Casa Real

La Corona

Felipe VI durante un mensaje a los españoles que dio tras el referéndum ilegal organizado por la Generalitat sobre la independencia de Cataluña.
Felipe VI durante un mensaje a los españoles que dio tras el referéndum ilegal organizado por la Generalitat sobre la independencia de Cataluña.HANDOUTAgencia EFE

Es indudable que el comunicado de la Casa de S.M. el Rey es muy importante, y ha añadido preocupación a la ya de por sí alarmante situación que padecemos por el Covid-19. Por ello, me parece necesario y oportuno hacer un comentario al respecto, aunque sea de urgencia.

En primer lugar, debemos constatar que ha sido el propio Jefe del Estado, S.M. el Rey, quien –en un gesto de transparencia que le honra– ha querido dar oportuna respuesta a unos hechos que pudieran afectar a la autoridad moral requerida para el adecuado desempeño de sus elevadas funciones constitucionales.

Por otra parte, tanto el Rey como el Rey emérito gozan de la misma presunción de inocencia que cualquier ciudadano español. Por tanto, convertir a D. Juan Carlos I en sospechoso, e incluso en culpable, sería no solo injusto e irresponsable, sino ilegal. Sin perjuicio de ello, quien en este momento encarna la institución de la Jefatura del Estado es el Rey D. Felipe y, por eso, todo intento de menoscabar por este hecho la Monarquía Parlamentaria como forma de Estado recogida en nuestra Constitución, carece de cualquier atisbo de racionalidad y fundamento.

Poco podemos esperar de los separatistas, pero del Gobierno tenemos el derecho a esperar y exigir altura de miras y sentido de Estado. Nuestro régimen constitucional tiene en la Corona su clave de bóveda. La III República confederal y cantonal, ni está ni se la espera.