Coronavirus

Margarita Robles: «Es evidente que puede darse un escenario más grave»

En la conversación refleja la hiperactividad, la rapidez de quien siente que el tiempo le apremia y tiene que rentabilizar cada segundo para multiplicar la eficiencia. Insiste e insiste en la colaboración ciudadana y en que el Ejército estará en toda España, en donde haga falta.

–¿Cuántos efectivos del Ejército están participando ya en la operación para contener la pandemia del coronavirus?

–En la calle hay alrededor de tres mil. Pero después hay más efectivos desplegados en distintas operaciones de desinfección de hospitales, de aeropuertos, de estaciones de tren y de residencias de la tercera edad. Aproximadamente, en total, habrás unas 4.500 personas, dentro de una operación dinámica, que varía según cambien las circunstancias. Quiero agradecer a las Fuerzas Armadas su absoluta disponibilidad, en el momento en el que son llamados, para ayudar a salvar vidas y a evitar la propagación del virus.

–¿En qué actuaciones están más centrados?

–Están trabajando en labores de transporte, en labores de desinfección, en instalación de complejos sanitarios, como, por ejemplo, en el recinto de Ifema, en Madrid, o como también se va a hacer en Barcelona. También están ayudando en el transporte de enfermos. Esta situación tan terrible ha servido para demostrar que las Fuerzas Armadas, de las que todos nos sentimos orgullosos, están al servicio de una finalidad esencial que establece nuestra Constitución y la Ley de Defensa Nacional, que es velar por los valores constitucionales y por los derechos de los ciudadanos. ¡Y qué mayor derecho hay que garantizar la sanidad de todos!

–Sorprendió esta semana ver a dos soldados ayudando a una señora mayor a llevar las bolsas de la compra. Con las previsiones que manejan, ¿en qué más podrá ser necesaria su ayuda en los próximos días?

–No vamos a anticipar escenarios. Están trabajando con una enorme dedicación y esta situación va a servir para que todavía se aprecie más el papel que hacen de una manera anónima, sin pedir nada a cambio. Como ya le he dicho sus funciones son muy amplias, van desde la desinfección al apoyo humanitario en transporte y aerotransporte. También están teniendo una especial sensibilidad con las necesidades de las personas menos favorecidas, ayudando a instalar camas y a acondicionar establecimientos para que todo el mundo pueda sentirse lo más protegido posible.

–Se ha referido a Barcelona, ¿van a quedarse allí quienes se han desplazado para desinfectar el puerto y el aeropuerto de El Prat?

–Nosotros no hemos planteado nunca esta colaboración según un criterio de ciudades, sino pensando globalmente en toda España. Allí donde sea necesaria la colaboración del Ejército, allí estaremos con absoluta disponibilidad. Por ejemplo, en este momento la Unidad Militar de Emergencias está colaborando con el Ayuntamiento de Barcelona para poder habilitar instalaciones donde las personas sin hogar puedan tener un lugar donde protegerse. En momentos tan graves como el que vive este país, esto no se puede plantear como una cuestión de territorios. Estamos hablando de personas y de proteger el derecho a la sanidad de todos. Nuestros militares estarán ayudando a las autoridades competentes en lo que sea necesario, donde haga falta y cuando haga falta. Y siempre con ese espíritu de colaboración total con las autoridades competentes.

–¿Han sido bien recibidos en Barcelona? Porque algunas de esas «autoridades competentes» han protagonizado sonoros desplantes contra las Fuerzas Armadas, como la alcaldesa de la ciudad.

–Una cosa son autoridades puntuales y concretas, que muchas veces demuestran que no están a la altura de las circunstancias, y otra cosa es la ciudadanía. Los ciudadanos son todos muy conscientes de que vivimos una situación muy dramática y difícil, que es el momento de la responsabilidad y de arrimar el hombro. Ahora, lo único que nos tiene que importar es qué es bueno para los ciudadanos y qué necesitan. También le digo que de la misma manera que los ciudadanos, y yo la primera, agradecemos de corazón lo que están haciendo las autoridades sanitarias, los médicos, los enfermeros, los bomberos, las distintas unidades de protección civil, los trabajadores en los supermercados, los transportistas, y tantas otras personas que están ayudando a hacer frente a esta situación tan complicada, cada día nos llegan cientos y cientos de mensajes de apoyo a las Fuerzas Armadas. Éste es un momento difícil, pero que está poniendo de relieve que España es un país grande, que sabe que ahora sólo cabe el trabajo de todos. Y no tienen cabida aquellos que sólo quieren un protagonismo personal.

