constitución mencionando a la España vaciada y pidiendo «equilibrio territorial».

En su primer discurso como presidenta del Senado, Pilar Llop lanzó un mensaje social, centrado en la lucha contra el cambio climático y la igualdad de género. Pidió terminar con la violencia machista, para lo que reivindicó «el consenso del Pacto de Estado contra la violencia de género» e hizo énfasis en la necesidad de que el Senado se ocupe de los problemas de los ciudadanos y se conozca mejor.