El “Tigre”, el arma más letal del Ejército

La fábrica de Airbus Helicopters en Albacete fue testigo el pasado 14 de enero del acto de entrega del último helicóptero de ataque “Tigre” para las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra español, las conocidas como Famet. Casi 15 años después de la llegada de la primera unidad, allá por diciembre de 2005, el Ministerio de Defensa español completa un programa con un presupuesto de 1.515 millones de euros. Esta inversión ha dado para la adquisición de 24 unidades, seis de la versión HAP (Helicóptero de Ataque Polivalente) y 18 de la versión HAD (Helicóptero de Ataque y Destrucción), y para los sistemas de simulación, claves en el entrenamiento de los pilotos.

España escogió este helicóptero a principios de este siglo para sustituir a su anticuada flota de Bo-105 de fabricación alemana, veteranos que ya había sobrevolado las arenas del Sáhara Occidental cuando todavía era territorio español. El proceso de selección de una nueva aeronave no estuvo exento de polémica. Muchas opiniones dentro del Ejército apostaban por el archiconocido AH-64 “Apache” de la estadounidense Boeing, sin embargo, al final, el Ministerio se decantó por la entrada en el “Tigre”, un programa que Francia y Alemania moldearon a lo largo de los años 90 del siglo pasado, liderado por EL Grupo Eurocopter -hoy Airbus Helicopters-.

Los retornos industriales decantaron la balanza a favor de la opción europea. El programa dio lugar a la creación e implantación de una verdadera industria de helicópteros en torno a la planta de Airbus Helicopters en Albacete, con capacidad de diseño, desarrollo, ingeniería, producción, montaje y pruebas, así como de sostenimiento. El contrato se firmó en 2003 y el Ejército tuvo su primera unidad a finales de 2005. España recibió seis unidades de la versión francesa HAP y, dio un paso más, puso en marcha el diseño de su propia versión, el “Tigre” HAD. El primer helicóptero español" aterrizó en 2013 en la base del Batallón de Helicópteros de Ataque (Bhelma 1) en Almagro (Ciudad Real).

El "Tigre" español

El “Tigre” HAD, denominado HA-28 en el Ejército de Tierra, tiene un peso máximo al despegue de 6.600 kilogramos, media tonelada más que el modelo francés, debido básicamente al aumento de la protección balística de las cabinas de piloto y tirador. El incremento del peso se traduce también un motor más potente, en concreto un 14% más. Entre mejoras destaca asimismo la instalación de una segunda radio, el paso de un sistema analógico de grabación de datos a uno digital, una radiobaliza de impacto con sistema de localización y un nuevo visor. El tirador, por su parte, utiliza un novedoso casco que le permite controlar el cañón principal con una simple mirada al objetivo.

Respecto al armamento, el helicóptero cuenta, debajo del morro, con un cañón frontal de 30 mm fabricado por la empresa francesa Nexter, capaz de realizar 450 disparos por minuto y con un alcance de 2,5 kilómetros. Dispone además de cuatro puntos de anclaje en las estructuras alares para cargar diferentes combinaciones de cohetes y misiles, según la misión.

La versión española puede portar dos lanzadores, cada uno con dos misiles aire-aire Mistral de MBDA e integrar hasta ocho misiles contracarro Spike ER de la israelí Rafael. Los “Tigre” de las Famet, además, están preparados para incorporar cuatro lanzaderas, dos de 19 tubos y otras dos de siete tubos, para cohetes de 70 mm de prácticas y de alto poder explosivo suministrados por Thales. Al igual que la versión francesa, también están adaptados para lanzar cohetes de 68 mm. Aquí es bueno señalar que a los franceses les gustó tanto la versión española (HAD) que decidieron modernizar todos sus helicópteros HAP a esta configuración, trabajos que aún no han termiando.

El “Tigre” ha supuesto una revolución tecnológica y operativa para el Ejército de Tierra. Se trata de un helicóptero de ataque diseñado para misiones de apoyo de fuego, protección y lucha contracarro, con capacidad de combate tanto de día como de noche y con un elevado índice de supervivencia, potencia de fuego y capacidad de disuasión. Ha aterrizado incluso en el portaaeronaves Juan Carlos I, buque insignia de la Armada, lo que pone de manifiesto su capacidad de proyección y expedicionaria.

Toda la flota opera desde el Batallón de Helicópteros de Ataque nº1 (Bhela 1), ubicado en la base Coronel Sánchez Bilbao en Almagro (Ciudad Real). Hasta la fecha, los helicópteros “Tigre” españoles han volado más de 13.000 horas y, en el año 2013, fueron desplegados por primera vez en el exterior, en Afganistán, con la misión principal de proteger el repliegue de nuestras Fuerzas Armadas. En tierra afganas, tres de los seis HAP demostraron de su poder de disuasión en un escenario infectado de grupos insurgentes y sacaron de algún que otro apuro a las tropas españolas durante la retirada de Qala-i-Naw a la base de apoyo avanzado de Herat. Su misión consistió en dar cobertura tanto a los helicópteros de transporte pesado y medio “Cougar”, como a los convoyes terrestres.

Marruecos y su Apache

El “Tigre” cobra de nuevo relevancia después de anunciar Marruecos su intención de comprar hasta 36 helicópteros de ataque “AH-64 Apache”, el gran competidor en el mercado del helicóptero europeo. La adquisición ha llamado la atención a este lado del estrecho de Gibraltar, puesto que el país alauita pasaría a tener en unos años la mayor fuerza de helicópteros de ataque de la región, por delante de España.

Ambos modelos tienen sus puntos fuertes y débiles y, como ocurre en los sistemas de armas complejos, la operación está muy ligada a un mantenimiento correcto y a una cadena logística adecuada.

El “Apache” supera con creces en potencia de fuego al “Tigre”, pero es un helicóptero poco discreto que necesita apoyo cercano de aviones. El HAD es mucho más sigiloso, pensando para ataques sorpresa, es fácil de manejar y cuenta con una mayor autonomía hasta 800 km frente a los 500 km de su competidor. En misiones reales, el “Tigre” ha tenido altas tasas de disponibilidad, pudiendo operar sin revisiones hasta 400 horas de vuelo, mientras que el “Apache” ha demostrado ser más dependiente del mantenimiento. El “Tigre” es un francotirador silencioso, ágil, selectivo y limpio. El “Apache” ataca por saturación, es estruendoso, pesado, potente y no hace prisioneros. El debate está servido y hay opiniones para todos los gustos.

Mientras Marruecos espera sus primeros “Apache”, España debe tomar una decisión sobre la modernización de la flota de “Tigre” que acaba de completar. El futuro del helicóptero es la conocida como versión Mk III. Franceses y alemanes han dado los primeros pasos ya para actualizar sus respectivas flotas a partir de 2023. La idea es mantener la estructura de la aeronave, vaciar el armazón de componentes e instalar equipos y armamento de última generación. El Ministerio de Defensa español, por su parte, analiza desde hace algún tiempo la posibilidad de sumarse a esta evolución del helicóptero, que podría estar operativo de aquí a cinco años. La apuesta de Marruecos por el “Apache” debería ayuda a despejar las dudas.

(Especial Infodefensa.com para La Razón)