–¿A quién se refiere? ¿A Torra? ¿A la oposición?

–Me refiero a cualquier político que sea incapaz de pensar en las necesidades de la ciudadanía. En estos días Torra ha demostrado, entre otras cosas, que falta a la verdad cuando se ha dirigido a la BBC atribuyendo al Gobierno de España cuestiones absolutamente falsas e ignorando que hay un decreto de alarma que restringe de forma muy considerable los derechos de los ciudadanos. Es evidente que es un responsable político que no está a la altura de las circunstancias de este momento, en el que hay que dejar aparte la política y hay que sumar esfuerzos y ponernos todos de acuerdo. Si hay un político, y creo que Torra es la representación clara, que no sabe sumar esfuerzos, y que no sabe anteponer a todo el derecho a la salud de los ciudadanos, queda, sin duda, muy mermado como responsable público.

–En el País Vasco, la información que tenemos hasta ahora es que el Ejército estaba acondicionando la base de Araca por si era necesario utilizarla como hospital. ¿Hay previsión de que se implique en alguna otra tarea?

–Esto es absolutamente dinámico. Empezamos el primer día actuando en siete ciudades y en este momento estamos actuando en 57 ciudades y en muchísimos hospitales, aeropuertos o estaciones ferroviarias, y vamos a ayudar en todo lo que nos pidan y en todo aquello que entendamos que es necesario. Insisto, nunca se ha planteado este tema por criterios territoriales, sino como un compromiso con todos los españoles y con la protección del derecho a la salud, sea cual sea el lugar en el que se vive.

–Usted forma parte del núcleo duro del Gobierno que coordina el Estado de Alarma. ¿Con qué previsión trabajan? ¿Qué debemos esperar de esa advertencia de que «lo peor está por llegar»?

–Hay que mirar los ejemplos de otros países porque ésta es una experiencia que no tiene precedentes. Estamos analizando lo que ha pasado en China o en Italia para sacar conclusiones, pero nuestro problema es el mismo problema que está afectando a otros países. Si hay algo evidente es que es fundamental la colaboración de todos los ciudadanos y que todos los ciudadanos deben ser responsables de unas medidas de autoprotección y de cumplir lo que dice el decreto de alarma. Si todos cumplimos con las medidas de separación y con la regla de quedarnos en casa, la propagación del virus será más lenta y esto nos ayudará a combatirlo y a salvar vidas. Creo que todo lo que está ocurriendo nos coloca, además, ante dos cuestiones importantes, que se nos olvidan en seguida. Por un lado, la vulnerabilidad del ser humano, y esto es algo sobre lo que tenemos que reflexionar; y, por otro, que nunca hay que dejar de ser humildes, porque todavía hay muchas cosas que no sabemos ni controlamos, aunque, a veces, el hombre se sienta poderoso e invencible.

–Aunque ha dicho que el escenario es muy dinámico, viendo cómo evoluciona exponencialmente todavía la curva de contagios, ¿la previsión es que haya que adoptar medidas más duras para combatir la enfermedad?

–No debemos especular. Creemos que las medidas que hay en vigor, si se cumplen, y los españoles están demostrando su responsabilidad, pueden ayudar a superar la situación y a evitar la propagación del virus. Es evidente que puede darse un escenario más grave, pero lo importante es que ahora todos cumplamos con lo que está previsto en el decreto de alarma porque, en definitiva, esto ya no es un tema político sino de salud pública y de salud individual. Cada uno tiene la obligación de cuidarse a sí mismo, de cuidar a sus familiares y de ser generoso y responsable y pensar que los incumplimientos, en este caso el decreto del estado de alarma, no sólo van en deterioro de su propia salud, sino de la salud de todos los demás.

–Sin especular, sí se puede adelantar que el estado de alarma se prorrogará la semana que viene.

