Coronavirus

«¿Y quién se va a hacer cargo ahora de mis hijos?»

Los 63.000 escolares de Vitoria, a casa. Malestar entre los profesores de la capital alavesa, que sí están obligados a ir a clase

Parents and children leave a primary school following the announcement by regional authorities to close schools to control coronavirus, in the Basque city of Vitoria
El País Vasco, con 148 casos de coronavirus, después de detectar el lunes 47 contagios más, es la segunda comunidad más afectada / ReutersVINCENT WESTReuters

“¿Y quién se va a hacer cargo ahora de mis hijos durante estas dos semanas, mientras estamos trabajando?”, se preguntaba ayer, entre incrédulo e irritado, el padre de dos alumnos de primaria en un centro educativo de Vitoria. “Me va a tocar cogerme unos días libres en la empresa, y luego le tocará a mi mujer, porque los abuelos viven en Zaragoza y no tenemos parientes en Vitoria. No nos queda otra”, añadía con cierta resignación.

Y es que el Gobierno vasco, en una decisión sin precedentes en España desde que se detectaron los primeros casos de coronavirus, ha enviado a casa a los 63.000 alumnos de todos los centros educativos de Vitoria (255.000 habitantes), que incluyen guarderías, colegios de educación infantil, primaria, institutos, centros de formación profesional y el campus de la Universidad del País Vasco en la capital alavesa. La medida también afectará a la Escuela de Música Luis Aramburu, a la Academia de Folklore, al Conservatorio de Danza José Urruñuela y a la Escuela de Artes y Oficios.

Los centros escolares y formativos de Vitoria se convierten, de esta forma, en los primeros de España en suspender las clases. Una medida que ha afectado incluso a la academia de la Ertzaintza, el centro formativo de la policía autonómica vasca, situada en Arkaute, un concejo del municipio de Vitoria. El Ejecutivo autonómico explicó ayer que se ha tomado esta drástica medida no porque haya "un problema de salud" que esté afectando a los niños, sino porque éstos "son grandes transmisores de la enfermedad".

Desde este martes, y durante las próximas dos semanas (las clases, en principio, se reanudarán el día 23), han quedado suspendidas todas las actividades en los 70 centros educativos de Vitoria, tanto públicos como concertados, lo que va a afectar también a las tareas extraescolares y al deporte escolar. La Consejería de Educación, en coordinación con la de Sanidad, ha recomendado a los padres que, excepto acudir a clase y asistir a lugares susceptibles de acoger aglomeraciones, sus hijos no alteren su vida cotidiana.

Una recomendación que ha sido muy mal acogida por los padres de Vitoria con hijos en edad escolar, sobre todo en aquellos hogares en los que ambos progenitores trabajan. "Y encima tendremos que estar casi todo el día encerrados en casa, porque según nos han dicho tampoco debemos llevar a los niños a los parques y otros sitios muy concurridos", se quejaba el padre de un alumno que acude a un centro de educación infantil.

La medida adoptada ayer por la Consejeria de Educación del Gobierno vasco para hacer frente a la expansión del coronavirus y evitar nuevos contagios tampoco ha sentado nada bien entre los profesores, ya que tanto ellos como el personal auxiliar no docente sí estarán obligados a acudir a sus puestos de trabajo durante las dos semanas de 'vacaciones' escolares. Es decir, que se suspenden las clases pero no ocurrirá lo mismo con la actividad de los docentes.

De hecho, el sindicato mayoritario de la enseñanza pública vasca, Steilas, considera "preocupante" que el profesorado y los trabajadores de los centros educativos de Vitoria tengan que acudir a trabajar a los colegios cerrados. El sindicato propone que se estudien otras medidas alternativas, como el teletrabajo o los servicios mínimos, y ha reclamado a Educación que los centros educativos "tengan autonomía para tomar decisiones en estos momentos excepcionales".

En la tarde de ayer, el lehendakari, Iñigo Urkullu, hizo un llamamiento público a "adoptar aquellas decisiones planteadas por los especialistas que nos permitan limitar la afección al mínimo posible y preservar la salud pública de la ciudadanía". Urkullu añadió que "la sociedad debe tener claro que cuando se adopta una decisión es porque se considera fundamental para reducir el impacto y preservar la salud pública de todas las personas, especialmente de las más vulnerables".

Desde los departamentos de Educación y Sanidad se ha pedido a las familias residentes en Vizcaya y Guipúzcoa (que en principio no se han visto afectadas por la suspensión de clases) que tomen diariamente, cada mañana, la temperatura de niños y niñas antes de acudir a clase. En caso de que ésta rebase los 37 grados, o de que los alumnos presenten un cuadro con síntomas respiratorios, se recomienda que los niños o adolescentes permanezcan en su domicilio.

El País Vasco, con 148 casos de coronavirus declarados, después de detectar ayer lunes 47 contagios más -tres de ellos menores, y 43 sólo en Álava-, es la segunda comunidad autónoma más afectada por el Covid-19. De las tres provincias vascas, Álava es la más golpeada, con 122 afectados. La localidad de Labastida, en la Rioja Alavesa, se encuentra a tan solo seis kilómetros de Haro (La Rioja), donde desde el pasado fin de semana se concentra uno de los principales focos del virus con 40 positivos. Los colegios cerrados en Vitoria también reciben a alumnos de dicho municipio.