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Madrid, más rápido que Hubei y Lombardía

La región de Madrid ha tardado solo 15 días en llegar a las 1.500 víctimas. Lombardía tardó 20 y Hubei 25.

Basta una mirada a las cifras de víctimas que el coronavirus se ha cobrado ya en Madrid para comprender qué hay detrás de la preocupación que se adivinaba en el tono de voz de Salvador Illa, ministro de Sanidad, cuando ayer, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aseguraba que «es la hora de la solidaridad con Madrid». Solo Nueva York, que acaba de comenzar su particular lucha contra el virus, ofrece una curva de mortalidad más alta que Madrid, que supera ampliamente a Lombardía y a Hubei en cuanto a la rapidez con la que se ha ido superando el nivel de 100, 500, 1.000 y 1.500. Y nada hace pensar que hoy la cifra de fallecidos vaya a descender de las 507 que se produjeron ayer en toda España (con la Comunidad de Madrid a la cabeza de muertos), dramático corolario de una evolución preocupante: 215, 344, 394, 462 y 507 víctimas diarias en los últimos cinco días. «Se trata de una semana dura porque nos acercamos cada vez más al pico de la epidemia», explicaba el titular de Sanidad desde el complejo de Moncloa.

En estos momentos ni las facultades de matemáticas se atreven a hacer predicciones fiables pero una cosa está clara: la epidemia está creciendo en España y concretamente en Madrid, a un ritmo superior al que lo hizo en las regiones más castigadas de Italia (Lombardía) y China (Hubei) al menos en lo que cifra de víctimas mortales se refiere. Madrid tardó tan solo 6 días en alcanzar los primeros 100 muertos, después de que se declaran las primeras 10 víctimas. Sin embargo en el epicentro de la propagación del virus, la región de Hubei en China central pasaron casi el doble, 9 días, desde que se detectaron los primeros diez fallecimientos hasta que se pasó la frontera de los 100. Lombardía tardó 6 días por lo que en Madrid la curva de mortandad fue más acusada que en estas dos regiones. Lo mismo pasó a la hora de superar las 500 víctimas. Madrid ha tardado 11 días frente a las 14 de Lombardía y los 15 de Hubei. Dos días más tarde (a los 13 de que se registraran los diez primeros muertos) Madrid llegaba a las 1.000 y tan solo dos jornadas después -ayer mismo- se rompía el techo de las 1.500. Hubei tardó 25 días en llegar a las 1.500 víctimas (diez más que Madrid) y Lombardía 20.

Ahora bien, parece que Estados Unidos va camino de pulverizar el ritmo hasta ahora seguido por las principales zonas de alto contagio: en tan solo 5 días el estado de Nueva York lleva 157 víctimas mortales por lo que la esperanza de Trump de tener el país restablecido para Pascua parece «wishful thinking». Hasta 127 de esas 157 muertes se han producido en Manhattan. Según los cálculos del presidente, en «dos semanas», a contar desde «el lunes o el martes», Estados Unidos podría recuperar la normalidad. «Se va a perder más gente poniendo el país en una recesión masiva o en una depresión» que con el coronavirus. «Se puede destruir un país cerrándolo», aviso el presidente norteamericano, al tiempo que abogaba por «volver al trabajo cuanto antes».

En estos momentos es imposible no acordarse de la lentitud con el que el Gobierno liderado por Pedro Sánchez empezó a tomar medidas más drásticas para evitar aglomeraciones y facilitar el confinamiento de la población en sus hogares. Concretamente fueron 76 las manifestaciones con motivo del 8-M que se celebraron en toda España y se calcula que 120.000 personas acudieron a ellas en las calles de las principales ciudades. Es difícil calcular cómo ha influido el hecho de que lejos de evitarlas, el Gobierno alentó la asistencia a estas concentraciones pero resulta claro que algo debió impulsar la propagación cuando tres miembros del Gobierno que compartieron la pancarta en primera fila de la manifestación (la vicepresidenta Calvo y las titulares de Igualdad, Irene Montero, y Política Territorial, Carolina Darias) se han contagiado de coronavirus. Madrid, escenario de la mayor de estas concentraciones superó ayer la cifra de 1.500 víctimas y es la región española más afectada muy por encima de Cataluña con 282 víctimas, Castilla La Mancha con 216 y País Vasco con 133. Si el patrón de propagación de la enfermedad se puede extrapolar de lo sucedido en Italia el resto de regiones no tendrán que pasar por el pico que está sufriendo Madrid donde, según reconoció Illa, «se está empezando ha notar tensión en el sistema sanitario». Si se cumple la predicción, por tanto, Madrid será la primera región en registrar un descenso paulatino de la cifra diaria de fallecimientos.

Sin embargo la fluctuación de las cifras hace que un descenso puntual en un día determinado de las víctimas mortales o del número de nuevos positivos no signifique necesariamente que se haya alcanzado el pico de la epidemia. El caso italiano lo demuestra: ayer se volvió a registrar un aumento en el número de fallecidos tras dos días consecutivos de descenso, tras sumar otros 743 fallecidos hasta un total de 6.820, según los datos anunciados por el jefe de la Protección Civil, Angelo Borrelli, informa desde Roma Ep. Los 743 muertos se quedan por debajo de la cifra récord registrada el sábado, cuando hubo 793 fallecidos, pero suponen un repunte con respecto a los 651 muertos del domingo y los 602 registrados el lunes, lo que había hecho pensar que se estuviera iniciando un declive. Por otra parte, en las últimas 24 horas se han contabilizado 3.612 personas contagiadas, confirmándose en este caso la tendencia a la baja de los dos últimos días –3.957 contagios el domingo y 3.780 el lunes–. En total, son ya más de 69.000 los casos confirmados de coronavirus en el país.