–Si fuera necesario, se hará, ya lo dijo el presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados.

–No es competencia suya el ámbito sanitario, pero usted entenderá que a la opinión pública le cuesta digerir cómo puede haber tal falta de medidas de protección para los sanitarios, como ellos mismos denuncian, en una situación tan crítica y que se veía venir por lo que está pasando en otros países. ¿Dónde está el problema, qué está fallando o quiénes están fallando?

–Hay una situación de estrés y ansiedad. No es mi ámbito competencial, pero puedo decir que el Ministerio de Sanidad y los expertos están administrando esta crisis de una manera eficiente y de común acuerdo con las consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas. Se está haciendo un gran esfuerzo. En este sentido, me gustaría subrayar que nunca me cansaré de agradecer a los médicos y a todo el personal sanitario de este país lo que están haciendo. Sin ellos, esto no sería posible y tenemos una deuda de gratitud infinita con todos ellos, con todos los médicos, con los auxiliares de clínica, con los enfermeros, con todo el colectivo. Nunca les agradeceremos suficientemente su generosidad.

–¿Siente que la oposición está colaborando lealmente?

–Creo que el Pleno del Congreso de esta semana, salvo algunas excepciones puntuales, puso de relieve dónde estamos y qué nos exigen los españoles. No es el momento de la política, es el momento de estar unidos, de pensar en el derecho a la salud y de trabajar para evitar la propagación del virus, y ya habrá tiempo para otros debates y análisis políticos. La altura de los dirigentes políticos se pone de relieve cuando demuestran que saben cuál es el momento para cada cosa y cuándo deben asumir el compromiso de trabajar todos juntos para que los ciudadanos de este país puedan superar esta situación tan complicada. Por eso resulta mucho más llamativo, y duele más, que representantes políticos como Torra no sean capaces de pensar que ahora es el momento de los ciudadanos y de la salud, y no de otras consideraciones ni de refugiarse en mentiras.

20-3-20. Madrid, Margarita Robles en una entrevista para La Razon
20-3-20. Madrid, Margarita Robles en una entrevista para La Razon©Gonzalo Pérez MataLa Razón.

–Habla de Torra, pero supongo que entre esas «excepciones puntuales» también incluye a ERC, porque su portavoz, el señor Rufián, fue durísimo contra el Gobierno en ese Pleno que usted menciona. ¿Qué pensó al escucharle?

–Cuando escuché al señor Rufián criticar al Ejército pensé que quizás desconoce por completo la realidad de las Fuerzas Armadas en el siglo XXI, y que sería bueno que se empapara de la labor humanitaria que están haciendo estos días, volcados las 24 horas del día en ayudar y colaborar para proteger la salud pública, sin preguntar a quién están ayudando, y poniendo en riesgo su vida y su salud. Éste es el Ejército y sería bueno que no se hicieran determinadas manifestaciones que son una falta de respeto a un colectivo que se está caracterizando por su generosidad y por anteponer a cualquier cosa los derechos de los ciudadanos y el derecho a la salud.

–Cuando se supere la crisis sanitaria, dada la magnitud de las consecuencias económicas, habrá que revisar prioridades y hacer ajustes en el Presupuesto. ¿Se puede recortar dinero de Defensa, como pide ERC, para dedicarlo a otras partidas sociales?

–Confío plenamente en las autoridades económicas del Gobierno, que saben perfectamente el esfuerzo que está haciendo el Ministerio de Defensa. En estos momentos se ha vuelto a demostrar que las Fuerzas Armadas son una pieza fundamental para hacer frente a situaciones críticas, a una emergencia sanitaria y a una catástrofe como la actual. Cuando hay grandes inundaciones o grandes incendios, los primeros que llegan son los militares, junto con otros colectivos, a los que también quiero poner en valor, por supuesto, como bomberos o Fuerzas de Seguridad. Pero los militares son los primeros que está ahí. Todos hemos visto esas fotos de ciudadanos abrazando y agradeciendo a personas de la Unidad Militar de Emergencia o de otros cuerpos del Ejército su ayuda, y son muy representativas de la importancia que tienen las Fuerzas Armadas en España y en el mundo entero. Hay algunos que se han quedado en el siglo XIX y que desconocen el papel actual de los Ejércitos.

