Fiscalía General del Estado

Delgado tendrá un Consejo Fiscal con mayoría «conservadora»

El PP recurrirá al Tribunal Supremo su nombramiento como fiscal general. Dolores Delgado toma hoy posesión de su cargo, en una designación no exenta de polémica

Dolores Delgado será hoy fiscal general del Estado a todos los efectos, después de que así lo acordara ayer el Consejo de Ministros y su publicación en el BOE se haya producido hoy. Ha sido una designación no exenta de polémicas, de duras críticas tanto desde los principales partidos de la oposición como desde sectores amplios de las carreras judicial y fiscal, quienes han arremetido por su designación sin solución de continuidad desde el Ministerio de Justicia y de diputada del PSOE hasta convertirse en la cabeza visible del Ministerio Público. Será la tercera mujer que acceda a esta posición, tras Consuelo Madrigal y María José Segarra.

Una vez se incorpore oficialmente a su despacho de la madrileña calle Fortuny tendrá sobre la mesa asuntos tan relevantes como, tal como informó este periódico el pasado domingo, la designación de dos de los principales cargos de la Fiscalía General: el teniente fiscal del Tribunal Supremo –número 2 y quien sustituye al fiscal general cuando éste no puede ejercer o es cesado– y el jefe del Servicio de la Inspección, además de otros tres fiscales de Sala del Tribunal Supremo.

En este punto relevante de los nombramientos es requisito previo contar con el dictamen del Consejo Fiscal, que es el órgano representativo de la Carrera Fiscal y asesor del fiscal general en materia doctrinal. El Consejo Fiscal está compuesto por 12 miembros, de los que 9 son elegidos directamente por los fiscales, mientras que los otros tres son miembros natos –el teniente fiscal, el fiscal Inspector Jefe y el fiscal general, no asociados–. En estos momentos, de estos nueve consejeros, cinco son de la mayoritaria Asociación de Fiscales, que es la que más crítica ha sido con el nombramiento de Delgado como fiscal general, mientras que la Unión Progresista de Fiscales, a la que pertenecía Delgado, tiene cuatro consejeros. Precisamente, la nueva fiscal fue elegida como consejera en las últimas elecciones, cargo al que renunciaría tras su elección como ministra de Justicia en el anterior Gobierno de Pedro Sánchez.

De esta forma, Dolores Delgado se encontrará, a priori, con un Consejo Fiscal que le va a resultar muy propicio, y, precisamente por ello, resultan todavía más relevante la designación de esas plazas de la Fiscalía General, ya que si alguna de ellas recayese en la Asociación de Fiscales para ocupar los puestos de teniente fiscal y jefe de la Inspección haría aumentar aún más la mayoría de citada asociación, la «rival» a la que pertenece «de facto» la fiscal general. En todo caso, el criterio del Consejo Fiscal no tiene carácter vinculante, por lo que podrá o no seguir su criterio.

En todo caso, como señalaron ayer a este periódico fuentes fiscales, «habrá que esta a la expectativa» de cuáles son las primeras medidas que adopta Delgado al frente de la Fiscalía.

Por otro lado, el PP anunció ayer que recurrirá ante el Tribunal Supremo el nombramiento de Delgado. Así lo anunció la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, quien justificó esa decisión en el «odio» y la «animadversión» que, en opinión de los populares, tiene Dolores Delgado al PP, lo que la inhabilita para ocupar un cargo para el que se exige «neutralidad». «Vamos a recurrir su nombramiento por ser un persona que claramente no cumple los estrictos criterios de idoneidad, neutralidad e imparcialidad», aseguró, para incidir en que «su sectarismo y su odio al PP la ponen bajo sospecha en sus actuaciones» y que, por tanto, «no es una persona neutral».