Marruecos abre las fronteras para que regresen los turistas a Ceuta y Melilla

Las autoridades fronterizas marroquíes han abierto parcialmente, durante breves espacios de tiempo, sus fronteras con Ceuta y Melilla para que los turistas que habían pasado a territorio magrebí antes de cerrarse los pasos pudieran regresar a las ciudades autónomas.

En una medida que pocos entienden, las mantiene clausuradas para los ciudadanos marroquíes que pasaron a Ceuta y Melilla, o que llegaban desde la Península. Estas personas se han apostado cerca de los pasos fronterizos a la espera que se arbitre alguna solución como la de que sean reconocidos médicamente en territorio español y, una vez certificado que no padecen el coronavirus, puedan volver a su patria.

Con la intención de que no se produzcan problemas en ambas ciudades, en los puntos de embarque de la península se comprueba si los pasajeros tienen como destino final Ceuta o Melilla; o si trataban de pasar a Marruecos, lo que es absolutamente imposible. En estos casos, se les indica que el viaje es innecesario y que deben permanecer en tierra.

El cierre de fronteras por el coronavirus se produce en un momento en que las autoridades marroquíes han modificado su política de tolerancia hacia ambas ciudades. En el caso de Ceuta, cortaron de raíz el contrabando de mercancías conocido como “comercio atípico”; y, en Melilla, llevaban camino de hacer lo propio que, ahora, cuando se puedan abrir las fronteras, se da por hecho que quedará suprimido.

Los puertos marroquíes próximos a Ceuta y Melilla son los que se van a beneficiar del tráfico de mercancías y, con el tiempo, del de pasajeros, con lo que ello conlleva de quebranto económico para ambas ciudades.