Pedro Sánchez
La inhabilitación de Torra pone en riesgo la investidura de Sánchez
ERC convoca una reunión de la dirección. Se celebrará esta mañana, en paralelo al inicio del debate en el Congreso, y servirá para analizar el «calendario político inmediato»
La decisión de la Junta Electoral Central (JEC) sobre la inhabilitación de Quim Torra ha desatado un terremoto político que amenaza con frustrar la investidura de Pedro Sánchez, atada desde el jueves, cuando ERC selló su abstención. Los republicanos, que han convivido con una dura presión durante todo el proceso de negociaciones con el PSOE –de hecho, ha puesto más en riesgo que nunca la continuidad del Govern por los choques que ha originado con JxCat–, reunirán a las 10.30 horas a la dirección para abordar el nuevo escenario político. En concreto, Esquerra informó ayer de que el encuentro servirá para analizar la decisión de la JEC, coordinar la respuesta y valorar las consecuencias en el calendario político inmediato.
En ningún caso, ERC se planteó ayer públicamente modificar su postura de cara a la investidura, aunque la presión sobre el partido de Oriol Junqueras creció de manera exponencial y su postura, ahora, queda debilitada ante el independentismo. De hecho, el respetado exdiputado en el Congreso de ERC, Joan Tardà, aseguró a través de las redes sociales que la JEC «no conseguirá reventar la investidura», un mensaje que reafirma la luz verde de ERC a la reelección de Sánchez. El propio Junqueras, en otro mensaje también a través de las redes sociales, no dio ninguna pista en ese sentido y se limitó a dar su apoyo a Torra, y a pedir la preservación de las instituciones catalanas. El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, se mostró mucho más contundente y tachó la decisión de la JEC como un «golpe de estado». La abstención de ERC es imprescindible para que prospere la investidura de Sánchez: los republicanos, además, se reunirán cuando haya dado ya inicio el debate de investidura, que arrancará a las 9 horas y, en ese momento, ya habrá intervenido, previsiblemente, Sánchez.
En cualquier caso, además de abordar el escenario político con la mirada puesta en la investidura de Sánchez, los republicanos también deberán analizar la nueva situación que se abre en la política catalana. Y es que una vez se notifique la decisión de la JEC a Torra, Pere Aragonès, como vicepresidente de la Generalitat pasaría a ocupar la presidencia, una circunstancia que había levantado también muchas suspicacias en JxCat, que ha estado tanteando fórmulas para evitarlo. Si bien. la decisión de la JEC se ha anticipado y ahora el margen es menor para remediarlo.
Con esta decisión de la JEC, además, JxCat recupera oxígeno y protagonismo tras días en los que los focos se habían posado sobre ERC después de lograr un provechoso acuerdo con el PSOE para la investidura, que incluía todas las exigencias que habían planteado. Los neoconvergentes se han dedicado durante las últimas horas a verter todo tipo de críticas sobre ese pacto de la investidura y la inhabilitación de Torra, además, ahora se convierte en un argumento de peso: precisamente, una de los principales reproches que se lanzaban desde las filas neoconvergentes era la desconfianza que suscitaba el PSOE porque el acuerdo no contemplaba la figura del «relator» como garantía.
Carles Puigdemont, en este sentido, por la mañana cargó contra la forma de proceder de los republicanos y redobló la presión con una nueva propuesta: crear una mesa de negociación entre los partidos independentistas para decidir «el contenido y los acuerdos” del diálogo con el Estado. «Es por donde deberíamos de haber comenzado», aseguró, en un mensaje a través de las redes sociales. Por la tarde, como respuesta a la inhabilitación de Torra y la decisión de la JEC también sobre Oriol Junqueras, que le dejó sin acta de eurodiputado, tildó de «golpe de estado» todo lo ocurrido. «Miserables. Después de perpetrar un golpe de Estado inhabilitando al president Torra, ahora se atreven a vulnerar los derechos de Oriol Junqueras y desafiar a la UE», aseguró a través de las redes sociales.
Por otro lado, la CUP apeló a la desobediencia. El diputado Carles Riera aseguró que «ningún tribunal puede decidir quién ocupa la Presidencia de la Generalitat». «Si el delito es desobedecer, desobedezcamos», dijo a través de las redes sociales. La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, calificó ayer la decisión de la JEC como un «ataque intolerable» a la soberanía del Parlament. Paluzie afirmó que al presidente de la Generalitat lo elige el Parlament y solo la cámara lo puede destituir, y exigió en este sentido a los partidos independentistas que lo eligieron que lo ratifiquen en su cargo como presidente de la Generalitat, y pidió al PSC que vote a favor.
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