Cataluña
Los “Países Catalanes” inexistentes a los que Torra alude en su mensaje navideño
El presidente de la Generalitat felicitó la Nochebuena a través de Twitter, tratando de extender la causa independentista a la Comunidad Valenciana y Baleares
Quim Torra, presidente de la Generalitat, ha hecho uso de sus redes sociales para felicitar la Navidad. En su mensaje ha hecho alusión una vez más a los “Países Catalanes”, abriendo un gran debate sobre éste término. Para ello, el presidente catalán recurrió a un fragmento del Canto de la Sibila, interpretado tradicionalmente en Mallorca, desde la Edad Media.
El objetivo de este mensaje es claro: alentar a los movimientos separatistas de Baleares y Valencia. Torra se esfuerza en grapar las regiones de lengua catalana, aunque estas ni siquiera han apoyado abiertamente la deriva catalana.
De esta forma, el gobierno de la Generalitat sigue en su intento de conseguir apoyos para su causa y ve en sus vecinos la posibilidad de lograrlo. Sin embargo, este objetivo se ve complicado para los independentistas, ya que, aún existente, el separatismo en estas regiones es infinitamente inferior que el de Cataluña.
De hecho, una encuesta realizada por la Generalitat el pasado octubre de 2017, reveló que el 94% de los valencianos rechaza las tesis independentistas. Lo mismo ocurre con las Islas Baleares, donde un 63% de los ciudadanos están en contra de que Cataluña se convierta en un estado independiente. Este pasado diciembre se celebro la manifestación anual a favor de la autodeterminación de Baleares y apenas logró reunir a 1500 personas. La coalición de Més, partido independentista, con el PSOE y Podemos le da muchos sillones en el gobierno, pero poca fuerza en las calles. Gobierno de pocos para muchos.
Este mensaje navideño llega apenas un mes después de que el Parlament aprobase una propuesta en la que se afirma que Cataluña no es solo independiente de España, sino que forma parte de algo más grande, de una nación, los “Países Catalanes”.
¿Existen o podrían existir los “Países Catalanes”?
Curiosamente el término fue acuñado por un intelectual valenciano, Joan Fuster, que publicó un ensayo literario en 1962, Nosaltres els valncians, en el que afirma: “Los valencianos de la zona catalana deben luchar por el que es su único futuro normal: los Países Catalanes.”
El autor defendía la idea de que había dos tipos de valencianos, los que hablan catalán, que debían unirse a Cataluña y Baleares para mantener una misma esfera cultural y lingüística; y los castellanoparlantes, más asentados en el interior, a los que Fuster consideraba un estorbo en el camino hacia el nacionalismo. También, dejó claro en sus escritos que el termino de “Países Catalanes” era provisional, y que el nombre real debía ser Cataluña, una vez se unificasen los territorios. Un claro alegato a que Cataluña debía ser el territorio dominador sobre el resto.
La obra de Fuster debemos enmarcarla en plena dictadura franquista, cuando el valenciano, al igual que otras lenguas de España, como el euskera, el gallego y, evidentemente, el catalán, fueron perseguidas y hasta cierto punto desterradas. Pero con el inicio de la transición y la llegada de la democracia, éstas lenguas dejaron de estar prohibidas, llegando a ser cooficiales en las distintas comunidades autónomas.
Ahora, el independentismo catalán más radical quiere liderar una unión, más bien una imposición, sobre el resto de territorios, basándose principalmente en la lengua. El problema es que nunca ha existido tal territorio, al igual que Cataluña nunca fue un estado independiente. Es más, a día de hoy sigue el debate sobre si el catalán y el valenciano son la misma lengua, o si se trata sobre ésta última de un dialecto del primero.
En cualquier caso, todos conocemos la existencia de la Corona de Aragón autónoma, cuando se unió a Barcelona en el siglo XII. Desde ese momento, la Corona no solo incluía regiones como Navarra, Cerdeña, Montpellier o Napoles, entre otras, sino también territorios que ahora Cataluña defiende como suyos.
En 1459, se comenzaría la unión entre el reino de Castilla y el de Aragón, dando lugar a lo que más adelante sería España. Esto contradice claramente la tesis independentista, que afirma que España invadió los territorios catalanes unidos en la Corona de Aragón: Cataluña, Valencia y Baleares. Sí, es cierto que el catalán, junto al aragonés y el latín, era el idioma oficial, pero nunca fue un territorio invadido porque nunca se trató de una guerra, más bien todo lo contrario, fue una unión.
No sería hasta el siglo XVIII cuando Felipe V abolió instituciones y leyes en toda la corona aragonesa, después de la Guerra de Sucesión. Un 11 de septiembre se convirtió entonces el día de los independentistas, la diada, fecha en la que Cataluña perdió frente a Felipe V. Este momento es la base sobre la que se apoyan ahora Puigdemont, Torra y compañía, aunque los primeros conatos de independencia surgirían a principios del siglo XX, respondiendo a la situación política de ese momento y no a ningún hecho histórico.
Los “Países Catalanes” de los que hace honor el presidente de la Generalitat no es más que un modo de influir en la sociedad para fomentar el apoyo independentista, que sin embargo sigue descendiendo, según las últimas encuestas, careciendo además de ningún tipo de sustento histórico.
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