Tu Primus
Dejamos atrás el ecuador a bordo del Juan Sebastián de Elcano
En nuestro diario de abordo del buque escuela de la Armada tras poco más de dos semanas de travesía
Tras una semana llena de nuevas experiencias y anécdotas, aquí estamos de nuevo para transportaros aunque solo sea durante unos párrafos, “a bordo” del buque-escuela Juan Sebastián de Elcano. Esta vez los afortunados de relataros nuestra singladura semanal somos los guardiamarinas Fernando González de Canales y Álvaro Babé Pérez de Villar.
No es una semana cualquiera ya es que el pasado miércoles logramos el hito de cruzar el Ecuador tras poco más de dos semanas de travesía. Y esta vez, no es simplemente un cruce más de los muchos que han tenido lugar en este nonagenario buque. Esta ocasión es especial porque es la segunda vez en la historia de este buque en la que se consigue cruzar únicamente a vela. Conviene destacar que para lograrlo dependemos enormemente de la meteorología, la cual nos condiciona en todo momento.
Estas semanas hemos tenido unas condiciones meteorológicas un tanto dispares. Las dos primeras estuvimos apoyados por los vientos alisios, grandes aliados de los navegantes desde tiempos inmemoriales y que nos posibilitó avanzar de forma considerable en nuestra derrota rumbo a Río de Janeiro. Sin embargo a partir de la segunda semana, amainó el viento hasta el punto de tener que plantearnos arrancar el motor y con ello decir adiós a nuestro reto.
A pesar de esto, finalmente lo hemos conseguido. Nuestras singladuras, por esta zona intertropical, se resumían en buscar sin descanso los fuertes chubascos propios de esta zona, apoyarnos en ellos y así mitigar la falta de viento.
Antes de entrar de lleno en la celebración del paso del ecuador, queremos relatar un hecho muy emotivo que se produjo poco antes en la mar. Y no es otro que el encuentro con el Buque de Investigación Oceanográfica “Hespérides”, el cual se dirige actualmente hacia la Antártida. Allí comenzará con su habitual campaña científica, poniendo de manifiesto la vocación global de la Armada en defensa de los intereses marítimos de España y de los españoles. Los encuentros en la mar entre buques de la Armada son siempre muy emocionantes, suponen una muestra de unión entre nuestras unidades cuando estamos desplegados en el exterior y siempre es conmovedor encontrarse, aunque sea a unos cuantos metros de distancia, con conocidos e incluso amigos en nuestro medio de vida, la mar.
Y ahora sí, con el paso al hemisferio Sur, el pasado jueves tuvo lugar la celebración del paso del Ecuador, hito que supuso mucho para la dotación del “Elcano”: como marca la tradición en los buques de la Armada, el barco fue tomado por el mismísimo señor de los mares, el rey Neptuno.
Bajo su mando, las actividades cotidianas fueron reemplazadas por el ritual del Paso del Ecuador para neófitos (aquellos que todavía no habían cruzado el ecuador), una gran comida en cubierta, infinidad de juegos y mucha diversión. Como es tradición, se llevó a cabo el bautismo de estos neófitos en una enorme olla de dudosa composición, con algún que otro pulpo. Seguido de ello no podía faltar el corte de pelo como tributo (del que más de uno se acordará hasta su llegada a Río de Janeiro) y un trago del brebaje de los piratas.
En esta celebración la dotación pasa un día distendido y en familia. Es una gran ocasión para hacer piña y conocernos los unos a los otros. Siempre es bueno y más en el ámbito militar conocer a fondo al equipo con el que vas a estar seis meses codo con codo.
Tras todas estas vivencias, nuestro Comandante volvió a tomar el poder y gobierno del buque, reestableciéndose el orden. Estamos seguros de que la dotación nunca olvidará este día tan especial y mucho menos personajes como el Paje del rey o la sirenita varada.
Terminamos la semana con un acto de lectura de “Leyes Penales” en la toldilla, acto sencillo pero muy emotivo donde el Comandante tiene la oportunidad de reunirse con su dotación, agradecerles el trabajo realizado y exhórtales a que continúe siendo así. Motivos para la felicitación había y es que tras más de 3 semanas en alta mar, se consiguió navegar nada menos que más de 3000 millas náuticas, llegando a alcanzar el paralelo 16 Sur solo con la ayuda de nuestras 20 velas. Finalmente tuvimos que arrancar el motor y así llegar a tiempo para fondear y adecentar el barco de cara a los próximos actos protocolarios e instituciones en Rio de Janeiro.
Nos encontramos a un día del ansiado fondeo en las islas Marhicas, en las inmediaciones de la bahía de Guanabara, y a solo dos de entrar en la maravillosa ciudad carioca, tras 27 días de navegación. Para nosotros, arribar a Rio de Janeiro tiene un significado muy especial y emocionante, y es que se cumplirá una de las primeras efemérides en el marco de la conmemoración del V Centenario de la primera vuelta al mundo. Tal efeméride se remonta al 13 de diciembre de 1519, cuando la expedición al mando de Fernando de Magallanes fondea en la bahía de Santa Lucía, hoy de Guanabara.
Trataremos, con humildad, pero con decisión, rigor y orgullo, dar a conocer la gesta española de la primera circunnavegación, culminada por el marino español Juan Sebastián de Elcano. Y que mejor oportunidad para hacerlo que en las jornadas de intercambio que se celebrarán con alumnos universitarios de la ciudad de Rio para exponerles y debatir lo que significó la primera circunnavegación a la tierra.
Estamos deseosos de poder contar todo lo que vivamos allí, empaparnos de la cultura local y relatar todas las aventuras que allí encontremos y anécdotas que seguro, podremos recordar con cariño en un futuro.
Aquí se lo contaremos en una semana pero mientras, este bergantín-goleta no duerme, por lo que todavía nos quedan muchas millas que mostrar.
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