País Vasco

Génova convocó a las doce de la noche y por wasap a Alfonso Alonso en Madrid

El presidente del PP vasco justificó su ausencia: estaba prevista la firma en Bilbao y se ha cerrado al margen de la organización regional

Alfonso Alonso: El PNV está esperando a recoger las "nueces" de Cataluña
El candidato del PP en las elecciones vascas y exministro de Sanidad, Alfonso AlonsoSergio BarrenecheaEFE

Las elecciones del 5 de abril examinarán a la coalición electoral entre el PP y Ciudadanos y dirán si tenía razón Génova o quienes discuten el sentido de esta alianza porque consideran que no suma en escaños. De momento, lo que si ha conseguido el partido de Inés Arrimadas es abrir una grave crisis dentro del PP por el enfrentamiento ya no disimulado entre la dirección nacional y la organización regional, que preside Alfonso Alonso. El pacto tenía que haberse presentado ayer tarde, pero el choque lo retrasó primero hasta esta mañana, y la discusión interna dentro del PP tampoco ha facilitado que se cumpliera esta previsión. El plazo vence esta tarde.

Ya no hay marcha atrás posible y la coalición electoral se vestirá de largo, pero dejando un camino sembrado de dudas y de tensiones internas. En el PP vasco se quejan de las formas y de que Madrid haya actuado de manera autoritaria y sin atender para nada a su criterio. Génova argumenta que es competencia suya y que por ello las decisiones las han adoptado ellos, al margen por completo de la organización regional. No es un buen ambiente para preparar una campaña electoral ni ayuda tampoco a movilizar a la estructura orgánica, que el PP sí tiene, mientras que Ciudadanos se la está asegurando gracias al acuerdo firmado con Génova. Cs coloca a dirigentes suyos en las listas del PP, y cuela también sus siglas, sin aportar ni escaños ni un porcentaje representativo de votos.

En 2016, en las últimas elecciones vascas, Ciudadanos consiguió 21.362 votos, un 2,02 por ciento del voto. Allí la operación es muy discutible; dentro del partido entienden que en Génova están moviendo las piezas para que remen al servicio de que Pablo Casado llegue a La Moncloa, a pesar de los costes coyunturales.

El jueves el presidente del PP vasco recibió un wasap a las doce de la noche en el que se le convocaba en Génova a las once de la mañana para firmar el acuerdo, que en principio estaba previsto que se suscribiera en Bilbao, con la presencia de Casado. Alonso les informó entonces, y volvió a hacerlo esta mañana, que no le era posible acudir, por lo que no es cierta la información de que plantó a Génova sin informar a la dirección nacional ni tampoco que esté desaparecido, como apunta alguna versión interesada desde Madrid

Alonso también ha trasladado a Génova el malestar de la organización vasca por la falta de información sobre el acuerdo, ya que todo lo que sabían hasta el momento era lo que les había comunicado Ciudadanos. El jueves el PP vasco confirmó en twitter que el pacto que Ciudadanos decía que había alcanzado con Génova era inasumible: los naranjas se atribuían el “número dos” por dos provincias vascas, como así, según Génova, será finalmente.

El PP vasco se queja de que no se les ha permitido participar en ninguna negociación ni se les ha informado, y que incluso lo que se les ha ido diciendo no se ha correspondido luego con el resultado de la negociación dirigida desde Madrid. Ignoran el contenido político y quién va a hacer el programa, en la medida que la dirección nacional entiende que es competencia suya dirigir este proceso.

En el PP temen que la crisis y esta tensión, sostenida en la imagen de un PP vasco teledirigido desde Madrid, no vaya a ayudar en nada a conseguir unos resultados “decentes” en una comunidad donde el autonomismo suma y las injerencias penalizan.