–¿Pero usted luchará para que no haya ningún recorte en el Presupuesto de su Ministerio?

–Yo tengo confianza plena en que el Presupuesto que salga sea el que mejor responda a las necesidades de España. Y aquí sí hago un llamamiento a todas las fuerzas políticas porque éste es el momento de pensar en España. Los políticos deben tener altura de miras y ahora lo primero es España y sus ciudadanos, y para ello debemos trabajar todos de común acuerdo para que el Presupuesto que tengamos ayude a España y a sus ciudadanos.

–Comentó antes que hay algunos que «desconocen el papel actual de los Ejércitos». También el vicepresidente Iglesias parece que acaba de descubrirlo, ¿no? Lo digo por su sorpresa por la labor humanitaria que está haciendo estos días.

–Hay que mirar todo en clave positiva, el señor Iglesias hizo un agradecimiento al papel de las Fuerzas Armadas y eso es muy importante. Cientos de miles de ciudadanos están apoyando y agradeciendo el papel de las Fuerzas Armadas y es lo que hizo el vicepresidente Iglesias. Evidentemente, como ministra de Defensa se lo agradezco.

–El apoyo del vicepresidente del Gobierno y de Podemos, como socio del Ejecutivo, a la «cacerolada» contra el Rey convocada, entre otros, por Podemos, ¿lo enmarca en el respeto a la libertad de expresión?

–España tiene un régimen constitucional, con una jefatura del Estado que es la Monarquía parlamentaria. Y quienes ejercemos responsabilidades públicas tenemos que respetar y cumplir la Constitución hasta el final. Nuestro sistema es la monarquía parlamentaria, encabezada en estos momentos de forma admirable por el Rey Felipe. Este sistema nos ha permitido a todos los españoles gozar de 40 años de vida en libertad y de convivencia.

–¿Le parece desleal que desde el Gobierno se cuestione por uno de los partidos que lo forman a la jefatura del Estado?

–Desde luego no tengo constancia de que el Gobierno, como tal, en ninguna de sus actuaciones haya cuestionado a la institución, sino todo lo contrario. El Gobierno tiene el máximo respeto y valora el trabajo que hace el Rey Felipe. Hace unos días, con el presidente del Gobierno a la cabeza, y los cuatro ministros que estamos llevando la coordinación del estado de alarma, nos reunimos con el jefe del Estado, con el Rey, y ahí estuvimos trabajando y explicándole lo que está ocurriendo en estos momentos en España. El Rey sigue con la máxima atención todo cuanto acontece en el día a día de nuestro país, y ahora se preocupa mucho, como no podía ser de otra manera, de todo el seguimiento de esta pandemia.

–¿El Rey Felipe VI ha estado a la altura de las circunstancias en lo que afecta a la herencia de su padre?

–Esto no es un tema de este momento. Todos tenemos que estar centrados en evitar que se propague el virus y en defender nuestra Constitución. Y la defensa de nuestra Constitución implica también la defensa de nuestras instituciones y, por tanto, de la Monarquía parlamentaria, encarnada hoy por el rey Felipe VI.

–¿Qué mensaje deja a los españoles en un momento como éste?

–Pido a los españoles que sigan siendo solidarios, generosos y responsables. A este virus lo tenemos que vencer entre todos, dejando a un lado las discrepancias y los enfrentamientos, y mucho más si son de carácter político, que deben quedar por completo a un lado. Y no dejemos de agradecer cada día la inmensa generosidad de todos los hombres y mujeres de la Sanidad, de las Fuerzas Armadas, de las Fuerzas de Seguridad del Estado, y de tantos otros colectivos, que no podría enumerarlos todos, que han demostrado una vez más que España es un país solidario y generoso. Los españoles deben saber que vamos a vencer al virus todos juntos, vamos a avanzar y vamos a recuperar el liderazgo europeo que nos corresponde.

–¿Podemos confiar en ver la luz en abril?

–Hay que ser optimistas, pero también prudentes. La obligación del ser humano es tratar de afrontar las cosas con espíritu positivo.