En riesgo de contagio y tengo que ir a trabajar: ¿qué hago?

La declaración del estado de alarma y las recomendaciones de no acudir a los puestos de trabajo salvo que no haya opciones de teletrabajo chocan con la constatación de que muchos españoles necesariamente tienen que realizar la jornada laboral en sus empresas. Una realidad que se produce, según la consultora legal Fidelitis, incluso entre ciudadanos encuadrados en grupos de riesgo de contagio del coronavirus. Fidelitis denuncia en un comunicado “la situación que viven muchas personas en nuestro país” pertenecientes a estos colectivos que, explica, “se ven obligados a acudir a sus puestos de trabajo” por la “falta de responsabilidad de algunas empresas y, sobre todo, de las instituciones ante el peligro al que se enfrentan” estos trabajadores a diario.

“En las empresas les obligan a seguir trabajando, con amenaza de despido procedente en caso de no acudir al puesto de trabajo y con el consiguiente riesgo de contagio”, asegura Lorenzo Pérez, presidente de Fidelitis, consultora especializada en la defensa de los derechos de personas con discapacidad y enfermedades graves. Según los datos de los que dispone esta consultora a través de las asociaciones con las que colabora y de las quejas que reciben “y se multiplican a diario”, en muchos casos en el puesto de trabajo tampoco se está cumpliendo la ley respecto a la prevención de riesgos laborales, en este caso de contagio, ni tampoco en “los desplazamientos de ida y vuelta de su puesto de trabajo en transporte público”.

"¿Si la directriz es proteger a los grupos de riesgo como son los mayores, por qué no se está haciendo lo mismo con las personas que tienen una enfermedad grave y si se contagia corre riesgo de muerte?", se pregunta Pérez.

Esta consultora se ha puesto en contacto con los presidentes de las diferentes asociaciones con las que colabora diariamente y ha constatado, afirma, “que la situación es generalizada en todas ellas”. Y subraya, por ejemplo, que el presidente de la Asociación Madrileña de Fibrosis Quística, Fernando Moreno, les ha trasladado “casos dramáticos de pacientes trasplantados con rechazo parcial, tratados con inmunosupresores, etc. que tienen que seguir trabajando arriesgando sus vidas por el miedo a perder su trabajo”. Sin ir más lejos, añade, el pasado día 16 falleció en Málaga un joven de 21 años de edad que padecía leucemia tras contagiarse por coronavirus.

Fidelitis afirma que en estos casos “de poco valen los informes presentados en la Seguridad Social” pues aunque el afectado aporte informes de médicos especialistas acreditando que se encuentran en un grupo de riesgo absoluto “al estar asintomáticos no les conceden la baja pertinente para prevenir su contagio”.

¿Cómo actuar?

¿Cómo actuar en estos supuestos? Lo primero, aconseja la consultora, es presentar un escrito ante la Consejería de Salud de la comunidad autónoma correspondiente “para advertirles del riesgo al que están exponiendo al paciente”. Al mismo tiempo, debe remitir otro similar a la dirección de Recursos Humanos de su empresa “haciéndoles conocedores de los riesgos que supone para el empleado el desarrollo de la actividad” si no se adoptan las medidas pertinentes.

Finalmente, hay que dirigirse por escrito a Inspección de Trabajo explicando que la empresa está incumpliendo con lo previsto en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales para que tome medidas al respecto.

El presidente de Fidelitis afirma que “se puede llegar a entender que las empresas privadas, por desconocimiento general, no apliquen estas medidas”, pero considera que “no es de recibo” que el Gobierno “no tome las riendas de la situación y siga sin adoptar medidas concretas para dejar de exponer a la población de riesgo” a un posible contagio.