Coronavirus

Los expertos: “No era el momento”

E. G. Vega

Los momentos excepcionales requieren de discursos excepcionales. Y el pronunciado ayer por el Monarca desde Zarzuela fue un discurso de excepción para un momento de estado de alerta. El politólogo y director de asuntos públicos de Atrevia Manuel Mostaza asegura que es un discurso «pertinente» dado que se trata del Jefe del Estado y tiene también «una función constitucional» que cumplir. «Entiendo que lo que habrá hecho es acordar con el Gobierno cuál era el momento. Creo que es una buena noticia y que además refuerza esa imagen de continuidad de las instituciones y de mantenimiento de las estructuras del Estado en una situación tan caótica como la que estamos viviendo». En su opinión, el hecho de que no hable de los problemas internos de la institución es «porque ahora mismo lo importante es combatir al coronavirus y ayudar a la sociedad a pasar este mal trago. Ya habrá tiempo en el discurso de Navidad o en cualquier otro momento de que el Rey o la Casa Real expliquen esta situación».

Por otro lado, la asesora de comunicación y la presidenta de la Asociación Comunicación Política (Acop) Verónica Fumanal, señala que la mera posición del Rey, de pie, simboliza el momento de alerta en el que nos encontramos ya que normalmente pronuncia sus discurso sentado y de manera cómoda. Además, insiste en que su mera comparecencia es «excepcional» y sirve para que los ciudadanos sea constantes de la gravedad del momento actual y asuman así las medidas de confinamiento ya que las fuerzas de orden no pueden controlar una por una que la población se salte el confinamiento necesario para detener esta pandemia, «Felipe VI solo aparece en situaciones graves, como cuando lo hizo en octubre de 2017 tras el referéndum ilegal celebrado en Cataluña», recuerda. Sobre el mensaje, la experta en comunicación destaca los mensajes fuerza que ha lanzado el monarca: apoyo y consuelo para los que están sufriendo la enfermedad y quienes están combatiéndola. «Además de hacer hincapié en la unidad del país, recuerda que la crisis del coronavirus es un paréntesis en nuestras vidas, refrendando los mensajes del presidente del Gobierno y la oposición». En su opinión, el Rey prefirió apoyar al Gobierno y no hablar de su situación interna porque de hacerlo «el titular hubiera sido otro y en estos momentos ha considerado que el mensaje que hay que lanzar es el de unidad, resistencia, apoyo y paréntesis en nuestras vidas».

Por otro lado, el experto en comunicación política y profesor de la Universidad Camilo José Cela, Eduardo G. Vega, considera que las expectativas ante el discurso eran bastantes altas porque venía precedido de las informaciones sobre la Casa Real y la cacerolada, y parte de la audiencia esperaba alguna reacción. «Al no haberse producido ninguna se ha generado cierta decepción». Sobre el discurso, considera que «ha sido serio, como la situación grave que vivimos pero lo hemos visto demasiado frío y encorsetado. No ha sido capaz de conectar con las emociones». En opinión del experto, el discurso del monarca llega un tanto tarde y considera que podría haberse producido el mismo día que se decretó el estado de alarma. Además, considera que el hecho de no haberse referido a las polémicas en torno al Rey Emérito provocarán que se hable más de su silencio que de sus palabras. «No ha sido su mejor discurso», concluye.