España informa a la OTAN de que ya no necesita más ayuda internacional

El pasado 23 de marzo, Españapidió asistencia internacional a la OTAN para hacer frente a la pandemia del coronavirus. Lo hizo a través del Centro Euroatlántico de Coordinación de Respuesta de Desastres (EADRCC, por sus siglas en inglés), solicitando, entre otros, respiradores, mascarillas, test o ventiladores. Un mes después, y tras recibir la ayuda de varias naciones aliadas o socias, el Gobierno ha comunicado que “no requiere ninguna asistencia adicional por parte de las naciones de la OTAN”.

En concreto, según se desprende del último informe de situación del EADRCC, “la petición de asistencia internacional de España (el segundo país que usó este mecanismo tras Ucrania) está ya cerrada”. Este organismo explica que la ayuda que requirieron las Fuerzas Armadas españolas se produjo como parte de su “respuesta inicial a la pandemia global” y reproduce la actualización remitida por España para dar por cerrada esa solicitud de ayuda humanitaria.

“Desde el comienzo de la crisis, España ha pasado por algunas semanas muy duras en las que todos los mecanismos del Estado, incluidas las Fuerzas Armadas, han trabajado incesantemente para minimizar los efectos de la pandemia entre nuestra población”, aseguran las autoridades españolas a la OTAN, a quien agradecen “la pronta respuesta y el esfuerzo de coordinación de la Alianza desde el inicio de la emergencia. Gracias a la inestimable ayuda recibida en España por parte de los aliados, hemos logrado superar la situación más exigente a la que tuvimos que enfrentarnos” Y añaden que, "afortunadamente, muchas de las capacidades solicitadas (médicas o producción y adquisición de materiales), las cuales fueron muy apreciadas al comienzo de la pandemia, actualmente están siendo cubiertas. Por esta razón, España en este momento no requiere ninguna asistencia adicional de las naciones de la OTAN, aparte de la recibida hasta ahora ".

Eso sí, nuestro país recuerda que "como la evolución de este tipo de crisis es claramente impredecible, si volviera a ser necesario, usaremos este mecanismo para requerir asistencia adicional”.

En su solicitud de ayuda de hace un mes, España solicitó, entre otros, 1.500.000 mascarillas quirúrgicas, 500.000 pruebas rápidas del COVID-19, 450.000 respiradores, 50.000 sistemas de prueba de diagnóstico de reacción en cadena de polimerasa o 150.000 batas. La primera nación en responder a esta llamada de auxilio fue la República Checa, que envió 10.000 equipos de protección individual. Turquía, por su parte, mandó 25 toneladas de material en un avión militar. Pero también han ofrecido su ayuda otros países, como Luxemburgo, que envió 1,4 toneladas de material para fabricar equipos de protección. O Estonia, que colaboró con mascarillas y respiradores. Alemania, por su parte, propuso a España trasladar a sus hospitales a enfermos graves y envió respiradores, mientras que Polonia ha ofrecido 20.000 litros de gel desinfectante. Letonia y Japón (que no es miembro pero sí socio), también mostraron su interés en ayudar.