Terrorismo

Sale de la cárcel el último de los secuestradores de Ortega Lara

Forma parte de los terroristas que no se han arrepentido ni pedido perdón

Xabier Ugarte Villar fue uno de los secuestradores de Ortega Lara y fue detenido el 1 de julio de 1997 / Archivo
Xabier Ugarte Villar fue uno de los secuestradores de Ortega Lara y fue detenido el 1 de julio de 1997 / Archivolarazon

El etarra José Luis Erostegui Bidaguren, el último de los miembros del “comando” que secuestro al funcionario de prisiones José Ortega Lara, saldrá en libertad por cumplimiento de condena a mediados de mes.

En la actualidad se encuentra en la la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) y terminará de cumplir una condena de 23 años, todos ellos en primer grado, ya que no ha aceptado la legalidad penitenciaria que ahora propugna el entorno de ETA, a través de la llamada “vía Sortu”.

El resto de los muiembros de la célula terrorista salieron ya en libertad. Jesús María Uribecheverria Bolinaga, fue puesto en libertad por padeder una grave enfermedad y falleció. Por cumplimiento, abandonaron la cárcel José Miguel Gaztelu Ochandorena (en agosto de 2017) y Javier Ugarte Villar (en julio de 2019).

El “comando” fue desarticulado la madrugada del 1 de julio de 1997 en una operación realizada por la Guardia Civil que finalizó con el rescate del funcionario de prisiones.

Los etarras tenían la orden de asesinarle si el Gobierno no cumplía las exigencias de conceder beneficios penitenciarios a los reclusos terroristas. La comunicación se realizaría a través del “Merkatu Tkikia” del diario “Egin”.

«Txoria bota» (dispara al pájaro), «Txoria askatu (deja en libertad al pájaro), la diferencia entre la muerte y la vida. En la puerta del zulo en el que estuvo secuestrado Ortega Lara, los etarras habían clavado con grapas industriales un cartel en el que se leían dos mensajes uno de los cuales debía aparecer en el «Merkatu Txikia».

El primero significaba que debían asesinar al funcionario de prisiones, y el segundo, que lo podían poner en libertad. Para ambos casos, tenían un plan preestablecido con el fin de deshacerse del cadáver o dejar a Ortega en un punto desde donde pudiera comunicar que había finalizado su cautiverio. No hizo falta. La Guardia Civil lo rerscató. Alguno de los agentes que participaron en la brillante operación es ahora objeto de ataques por parte de Eh Bildu a través de intervenciones parlamentarias. Aquella acción de la Benemérita desbarató los planes de presión al Ejecutivo y desestabilización de España.