Inmaculada Fuentes: “Lo de Alsasua volverá a ocurrir. Solo han cambiado las pistolas por los palos”

No le ha sorprendido lo ocurrido, sabía que volvería a pasar. Inmaculada Fuentes, la madre del teniente Oscar, al que los proetarras agredieron en Alsasua junto al sargento y sus parejas volvió a revivir la angustia de aquel 15 de octubre de 2016 al enterarse de que dos guardias civiles habían sido agredidos en el municipio navarro, al lado del mismo bar Koxka donde quisieron “reventar” a su hijo al que le partieron el tobillo. “Las cosas allí -en Alsasua- siguen estando mal”, porque, asegura “están más envalentonados que nunca, más agresivos” yademás “ahora se sienten respaldados, más impunes que antes”.

Desde que la izquierda abertzale se sienta a negociar con el gobierno de igual a igual, desde que se saben indispensables para aprobar Presupuestos, leyes, o investiduras, se sienten intocables.

Fuentes destaca que la situación en Alsasua es la misma que viven muchos guardias civiles en otros pueblos de Navarra o País Vasco. “Solo se dan cuenta de que la situación de allí no es lo normal cuando se van”.

Madre y esposa de guardia civil asegura que los agentes “no tienen miedo, precaución, sí”; pero “otra cosa son las familias”. Viven la angustia de “cuando tienes hijos y no sabes lo que les va a pasar, les ves marcharse de casa, pero no sabes cómo van a volver”.

La madre del teniente de Alsasua está convencida de que se está intentando blanquear al mundo de la antigua izquierda proetarra. “Intentan que nos olvidemos, que pasemos página de los más de 800 asesinatos, de los más de 300 crímenes sin resolver... Hasta la UE nos ha dado un toque con eso”, recuerda –en relación a la expedición que mandará el Parlamento Europeo al País Vasco para investigar por qué siguen impunes- “Están haciendo como que se les ha olvidado todo. ¿Se haría en cualquier otro país? No se les ocurre”.

Inmaculada está convencida de que la agresión contra los dos agentes de la guardia civil ocurrida el jueves “volverá a ocurrir”. “Esto no se ha terminado, solo han cambiado las pistolas por los palos”. Asegura que “las nuevas generaciones, los jóvenes de 18 años ya están adoctrinados en el odio” y subraya que “se saben blanqueados y más fuertes”, advierte. “Estoy segura de que si ahora no pasa nada, si no hay consecuencias –como ocurrió con la detención y condena de los agresores del teniente y el sargento de Alsasua-, volverá a ocurrir”. Aunque las condenas a los agresores de los guardias civiles no ha frenado la nueva agresión.

Ecosistema de odio

Por su parte, el colectivo de víctimas del terrorismo Covite denuncia que la nueva agresión a un guardia civil registrada en Alsasua “evidencia un ecosistema de odio”. Además, ha exigido a todos los partidos políticos “una condena expresa de los hechos” y criticó “la ausencia de una estrategia para frenar la radicalización abertzale en el País Vasco y en Navarra”.

En un comunicado, Ordóñez, señaló que esta agresión supone "una prueba más de que la cultura del odio permanece intacta en las calles de Navarra y del País Vasco".

Ordóñez critica a las autoridades navarras y vascas por “no tener ninguna estrategia para combatir la radicalización violenta, que alcanza en estas regiones los niveles más altos de toda la Unión Europea”. “El reto de combatir la cultura del odio nos compete a todos, especialmente a las fuerzas políticas que siguen amparando el culto al asesino y la criminalización de las Fuerzas de Seguridad”.

También la Asociación Escala de Suboficiales de la Guardia Civil ( ASESGC) han condenado lo ocurrido y destaca, mediante un comunicado, que “no se trata de una mera agresión si no de una agresión organizada, llevaba a cabo por un grupo lo bastante numeroso como para proveerse de la superioridad necesaria y asegurar el éxito para causarles lesiones” y subraya que no pudo consumarse la voluntad de los agresores por la llegada de refuerzos “no por la propia voluntad de los agresores a desistir”. Por ello, destacan que esperan que se produzcan detenciones en las próximas horas. Asesg destaca que las condenas en éstas acciones no están suficientemente penadas y aboga por una reforma del Código Penal que aumente las penas con el fin de preservar la seguridad de los agentes.

También desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) manifestaron lo ocurrido a sus compañeros a quienes trasladaban a través de su cuenta de Twitter su ánimo.