José Antonio Casanueva, abuelo de Marta del Castillo: «Si encontramos el cuerpo, nos olvidamos del juicio»

–¿Cómo afrontan la noticia de la apertura del caso de Marta de Castillo?

–Con mucha ilusión y con la esperanza de saber qué pasó, y por fin terminar con esto de una vez. Mi yerno y mi hija están hechos polvo. Cada vez que se remueve algo del caso, ellos lo sufren.

–¿Qué ha motivado la apertura del caso?

–La conversación que tuvo mi yerno con Carcaño en la cárcel de Herrera de la Mancha. Tanto mi yerno como el periodista Nacho Abad han llevado a cabo unas investigaciones durante dos años en los que han mantenido absoluto silencio hasta ahora. Cuando han recabado toda documentación –que a través de Carcaño autorizó a mi yerno para poder investigar– se la ha entregado al juez. Y, por fin, ha dado el resultado.

–¿Qué le contó Carcaño a su yerno sobre la autoría del asesinato?

–Le contó que el asesinato de Marta lo había realizado su hermano. Ellos tuvieron una trifulca por asuntos económicos y, entonces, Marta intervino y con la culata de la pistola le dio varios golpes y la mató.

–¿Creyeron en algún momento que el móvil del asesinato había sido económico?

–Sí. Ya en aquel tiempo, Carcaño con ese dinero que habían defraudado al banco, compró una moto y varios equipos electrónicos.

–¿ Por qué cree que Miguel Carcaño decide contarle esta nueva versión a su yerno desde la cárcel?

–Miguel quería dar una satisfacción a la familia porque él se había inculpado del asesinato cuando en verdad había sido el hermano.

–¿Saben dónde se encuentra en estos momentos Francisco Javier Delgado, el hermano mayor de Carcaño?

–No tenemos ni idea. En principio, se comentó que estaba en Málaga con su novia, María García. Pero lo desconocemos.

–Durante la visita de su yerno a la cárcel, ¿notó a Carcaño arrepentido o con sentimiento de culpabilidad?

–Arrepentido yo no lo sé. Eso yo lo ignoro. Con sentimiento de culpabilidad, en cierto modo sí. Porque él siempre repetía que quería saber dónde habían depositado el cuerpo de Marta. Él siempre dice que, probablemente, su hermano lo habría cambiado de lugar.

–¿Cuándo arranca la nueva instrucción del caso?

–No sabemos. De momento, el juez lo que ha hecho es dar orden a la Policía para que investigue la nueva línea de investigación.

–¿Estarán buscando a Francisco Javier?

–Imagino que le estarán buscando para ver qué ha pasado con esa documentación. Pero, no lo sé. En este caso es la Policía la que tiene que actuar.

–¿Qué supondría para la familia encontrar el cuerpo después de tanto tiempo?

–Sería cerrar el capítulo y olvidarnos del juicio y de todo. Es lo que hemos requerido varias veces: que nos digan dónde está el cuerpo, través de un manifiesto privado, y que se acabe todo. Otra cosa no vamos a tener. Por lo menos, la satisfacción de saber dónde está su cuerpo y llevarle unas flores.