Podemos

Vistalegre 3 no culminará con la absorción de Podemos a IU

Iglesias no contempla una fusión, pero sí apostará por reforzar la relación con el partido de Garzón

El coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, durante un acto ayer en el Ministerio de Consumo
El coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, durante un acto ayer en el Ministerio de ConsumoEmilio NaranjoAgencia EFE

Este mes de mayo Podemos e Izquierda Unida celebrarán cuatro años del comienzo de su relación política. Un periodo de tiempo en el que Pablo Iglesias y Alberto Garzón han sorteado todo tipo de crisis internas a cuenta de los sectores críticos de sus formaciones que desaprobaban la coalición electoral que firmaron con el bautizado «pacto de los botellines» y también un tiempo en el que ambos han trabajado conjuntamente para el fortalecimiento de Unidas Podemos desde el Congreso y también en los círculos territoriales.

Este trabajo conjunto ha derivado, sin embargo, en un debilitamiento electoral del espacio a la izquierda del PSOE en los últimos ciclos electorales. La coalición ha pasado de obtener 71 escaños en los comicios generales de 2016 a sus 35 asientos parlamentarios actuales tras el 10-N, una caída en votos de más de 8 puntos en tres años. La experiencia de Podemos con IU, la confluencia gallega y la catalana en el Congreso de los Diputados es, sin embargo, exitosa, según valoran en el cuartel general morado. El balance general indica que Unidas Podemos apuesta por reeditar sus pactos electorales y seguir trabajando para la coordinación entre ambas organizaciones. De hecho, una vez que Podemos ha logrado entrar en el Gobierno, el siguiente paso es el de poner en marcha la necesaria implantación territorial de Podemos en todo el país. A consecuencia de los sucesivos ciclos electorales que han obligado a los morados a engrasar la maquinaria electoral, el partido tiene que cuidar ahora su herramienta en las comunidades autónomas. Se abre ahora una etapa en la que Podemos debe debatir sobre cómo coordinar y trabajar con IU, partido que está mejor asentado en los territorios.

Fue el líder morado el que apostó claramente ante la dirección nacional y los secretarios autonómicos por trabajar conjuntamente con las fuerzas hermanas de cara al nuevo ciclo que se abre, una vez que el partido forma parte del Gobierno de España. «Es necesaria una puesta a punto de nuestra organización. Los nuevos desafíos exigen un nuevo dispositivo organizativo, poner a punto Podemos para aguantar la tarea de gobernar. Poner a punto los círculos, poner el partido a trabajar junto a sus fuerzas políticas hermanas de Unidas Podemos para armar juntos un bloque histórico de cambio», dijo el pasado mes de enero ante su Consejo Ciudadano Estatal en Madrid.

Una propuesta que pronto fue captada por su núcleo cercano y en la que la formación se pondrá a trabajar en el sentido de valorar la posibilidad de incluir en el debate de la próxima asamblea ciudadana de Podemos, convocada para la tercera semana de marzo de este año, la propuesta de reforzar los lazos políticos con IU. El partido morado ya trabaja en el sentido de explorar un nuevo espacio del cambio, una vez se ha conformado el equipo técnico que se encargará de gestionar Vistalegre 3. De hecho, Pablo Iglesias incluirá en sus documentos políticos algunas propuestas que pasarán por aumentar la colaboración con Izquierda Unida en el corto plazo. El partido evaluará por tanto su relación con IU para que las bases decidan, aunque fuentes del partido alejan la eterna especulación con que este escenario implique caminar hacia una fusión total con IU, es decir a una absorción por parte de los morados. Fijan la mirada en fortalecer la confluencia con IU. De hecho, inciden en que es posible que la fusión con el partido de Garzón no se plantee en ningún momento en el debate. El objetivo pasa por intensificar la colaboración con IU para mejorar la marca morada a la interna. IU posee una buena implantación territorial en España, un elemento a mejorar en Podemos, partido que ha acusado negativamente en estos años la unidad territorial por los continuos ciclos electorales. Trabajar para mejorar en este sentido es uno de los principales objetivos de ambas formaciones.

Desde IU prefieren seguir trabajando en este sentido y descartan una fusión, pero sí analizan también positivamente los frutos cosechados con Podemos: «IU habría desaparecido sin Unidas Podemos», aseguró ayer Garzón. No habrá fusión, pero el equipo de Garzón sí apostará por continuar con el trabajo conjunto y por, al mismo tiempo, lograr una «mejor visibilidad como organización». El objetivo pasa también por que el trabajo que se hace ahora a nivel gubernamental se traslade al local. Será en la próxima Asamblea federal de IU, el 12 de junio, cuando se profundizará con toda seguridad en lo ya ratificado en la última, hace cuatro años, cuando se decidió explorar la unidad de acción en la izquierda. Apostar por mejorar la colaboración entre ambas formaciones de izquierda en pro de abrir los canales comunicativos y orgánicos de cara al trabajo legislativo y político es un debate asegurado para Unidas Podemos en los próximos meses.