Política
Alfonso Fernández Mañueco: “Castilla y León es igual que Cataluña”
El Presidente de la Junta de Castilla y León afirma que si Pedro Sánchez quiere un diálogo real y leal no tendrá ningún problema con Pablo Casado
–¿Cómo ven el pacto del PSOE con ERC desde Castilla y León?
–Con mucha preocupación porque Pedro Sánchez ha elegido un camino que no es bueno para el interés general. Además, está cruzando líneas bastante peligrosas y, en algunos casos, está traspasando la propia Constitución española. El análisis de los resultados electorales del 10-N confirma que la mayoría de los españoles estuvimos en la moderación y en la Constitución. Y el problema no está en que se dialogue con fuerzas extremistas o independentistas, sino en sobre qué se dialoga y qué se negocia. Porque sus socios ya nos han dicho que su prioridad no es la gobernabilidad de España, que «les importa un comino» como dijo la portavoz de ERC en el Congreso. No es aceptable que se haga nada que afecte al principio de igualdad entre todos los españoles y al modelo de financiación. Por todo esto, el pacto se ve con preocupación e incertidumbre. No creo que sea bueno ni para Cataluña ni para España.
–¿En qué se está traspasando ya la Constitución?
–Se traspasa cuando se acepta sostener un Gobierno en la exigencia de ERC y del PNV de que España se tiene que adaptar a las pretensiones de partidos que no creen en España. Vamos a ver qué ocurre en esa «mesa» bilateral que ha pactado Pedro Sánchez con ERC y vamos a ver qué se negocia. Por supuesto que la negociación entre el Gobierno de España y las comunidades es buena y saludable, pero debe afectar a aquellos temas que conciernen a las dos partes y que están dentro de sus ámbitos competenciales. Sobre los que nos afecta a todos, debemos dialogar y acordar todos. El objetivo de ERC es seguir dando pasos para ir avanzando hacia sus metas, la independencia y la República catalana, y esto no lo puede negar nadie. Ellos mismos son muy claros y transparentes al respecto. No engañan a nadie.
–¿La «mesa» de Gobierno a Gobierno entre Sánchez y la Generalitat encaja en la Constitución?
–No. Pero sí está dentro de la Constitución una negociación bilateral, de acuerdo con los instrumentos institucionales establecidos, que se ajuste a cuestiones administrativas y del funcionamiento del Estado. Las comunidades negociamos con normalidad con el Gobierno central desde la lealtad a las instituciones del Estado. Un marco que la Generalitat siempre ha querido traspasar, y Pedro Sánchez ha aceptado que así sea. Los partidos independentistas siempre han querido que la Generalitat avance en la ruptura de las ligaduras con el Estado español y es en esto, por desgracia, en lo que estamos.
–¿Las comunidades tienen alguna vía para hacer frente a esta negociación bilateral?
–Hay medidas a corto, a medio y a largo plazo. Aunque hay que decir que el presidente del Gobierno es el primer obligado a defender y hacer cumplir la Constitución española, el ordenamiento jurídico y el principio de igualdad entre todos los españoles, vivan donde vivan. Pero las comunidades también tenemos a nuestro alcance mecanismos de presión y de oposición frente a cesiones que alteren el modelo autonómico.
–¿A qué mecanismos se refiere?
–La multilateralidad es un principio básico para garantizar la igualdad y la solidaridad en todo aquello que nos afecte a todos, como es, por ejemplo, el modelo de financiación de nuestros servicios públicos. No se puede cuestionar, y mucho menos puede hacerlo el presidente del Gobierno de España, que aquello que nos afecta a todos debe ser negociado entre todos. Por eso hago un llamamiento al PSOE para que vuelva a los consensos constitucionales en los asuntos de Estado. Nos consta que dirigentes políticos, militantes y votantes del PSOE no están nada cómodos con esta situación ni con que se juegue a ser un aprendiz de brujo con temas tan delicados y sensibles. No vamos a permitir que Pedro Sánchez hable de cuestiones que afectan a todos los españoles y que lo haga, además, no ya con una comunidad autónoma, sino con una sensibilidad de esa comunidad autónoma, con una parte del todo, porque no todos los catalanes son independentistas. Y que, encima, hurte ese debate a todo el mundo con su promesa de una consulta sólo para los catalanes.
–Si hay esas discrepancias dentro del PSOE, ¿por qué cree usted que callan los críticos? Sólo se han escuchado algunas voces, como la de los presidentes García-Page, en Castilla-La Mancha, y Lambán, en Aragón, y tampoco desde posiciones directamente frontales.
–Ellos sabrán. Pero nos consta que hay muchos socialistas que están más cerca de la posición que defendemos muchos que de la postura de Pedro Sánchez. Es posible que hayan optado por el pragmatismo porque era necesario un Gobierno, y así lo reclamábamos todos. Dicho todo esto, también hay que decir que éste no es el Gobierno que nos hubiera gustado a todos, pero sí es un Gobierno legal y que tiene la legitimidad de los votos en las urnas. Esto no lo vamos a discutir. Ahora bien, vamos a ver qué pasos dan, pero las bases no son nada buenas.
