Estado de alarma
Sánchez comparecerá hoy para anunciar la prórroga del estado de alarma hasta el día 26 de abril
Debate en el gobierno sobre si alargar más allá del 9 el cierre de la producción no esencial.
El Gobierno avanza un paso más en su estrategia de confinamiento. Tal como adelantó LA RAZÓN a principios de esta semana, el Ejecutivo va aprobar una nueva prórroga –la segunda– del estado de alarma para ampliar la situación de excepcionalidad al menos hasta el 26 de abril. Moncloa se apoya en el criterio de los expertos y en la evolución de la pandemia para tomar la decisión y tras la reunión de los técnicos esta mañana, el presidente del Gobierno comparecerá a primera hora de la tarde para comunicarlo oficialmente. El objetivo no es otro que consolidar los avances registrados hasta ahora, por pequeños que sean. Aunque las cifras de fallecimientos han vuelto a marcar cotas máximas en los últimos días, por encima de los 900 decesos, el desarrollo de los contagios –que ya superan los 124.000 afectados–apunta a una estabilización e incluso una ralentización en el avance de la curva de la epidemia. Hoy un 6% frente al 6,7% de ayer. La necesidad de afianzar los «esfuerzos realizados hasta el momento» y evitar, por extensión, el colapso de las UCIs, que viven esta semana su situación más crítica, invitan a adoptar una decisión que el Gobierno asumía ya hace días, pero que ha esperado hasta el momento justo para adoptar.
No obstante, aunque hay consenso en torno a la necesidad de ampliar el confinamiento, ha existido debate dentro del Consejo de Ministros sobre las condiciones en las que se tiene que mantener el estado de alarma. En concreto, sobre si se debe revertir o no el parón total de la actividad productiva «no esencial» que se decretó hace una semana y que finalizaría, en principio, el próximo 9 de abril. A favor de mantenerlo está un sector del Gabinete que sostiene que la reducción de la movilidad a niveles del fin de semana está ayudando a contener la expansión del virus y, por ende, los nuevos contagios que se registran, contribuyendo a la citada ralentización. También que no existe garantía de que reactivar esta actividad después de escasos diez días no vaya a generar un repunte y sea perjudicial en el ámbito sanitario. En contra, el sector más ortodoxo, quienes se hacen eco de la voz de los empresarios que advierten de que sostener en el tiempo esta paralización puede ser crítico para la puesta en marcha posterior de la actividad económica. Las dos almas que palpitan en el Ejecutivo vuelven a dejar patente sus diferentes formas de encarar la resolución de una crisis que supera ya lo sanitario y engloba lo socioeconómico. Estos son, en suma los principales flecos que tendrá que aclarar hoy el presidente del Gobierno en su intervención.
Antes de hacerlo público, Sánchez se lo ha comunicado a Pablo Casado y el resto de líderes de las formaciones políticas, con quienes ha restablecido la interlocución a lo largo de la mañana. Tras dos semanas de silencio, esta información previa surge como respuesta a las críticas que ha recibido el Ejecutivo en los últimos días por su actuación unilateral sin contar con la oposición, sectores sociales y Comunidades Autónomas y que habría puesto en jaque incluso la aprobación de los últimos reales decretos adoptados por falta de consenso. No obstante, en Moncloa quieren establecer un equilibrio entre lo que supone mantener puntualmente informados al resto de actores políticos y sociales y las filtraciones que se producen.
En el Ejecutivo consideran prioritario que mensajes trascendentales como el mantenimiento del estado de alarma lleguen a los españoles por boca del presidente del Gobierno y no a través de filtraciones a la prensa. Así ocurrió, hace dos semanas, con la primera prórroga que, tras comunicársela a los presidentes autonómicos en la videoconferencia semanal que mantienen los domingos, llegó inmediatamente a los medios de comunicación antes de que Sánchez compareciera en Moncloa.
Pleno la próxima semana
Los plazos apremian y la Mesa del Congreso y la Junta de Portavoces se reunirán el martes a las 16:00 y 18:00 horas, respectivamente, para fijar el orden del día del pleno en el que se tiene que aprobar la prórroga del estado de alarma. Los plazos previstos –el periodo de excepcionalidad vence a las 00:00 del 12 de abril– obligan a que la prórroga se apruebe con carácter previo en el Congreso, por lo que todo apunta al 8 o 9 de abril. A este pleno el Gobierno podría decidir llevar también los últimos decretos aprobados, en concreto, en el que se aprueba la paralización de los sectores «no esenciales» que podría quedar también prorrogado con nueva ampliación del estado de alarma.
Tanto a nivel del Gobierno como del Grupo Parlamentario se han iniciado ya los contactos con los socios imprescindibles para sacarlos adelante. En las últimas horas se ha hablado con el lendakari, Iñigo Urkullu, y está previsto hacerlo también con los representantes de Esquerra Republicana. En esta primera fase, el Ejecutivo quiere atar la mayoría de la investidura para, posteriormente, hacer partícipe de la misma también a los partidos de la derecha, para lograr esa «unidad de acción» con todas las formaciones. En Moncloa están dispuestos a aceptar algunas de las demandas sugeridas por la oposición, pero siempre que estas no «perjudiquen» a la sociedad, en referencia a las que proponen PP y Vox.
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