Estado Islámico

El “califa” de Daesh exige lealtad a los musulmanes españoles

Difunde en castellano la fórmula de juramento y adhesión a su persona

Combatientes de daesh en el momento de formular el juramento de lealtad
Combatientes de daesh en el momento de formular el juramento de lealtadlarazon

Ibrahim Ashimi, el nuevo jefe del Estado Islámico, autoproclamado “califa” de los musulmanes, pretende que los españoles que profesan esta religión se unan a sus filas y le juren una adhesión inquebrantable.

Nuestro país figura, cada día con más frecuencia, en las publicaciones que hace la banda terrorista, que procura traducir al castellano todos los mensajes con el fin de que aquellos posibles adeptos que no conozcan el árabe conozcan el contenido de las proclamas.

En un vídeo difundido esta mañana, de más de 11 minutos de duración, dedica la última parte a difundir la fórmula de juramento. Se ve a un grupo de combatientes que repiten, frase a frase, en árabe, lo que se les dice y, debajo, figura la traducción en español:

“Juramos lealtad al Amir Munneen, el califa se los musulmanes, Shaykh al Mujahid Abu Ibrahim-Hashimi al Qurashi, escuchar y obedecer en lo que agrada y desagrada, en tiempos fáciles y difíciles, sin wegoismo. Y no disputar la autoridad con los que están al mando, excepto si vemos incredulidad clara de la que tengamos prueba de Alá. Alá es testigo de lo que dije”.

Parece difícil que alguien se pueda rebelar contra el mando en función de una inspiración de Alá, con lo que la dictadura de los jefes está garantizada en función, como es habitual, de “preceptos” religiosos además del fanatismo que caracteriza a estos individuos.

Resulta preocupante la creciente atención que Daesh presta a España y que ya ha dado sus “frutos”, como ha quedado demostrado con las últimas detenciones realizadas por las Fuerzas de Seguridad, en especial las habidas en la localidad madrileña de Parla, una en octubre y la segunda este mes, de individuos fanatizados dispuestos a cometer atentados en cualquier momento para convertirse en “mártires”