Los vecinos de Zaldibar se sienten engañados: “No sabíamos que en el vertedero se almacenaban residuos tóxicos”

En cuestión de días, los vecinos de las localidades de Eibar, Ermua y Zaldibar han pasado de vivir tranquilos a hacerlo bajo la incertidumbre, el miedo y la confusión. Desde sus viviendas pueden ver la espesa nube negra de humo que lleva ya doce días saliendo del vertedero de Zaldibar. «Teníamos conciencia de que había un vertedero, pero no sabíamos lo que almacenaban. Siempre estaba cubierto con unas lonas verdes, por lo que realmente no sabíamos qué pasaba en el interior», cuenta una vecina de Ermua. Asegura que está muy preocupada porque «no tenemos información». A diferencia de lo que ocurre en otras crisis, como por ejemplo el rescate del niño Julen, esta vecina

–que prefiere mantener su anonimato– echa en falta información: «Un parte puntual y diario» de lo que está ocurriendo. «Nos han tomado por idiotas», se queja a este medio. Según describe, al abrir las ventanas y salir a la calle se nota un hedor a hierro y óxido. No es la única. Otro vecino, cuenta vía telefónica, que «son varios los que se aquejan de leves dolores de cabeza y salen a la calle con mascarillas» para evitar respirar aire nocivo. Insiste en que la información del gobierno sobre la toxicidad del aire es un tanto ambigua y que reciben información «a cuentagotas», una situación que no ayuda en absoluto a calmar los nervios entre los vecinos.

Todos los lugareños con los que ha hablado LA RAZÓN coinciden en subrayar dos aspectos: a última hora de la tarde de ayer, el incendio del vertedero no estaba extinguido, pese a que el consejero vasco de Medio Ambiente, Iñaki Arriola, se mostró demasiado optimista y dijo que podría apagarse «entre hoy, mañana o pasado». Y, por otro lado, insisten en subrayar que nadie sabía a qué se dedicaba la compañía «Verter Recycling 2002». «Pensábamos que allí se guardaban escombros, ladrillos y tierra, en ningún caso residuos tóxicos», denuncian con enfado y con rabia porque se sienten totalmente engañados. En estos momentos, tienen más preguntas que respuestas. De hecho, otra prueba más del miedo que en estos momentos sienten los vecinos es que los escolares de los colegios de Zaldibar y de los municipios cercanos de Ermua y Eibar ayer no salieron al patio, atendiendo a las recomendaciones del departamento de Salud.

Sigue el rescate

Paralelamente, siguen avanzando en la apertura de accesos hacia la zona de búsqueda preferente de los dos operarios desaparecidos, Joaquín Beltrán y Alberto Solaluze, que quedaron sepultados tras el desprendimiento de tierra en el vertedero de Zaldibar hace ya doce días. Los trabajos están siendo muy complicados porque se teme que el vertedero –un monte vaciado por la acción del hombre en cuyo interior se almacenan toneladas de residuos– sufra algún tipo de desprendimiento como consecuencia de las labores de rescate que se están realizando.