–¿Cree que el Estado autonómico sobrevivirá a las nuevas amenazas secesionistas?
–Sí. La Constitución ha sido un modelo de éxito en su conjunto. Castilla y León es un ejemplo de cómo el modelo autonómico ha sido un éxito. Y este Estado autonómico ha demostrado que tiene mecanismos más que suficientes para poder defenderse. Se vio con el artículo 155 de la Constitución y también con la sentencia del «procés». Para hacer frente a esta situación crítica hay que avanzar en la coordinación, y le pongo el ejemplo de la Educación. Entre las medidas imprescindibles para fortalecernos frente a esta ofensiva rupturista hay que profundizar, por ejemplo, en la batalla contra la propaganda y el adoctrinamiento. Y para esto es imprescindible que se estudie la misma historia de España y que se explique sin manipulaciones qué ha sido la Transición, como pacto de convivencia.
–¿Está defendiendo que se recuperen competencias en Educación?
–No me refiero a recentralizar competencias, pero sí defiendo que se adopten las medidas necesarias, y que están al alcance del Estado, para que en todas las comunidades se conozca la historia de España. El Estado debe hacer uso de sus competencias para hacer viable el modelo educativo y para que éste sirva a los fines que le reconoce la Constitución, entre ellos la defensa de la unidad de España y de la convivencia entre todos los españoles. lo cual es perfectamente compatible con el respeto a la identidad de cada uno. Hay que recuperar consensos entre los dos principales partidos en materias tan importantes como ésta para que cada vez que haya un cambio de Gobierno no se intente imponer además un cambio de modelo.
–¿Cree que, pese al pacto de ERC con el PSOE, es necesario que PSOE y PP bajen el tono del enfrentamiento y busquen vías de diálogo y consenso?
–El PSOE ganó las elecciones y le corresponde buscar el diálogo y tender la mano a las demás fuerzas políticas. Pero, sin embargo, lo que ha hecho es abrazarse a Podemos y a ERC y cercenar el diálogo con los demás partidos constitucionalistas. No vale que a última hora intentase disfrazar sus verdaderas intenciones y dar apariencia de diálogo con aquella ronda con partidos y presidentes autonómicos. El presidente del Gobierno debe volver a la moderación, que es lo quiere la mayoría de sus votantes y de españoles. Y en la moderación y en la defensa del interés de España siempre va a encontrar al PP.
–¿Sólo el PSOE debe volver a la moderación? ¿No ayudaría que también lo hiciera el PP?
–Estoy convencido de que si el PSOE quiere un diálogo real y leal dentro de la Constitución no tendrá ningún problema con el presidente del PP.
–Lo que quiere decir es que Sánchez llame, que Casado le atenderá.
–La responsabilidad de promover ese diálogo es del presidente del Gobierno, y no tengo ninguna duda de que el presidente del PP antepondrá siempre el interés de España por encima de sus intereses personales y de partido.
–Pero más allá de quién es el responsable y quién tiene que tomar la iniciativa, ¿sería bueno que aun en estas circunstancias, se recuperase una vía de diálogo entre el Gobierno y el líder de la oposición?
–El diálogo siempre es bueno con lealtad y respeto a la Constitución.
–¿Aceptaría que la solución para el problema catalán sea una nueva reforma estatutaria que conceda a la Generalitat un estatus privilegiado? ¿O Castilla y León debe tener lo mismo que consiga Cataluña?
–Si hubiera una reforma estatutaria habrá que ver en qué consiste porque puede traspasar por la vía de los hechos la Constitución española. Ya ocurrió con el anterior Estatuto catalán, que tuvo que rectificar el Tribunal Constitucional. Pero, por supuesto, defiendo la igualdad de todos los españoles. Y aunque hay que respetar las peculiaridades de cada territorio, nosotros no podemos pedir la competencia de puertos porque no tenemos puertos marítimos, fuera de esto es obvio que Catilla y León es igual que Cataluña. Mis paisanos tienen los mismos derechos que los catalanes o que los españoles que viven en cualquier otra comunidad autónoma. En cualquier caso, creo que España no está en estos momentos para aventuras territoriales. Hace falta sensatez y moderación dentro del marco constitucional.
–Pues hasta en León quieren independizarse de Castilla.
–Respeto la identidad y los sentimientos de cada uno. Pero Castilla y León ha demostrado como comunidad autónoma que ha funcionado con eficacia y ha sido útil a todas las provincias con lealtad a España. No me parecen prudentes las declaraciones de algunos dirigentes políticos de León porque España no está para aventuras territoriales: han hecho declaraciones inoportunas, que respeto, pero no comparto. España necesita estabilidad en la cuestión territorial.
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