Coronavirus

Madrid: 52.000 mascarillas, al día se necesitan 202.000

Ayuso capitanea la presión sobre Sanidad por el desabastecimiento sanitario; el ministro niega las quejas de la presidenta regional

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso
La presidenta madrileña, Isabel Díaz AyusoJavier LizónEFE

Los stocks de material sanitario se agotan y esta alerta hace que empiecen las batallas políticas para ver quién carga ante la opinión pública con la responsabilidad del desabastecimiento. La mínima responsabilidad de un gobernante es garantizar que ante una más que previsible situación de contagio masivo hubiera el material necesario para atender a la población, pero los equipos de protección escasean, las quejas de los profesionales sanitarios son cada vez más numerosas y en el ámbito político las tensiones van en aumento.

Madrid, uno de los focos principales de la pandemia, dice que recibió el pasado miércoles por la noche 52.000 mascarillas por parte de Sanidad. Sólo en un día, en el hospital de La Paz, uno de los principales centros de referencia, gastan unas 30.000, y la media en todos los hospitales públicos es de un consumo diario de 202.000 por el volumen de enfermos que tienen que atender en estos momentos.

Las comunidades reiteran su SOS desde hace ya días, y ayer mismo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dirigió una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insistiendo en las urgentes necesidades de la sanidad madrileña. Aún hay stock, pero se va terminando, y si no llega material en los próximos días la situación será muy complicada. Por ejemplo, gafas quirúrgicas quedan ya sólo para unos días, explican en el Gobierno regional. Esta semana se agotará el stock si no se reponen.

Los proveedores alegan que el material lo retienen en las aduanas, y en las comunidades creen que el problema está en que después de 35 años desde la transferencia de la Sanidad, el Ministerio no tiene experiencia ni equipos ni estructura para asumir la gestión de todo un sistema sanitario nacional que ha sido desmantelado. Si a esto se le suma el hecho de que el nuevo equipo que dirige el Ministerio está recién llegado al cargo, y se ha tenido que enfrentar a una crisis de este calado, el cóctel es explosivo.

En la carta que Ayuso dirigió ayer a Sánchez, la presidenta acusa al Gobierno de bloquear material sanitario, y le detalla las necesidades de la región. Desde que se decretó el estado de alarma las comunidades no pueden acudir al mercado a abastecerse de recursos.

Fernando Simón, el director de Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, señaló que el Departamento que dirige Salvador Illa «no está bloqueando material de ningún tipo en ningún lugar». Y añadió que según los datos que tiene, a Madrid se le han distribuido 325.000 mascarillas en los últimos días. También incidió en la escasez global que hay de este tipo de recursos sanitarios debido a la pandemia.

Ayuso está capitaneando la batalla de presión territorial sobre el Ministerio, pero no es la única dirigente autonómica descontenta con la situación. La realidad es dramática en muchos hospitales, no sólo madrileños, catalanes o andaluces.

Los presidentes trasladan la presión sobre el Gobierno central, y éste, a su vez, intenta sacudírsela en el juego del reparto competencial. Illa anunció ayer una inyección de 200 millones de euros más para las comunidades para comprar material sanitario, y negó la acusación de la presidenta madrileña. «Nosotros hemos mandado hoy mismo a Madrid 325.000 mascarillas, hemos mandado 245.000 mascarillas a Andalucía y a otras comunidades autónomas. No hay requisación de material», sentenció.

Según trasladó Ayuso a Sánchez, la región madrileña necesita más de 11,9 millones de mascarillas quirúrgicas, algo más de 1,6 millones de mascarillas del tipo FPP2 y alrededor de 123.000 con protección FPP3. También necesita casi 65.000 monos impermeables, 60.110 gafas de protección, cerca de 255.000 batas desechables y unas 7.200 cajas de guantes. A esto se une la petición de 586 respiradores, 315 monitores y 223 camas.

Sánchez volverá a mantener una videoconferencia con los presidentes de las comunidades autónomas para intentar calmar los ánimos y preservar la imagen de unidad y de acción concertada ante una previsión en la que hay coincidencia en que la situación empeorará en los próximos días y habrá que enfrentarse a la cara más cruel del coronavirus.