La investidura de Sánchez

Casado constata que Sánchez sólo quiere pactar con Podemos

El presidente en funciones se ha reunido esta mañana en el Congreso con el líder de la oposición 36 días después de las elecciones generales

Tras 40 minutos de reunión esta mañana en el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder del Partido Popular, Pablo Casado, han constatado lo que ya sabían: que cualquier posibilidad de acuerdo entre ambos de cara a una investidura del candidato socialista es imposible. Las rostros serios de ambos antes de dar comienzo a la reunión, sin apenas mirarse mientras se daban la mano ante los fotógrafos, ya presagiaba lo que Casado, en su comparecencia posterior ante los medios, ha verbalizado: “Me voy más preocupado de lo que entré en la reunión. Este simulacro de acercamiento al PP demuestra que Sánchez está instalado en el no es no a cualquier alternativa que no pase por el pacto con Podemos”. Para Casado, “el problema es Sánchez” y “no sus socios indeseables”.

Este contacto entre Sánchez y Casado se enmarca dentro de la agenda que el líder del PSOE y su equipo negociador mantendrá durante toda la semana con los grupos parlamentarios y con los presidentes autonómicos. Según Casado, “nadie en España entendería que el PP facilitara un acuerdo con Podemos. Sería como pedirle al PSOE que facilitara un Gobierno del PP con Vox de vicepresidencia”. Y ha añadido: “Sánchez ya ha elegido y está atrapado. Está esperando el certificado desde la cárcel para el acuerdo que libremente ha elegido. El PP no puede abstenerse, sería letal para España”.

Casado ha relatado que, durante la reunión, ha preguntado “más de cinco veces” a Sánchez si contempla alguna alternativa distinta a su acuerdo con Iglesias: “Ha pedido que nos abstengamos para facilitar un Gobierno comunista con Podemos en el Consejo de Ministros. No plantea ninguna alternativa”. Además, el líder del PP ha trasladado al presidente en funciones que, en su opinión, “tiene más alternativas”. En concreto, dos: “Un Gobierno en solitario del PSOE con los apoyos que intentó en 2016, con Podemos y Ciudadanos y, por otro lado, un Gobierno en solitario con el apoyo de los partidos de izquierdas y regionalistas con la abstención de Cs”. En esos escenarios, que Sánchez ha rechazado según Casado, el PP plantearía “facilitar la gobernabilidad”. Lo haría, según Casado, con el ofrecimiento de numerosos pactos de estado, un acuerdo de presupuestos, la respuesta conjunta en Cataluña y un acuerdo constitucionalista en Navarra. En todo caso, tal y como ha insistido en varias ocasiones, “lo que tenemos que decir es que el PP no va a ser una coartada a una decisión libre y voluntaria tomada tras el 10-N e intentada en hasta cuatro ocasiones. El PP no puede blanquear el pacto del PSOE con Podemos”.

Tras 36 días en los que, desde el 10-N, no ha habido contacto entre ambos líderes, Casado acudía a la reunión con Sánchez con el objetivo como líder de la oposición. Tal y como ha informado hoy este diario, el presidente del PP tiene claro que el acuerdo entre los socialistas y Podemos contará finalmente con el apoyo de los independentistas y que, por tanto, se cerrará. Casado, por tanto, también dar por hecho lo que se ha bautizado como “Gobierno Frankenstein”. Del mismo modo, el líder popular tampoco buscará conectar con la vía de los 221 diputados, esa alianza PSOE, PP y Ciudadanos que defiende Inés Arrimadas en nombre de la formación naranja: "La vía Arrimadas es una buena propuesta para contestar a los medios. Juego muy mal de farol”.