Constitución
Roca: «Las Cortes podrían reglamentar el desbloqueo»
«Falta voluntad política». El padre de la Constitución cree que no es pertinente retocarla para lograr pactos estables
Se ha convertido ya en un lugar común invocar una posible reforma de la Constitución para resolver la crisis política del momento: un sistema electoral pretendidamente injusto, la prioridad del pago de la deuda en los presupuestos y, fundamentalmente, el rediseño del modelo territorial del Estado para hacer frente al desafío soberanista en Cataluña. Poco puede sorprender, por tanto, que se hayan hecho escuchar voces en las últimas semanas defendiendo la necesidad de modificar la Carta Magna para facilitar a los partidos políticos la tarea de investir a un presidente del Gobierno, un cometido cuya materialización parece resultarles poco menos que imposible. Con la perspectiva que proporciona ser uno de los padres de la Constitución –el único aun entre nosotros junto a Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón– Miquel Roca i Junyent ofrece sus reflexiones al respecto a los lectores de LA RAZÓN.
«Ideas muy concretas sobre una posible reforma de la Constitución las tengo, pero creo que sería muy petulante por mi parte darlas en este momento», comienza el que fuera representante por la Minoría Catalana en la ponencia para elaborar el anteproyecto de Carta Magna para la España postfranquista a finales de los setenta. Para Roca «pueden encontrarse fórmulas de desbloqueo sin necesidad de ninguna reforma». La solución podría estar en que «las Cortes tienen una capacidad de reglamentar enorme». Esta misma semana ha habido un ejemplo de cómo las Cámaras pueden hacer frente a nuevos retos que surgen derivados de la evolución política de la nación sin necesidad de retocar la Carta Magna. Roca recuerda como prácticamente cada diputado utilizó formulas dispares para jurar o prometer la Constitución: «Hay margen para negociar».
«El tema de la gobernanza», explica el padre de la Constitución, «preocupa no sólo a las sociedades mercantiles. También preocupa en política hasta el punto de que es uno de los temas que centra los debates en todas las reuniones del G20 y del G7. Podría perfectamente existir un acuerdo de gobernanza firmado por partidos políticos en el que se pongan de acuerdo en lo siguiente: si transcurridas todas las votaciones que sean pertinentes no se logra una investidura exitosa todos los firmantes se comprometen a que si hay elecciones se debe invistir al mas votado con la abstención de todos los demás». En opinión del jurista catalán esta solución es «garantista y no perjudica los derechos de nadie». Prueba de ello es que en los ayuntamientos se hace desde hace lustros «y nadie a puesto nunca en duda que esto es lo correcto... ¿por qué no se puede aplicar en la vida de la nación aquello que funciona en la vida de los municipios?».
Según la propuesta adelantada por Miquel Roca, una vez investido, el nuevo presidente se encargaría de lograr una mayoría parlamentaria estable que le permita avanzar a lo largo de la legislatura. El procedimientio es garantista porque la oposición podría activar en cualquier momento una moción de censura. Esta sería una de las maneras posibles de lograr salir del bloqueo porque, como el padre de la Constitución asegura «hemos salido del paso en anteriores crisis y no es necesario invocar nuevas reformas a cada paso que damos. En cualquier caso, Roca deja para el final la que parece ser la causa de todos los males. «Mecanismos los hay... lo que falta es voluntad politica», concluye.
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