Política

Infame espectáculo

Pedro Sánchez se reúne con Iceta en Barcelona
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su reunión de este jueves en Barcelona con la cúpula del PSC y su secretario general, Miquel Iceta. EFE/ Enric FontcubertaEnric FontcubertaAgencia EFE

Sánchez se caracteriza por una continua exhibición gestual que va acompañada de la parafernalia que exigen estas representaciones, normalmente vacías de contenido eficaz. Su debut con el espectáculo de la recepción del «Aquarius», tras la moción de censura que le aupó al Gobierno, ya ha quedado en nuestra memoria colectiva. Ni Berlanga hubiera superado aquella acogida a centenares de inmigrantes a su llegada a Valencia a bordo del buque de la «humanitaria» «Open Arms». Desde entonces –y tras la crisis que aquel demagógico gesto provocó en la UE– no han cesado estas representaciones.

Ahora la «coalición progresista» ha probado de su propia medicina tras el conflicto que ha originado con los agricultores. Para Sánchez la culpa no es del Gobierno, sino de los supermercados. Si la solución es tan evidente, podían haber hablado primero entre ellos para luego decidir, y no al revés. Pero había que empezar a gobernar con «gestos progresistas», y la demagogia y el populismo son muy afines a estas políticas. Como los separatistas son expertos en estas prácticas, han pagado a Sánchez con su misma «moneda gestual». ¿Quieres presupuestos? Pues el precio es la resolución del «conflicto político» en una mesa de negociación inmortalizada en formato «modelo Pedralbes» con el inhabilitado Torra, y escenografía de reunión bilateral entre Jefes de Estado con los Mossos en uniformidad de gala y Sánchez pasando revista. ¿Quieres gestos? Toma dos tazas: las bebe Sánchez, pero la indignidad la paga España.