El desafío independentista

Trapero ve “injusto” que se le juzgue “por hacer mi trabajo lo mejor que pude”

El mayor de los Mossos justifica la pasividad de los agentes en que “cualquier cerilla podía encender una hoguera importante”

En su segunda jornada de declaración en el juicio a la ex cúpula de los Mossos, Josep Lluís Trapero ha asegurado que se siente “injustamente tratado” y ha recordado que le provocó “una tristeza enorme” que se le imputase un delito de sedición “por hacer mi trabajo lo mejor que pude con mis compañeros”. El mando policial ha mostrado su malestar por “las cosas que he llegado a escuchar de lo que hemos hecho y no hemos hecho” durante el proceso soberanista en Cataluña. “Y lo digo desde la tristeza no, lo siguiente. Lo triste es que mis compañeros que han estado ahí piensan lo mismo”, ha añadido.

Ante el tribunal que le juzga por un delito de rebelión -por el que se enfrenta a una petición de condena de la Fiscalía de once años de cárcel- ha vuelto a desmarcarse de la hoja de ruta soberanista al asegurar que no tuvo “ni idea de los planes estratégicos” de la Generalitat, porque “nadie” se los había comunicado, desligándose así de un correo electrónico que ha puesto sobre la mesa el fiscal Miguel Ángel Carballo en el que el entonces número dos de Interior, César Puig, le informaba sobre las competencias que asumirían los Mossos en temas aduaneros en una Cataluña independiente. Trapero ya había dejado claro minutos antes al representante del Ministerio Público, barruntando el arsenal de mensajes con el que venía pertrechado Carballo, de que no tiene “la capacidad de leer absolutamente todo lo que me mandan al correo”. “Estaba constantemente reunido, no digo que no los recibiera”, ha esgrimido.

El que fuera responsable de la Policía catalana ha explicado que habían previsto que colectivos anarquistas pudieran llevar a cabo acciones violentas aprovechando las concentraciones independentistas, pero niega que se plantease la posibilidad de que utilizasen artefactos explosivos. "Con esos grupos anarquistas habíamos tenido problemas en otras concentraciones en Barcelona pero nunca se valoró que hubiera artefactos", ha recalcado.

Al igual que hizo en la primera jornada de su declaración, Trapero se ha empeñado en negar la pasividad de los agentes autonómicos durante los días claves del “procés”. Así, preguntado por la “actuación tan suave” de los Mossos el 20-S, ha asegurado que “con el clima social que había tuvimos que ser especialmente cuidadosos con el uso de la fuerza” pues, en su opinión, “hubiese sido muy difícil de gestionar un uso desmedido de la fuerza”. “Cualquier cerilla podía encender una hoguera importante”, ha mantenido.