Delcygate

Ábalos se blinda con un policía “afín” en pleno “Delcygate”

Releva como «jefe de Seguridad» de Fomento al coronel de la Guardia Civil Ignacio Alcázar, por el inspector Rubén Eladio López Martínez, número «dos» en Asuntos Internos con el comisario Martín-Blas y conocido sindicalista

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, se ha blindado en unos momentos en que el «Delcygate» aumenta en intensidad tras conocerse la declaración de un agente de seguridad privada que estaba en el aeropuerto cuando llegó la mandataria venezolana. En una decisión que ha sorprendido, ha sustituido a uno de los máximos responsables de seguridad de su departamento, el coronel de la Guardia Civil Ignacio Alcázar, por un inspector del Cuerpo Nacional de Policía, Rubén Eladio López Martínez. El puesto se designa como director de la de Unidad de Emergencias, Coordinación y Gestión de crisis del Ministerio de Fomento, aunque tiene relevantes competencias en materia de seguridad.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes solventes, el cese no ha sido relacionado «oficialmente» con el «Delcygate», en el que el coronel de la Benemérita no ha tenido ninguna intervención. Pero todo parece indicar que Ábalos quiere en ese puesto a una persona, con experiencia en conflictos policiales, de su absoluta confianza ante los acontecimientos futuros que, de seguro, se van a producir, ya que el asunto de su intervención en el aeropuerto de Barajas ha sido judicializado. El coronel Alcázar es un guardia civil con gran prestigio dentro de la Benemérita y una brillante hoja de servicios.

Por lo que se refiere al inspector que ahora le sustituye, se recuerda que ha desarrollado parte de su carrera profesional como hombre de confianza del comisario Martín Blas en la Unidad de Asuntos Internos.

Este agente, nacido en 1975, ingresó en la Policía a la edad de 34 años y en su familia hay otros miembros de este cuerpo. No es un policía que haya pasado inadvertido y ha estado sometido a las controversias internas que generó su jefe, el citado Martín Blas. Las fuentes consultadas aseguran que se le llegó a abrir un expediente por parte de la Dirección General del Cuerpo por un supuesto retardo en la administración de justicia, sin que conste que se le hayan impuesto sanciones a raíz de ello. Según publicaron en su momento diversos medios, Rubén Eladio mantenía buenas relaciones con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), como ocurre con otros agentes, y habría tenido una relevante participación en el «caso Gao Ping», en el que, en principio, se imputó a otros agentes de la Policía. Ha pertenecido a varios sindicatos, como el CEP y la AMPU. Cuenta con amplia experiencia en la lucha contra el crimen organizado. En 2015, como jefe de uno de los grupos de Asuntos Internos, recibió el cometido de investigar a Francisco Nicolás Gómez (el «pequeño Nicolás»).

Con el tiempo, descubrió datos que vinculaban al joven estafador con una supuesta trama corrupta, algo que pusieron en conocimiento del juzgado que le había pedido la investigación. Según sus pesquisas, consideró necesario que se actuara judicialmente contra esos altos mandos. A partir de ahí, según denunció, sufrió presiones y amenazas.

Incluso su nombre apareció en 2017 en la Comisión de Investigación sobre la utilización partidista en el Ministerio del Interior, bajo el mandato del ministro Fernández Díaz, de los efectivos, medios y recursos del Departamento y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con fines políticos.

El motivo: una grabación de una conversación con varios agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre el curso de las investigaciones relacionadas con el «pequeño Nicolás». Fue apartado del caso y relegado a un puesto inferior. Desde el 14 de abril del pasado año, apenas 24 días antes de las elecciones generales, fue nombrado Jefe del Área de Seguridad de la Subsecretaría de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.