Una vida extraordinaria

Ayer intervine en la presentación de un libro de recomendada lectura, que he tenido la satisfacción de prologar: La vida de sor María de Jesús de Ágreda. Siendo una de las mujeres más excepcionales de nuestra Historia, no se conoce como debiera. Aunque sí repararon en ella –entre otros–, personalidades de la talla de Silvela o Sánchez de Toca, ambos Presidentes del Consejo de Ministros durante la Restauración. La Madre María de Jesús de Ágreda, fue una monja Concepcionista de estricta clausura de principios del siglo XVII, abadesa del convento de esta localidad soriana, hoy en proceso de beatificacion. Sin salir de allí, la vida entera de esta monja fue extraordinaria: En una larga correspondencia mantenida durante 22 años, se acredita que fue la especial consejera y amiga espiritual de Felipe IV quien, además de asesoramiento para su alma, le pedía consejo en asuntos de Estado. Son igualmente conocidas sus bilocaciones, recordadas actualmente en monumentos y plazas de los lugares donde se hizo presente: Arizona, Nuevo Mexico, California.. También la Inquisición la conoció bien, al someterla a durísimos procesos por no creer, en un principio, en la veracidad de estos fenómenos extraordinarios mediante los que se aparecía a los indios, que quedaban perfectamente catequizados por la que llamaban «La Dama de azul» –en alusión al color de su capa concepcionista–, ante el estupor de los misioneros franciscanos españoles. Una vida que supera cuanto la imaginación pueda llegar a soñar.