ERC

La tensa conversación de Puigdemont y Torra: «A ERC ni agua»

Tras conocerse la decisión del Supremo sobre la inhabilitación del president se han disparado los recelos entre los socios y también los cálculos electorales

Fue una conversación larga y tensa entre Quim Torra y Carles Puigdemont, ambos alterados por los dos mazazos judiciales recibidos. Poco antes de comparecer en el Palau rodeado por todo su gobierno, el presidente de La Generalitat con su escaño vacante, y su antecesor en el cargo desde Bélgica, planificaban la respuesta. La convicción de que Pedro Sánchez les ha mentido era unánime al recordar las palabras del candidato socialista durante el debate de investidura, en las que abogaba solemnemente por «desjudicializar el conflicto político de Cataluña».

La Junta Electoral Central, el Tribunal Supremo y el juez Pablo Llarena no opinan lo mismo y el mundo soberanista comprueba ahora el por qué de las prisas de Sánchez para atar y formalizar la investidura. Las críticas hacia Esquerra Republicana por su abstención para pemitir que el líder del PSOE se mantuviera en Moncloa fueron enormes y, según su entorno, el prófugo eurodiputado diseña toda una campaña de desafíos, que será seguida al dedillo tanto por Torra como por JuntsXCat. Las mismas fuentes advierten que Puigdemont fue muy claro y lanzó su definición: «Sánchez se ha tirado a la pista sin agua, es un pérfido aventurero». En efecto, en círculos independentistas se asegura que, de haberse conocido antes la decisión del Tribunal Supremo contra Torra y la petición para revocar la inmunidad de Puigdemont, la investidura de Sánchez no habría salido adelante. «Les han engañado como pardillos», afirman airados dirigentes de JuntsXCat ante la posición de ERC. Aunque la posición oficial de Torra y el Govern es resistir, blindarse en el Parlament mientras siguen los trámites en el Supremo, en el entorno de Torra y Puigdemont confirman que «el contador ya está a punto». Es decir, de momento prietas las filas y ganar tiempo, pero con la vista en unas próximas elecciones catalanas. Según las mismas fuentes, Torra sería partidario de convocarlas en dos meses, cuando la decisión del Supremo sea ya firme, mientras Puigdemont prefiere dilatarlo algo más para «montar mucho ruido» y hacer campaña desde su escaño en el Parlamento Europeo.

Reproches y amenazas

Lo que de ninguna manera permitirá Carles Puigdemontes que el actual vicepresidente del Govern, Pere Aragonés, asuma las riendas de la Generalitat una vez la inhabilitación de Torra sea firme. «A ERC ni agua», dicen en su entorno y en JuntsXCat. La desconfianza entre los socios es de campeonato y los cálculos electorales se han disparado.

La mañana del viernes se vivió en el Palau una auténtica jornada de infarto, llena de reproches y amenazas, admiten fuentes del Govern. Finalmente, tras la conversación entre Torra y Puigdemont, se acordó apuntalar al president, blindarle en el Parlament aún a costa de incurrir en un delito de desobediencia, y escenificar una ficticia imagen de unidad. La estrategia que han disenado en JuntsXCat es clara: aislar a ERC y no sustituir bajo ningún concepto a Quim Torra cuando se confirme la sentencia. El horizonte son elecciones y el contador está ya en marcha a la espera del Tribunal Supremo.

Resistencia numantina y toda una ofensiva jurídica para ganar tiempo. El plan es formalizar recursos ante el Tribunal Supremo que frenen la inhabilitación de Torra y una batería de iniciativas que consagren al Parlament autonómico como única institución que puede hacerlo. El próximo martes, su presidente, Roger Torrent, ha convocado una Mesa de la Cámara que se prevé muy bronca y primera prueba para la resistencia de Torra. Los grupos independentistas reafirmarán su desobediencia, mientras el PP y Ciudadanos anuncian querellas contra Torrent por prevaricación, impugnación de votaciones y boicot a las decisiones del Govern. Ante la anunciada intención de Pedro Sánchez de reunirse con Torra, la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha sido tajante: «El señor Torra es ya un okupa», en prueba de que está inhabilitado como presidente de la Generalitat.

En paralelo, Puigdemont no se quedará quieto. Mañana lunes ocupará su escaño en el Parlamento Europeo, junto a Toni Comín, y emprenderá un bloque de acciones desafiantes contra el estado opresor. Mientras se tramita el suplicatorio que el juez Pablo Llarena ha solicitado a la Eurocámara para revocar su inmunidad, el ex presidente fugitivo puede moverse libremente por toda Europa y así piensa hacerlo. En unas semanas, protagonizará un gran acto en Perpiñan, bajo el paraguas del Consell de la República. Según su entorno, el alcalde de esta localidad, para ellos de la Cataluña Norte, Jean Marc-Pujol, está en contacto con la Generalitat y el propio Puigdemont para su celebración «a todo gas». Los soberanistas esperan una asistencia masiva, cercana a cien mil personas, en lo que será todo un mitin contra España y a favor de la liberación de los presos catalanes condenados por el TS.

El acto tendrá lugar en un espacio exterior y se desplegarán autobuses desde toda Cataluña para denunciar «la represión del estado español y las victoria judiciales en Europa».

El ex president Carles Puigdemont y Toni Comín gozan de inmunidad fuera de España, algo que no ocurre si ponen un pie en nuestro país, dado que están procesados en rebeldía. De momento, el juez Pablo Llarena ha cursado el suplicatorio a la Eurocámara y advierte que si regresan podrían ser detenidos. Por ello, la intención de ambos es utilizar al máximo su escaño como un potente altavoz contra el estado opresor. «Sigo siendo el presidente legítimo», reitera el fugitivo a todos cuantos quieren escucharle, mientras diseña nuevos desafíos.

Según su entorno, está muy fuerte tras los buenos resultados electorales de JuntsXCat, con ocho diputados en el Congreso, liderados por las dos nuevas «delfinas» soberanistas, Laura Borrás y Miriam Nogueras. Ello les convierte en un paladín del soberanismo frente a Esquerra Republicana, que ha perdido dos escaños y que, en su opinión, aparece muy debilitada tras su apoyo a Pedro Sánchez mientras Oriol Junqueras sigue en la cárcel. «Ha sido el tonto útil, a ver cómo se lo explican a sus bases», advierten los neoconvergentes ante una campaña a cara de perro. Así las cosas, en el entorno de Puigdemont insisten en que, hoy por hoy, su objetivo es liderar el independentismo frente a ERC. De momento, su ofensiva está en Europa y su sucesor, Quim Torra, piensa inmolarse tras la inhabilitación como un mártir del «procés». El horizonte de las elecciones catalanas es inminente y la tensión crece. Ya se lo dijo el Rey a Pedro Sánchez. El dolor empieza ahora.