Los aviones VIP del Ejército, listos para trasladar a pacientes con coronavirus

La crisis sanitaria del coronavirus «ha ocasionado una importante demanda del sistema hospitalario», lo que «pone de manifiesto la necesidad de potenciar la capacidad de respuesta, reforzando los medios disponibles y preparándose ante una eventual necesidad de movimiento por vía aérea de pacientes contagiados de Covid-19 entre ciudades españolas, incluyendo las islas». Con estas palabras, el Ejército del Aire justifica la necesidad de contar con todos los medios disponibles para, en caso de necesidad, utilizar sus aeronaves para el traslado de enfermos. Ya están preparados para hacerlo con los aviones de transporte A400M y C-295 o los helicópteros de rescate, que pueden ser medicalizados en menos de una hora, pero no quieren dejar ningún cabo suelto y en sus planes también está, siempre que se requiera, la utilización de los aviones VIP: los Falcon y los Airbus A310 del 45 Grupo de Fuerzas Aéreas. Este último, por ejemplo, ya trasladó desde Liberia a los dos religiosos españoles en la crisis del ébola de 2014. Por su parte, en esta pandemia del coronavirus, además de transportar material sanitario, estos aviones han repatriado a España a militares desde Mali o Líbano, pero por el momento no se han usado para transportar a civiles enfermos.

Para poder utilizar estos aviones, los que normalmente trasladan a los miembros del Gobierno o de la Casa Real, el Ejército necesita una plataforma para poder embarcar a los pacientes y, por este motivo, ha adquirido un vehículo adaptado para llevar a cabo esta tarea con mayor rapidez y seguridad. En concreto ,tal y como se publicó en la Plataforma de Contratación el Estado, ha adquirido, por la vía de emergencia, un vehículo tipo «Ambulift» para «el embarque/desembarque en aeronaves medicalizadas de los Sistemas de Armas T-18 (Falcon 900) y T-22 (Airbus A310) de pacientes contagiados de Covid-19 no ambulatorios y/o con movilidad reducida (PMR)». El valor de dicho contrato asciende a 233.772 euros y ha sido adjudicado a la empresa «Tecnove», la cual ha sido «proveedora en numerosas ocasiones de diverso equipamiento para el Ministerio de Defensa». Según la Dirección de Adquisiciones del Ejército del Aire, «cuenta con los medios materiales y personales adecuados y especializados para poder entregar el suministro solicitado en las condiciones necesarias», esto es, en un plazo máximo de cuatro meses.

Fue el 14 de abril cuando la Dirección de Adquisiciones del Mando de Apoyo Logístico (Malog), recibió el escrito en el que se requería tramitar dicha solicitud. Este Mando se puso manos a la obra para proceder a la «adquisición inmediata» de dicho vehículo, «dada la exigencia que demanda la situación de crisis sanitaria». Un día después, el Ministerio de Defensa autorizaba la tramitación de emergencia del contrato y el 17 de abril se comunicó al contratista, adjudicándosele una semana después. Fue el pasado lunes, 4 de mayo, cuando se formalizó el contrato con «Tecnove», algo que ha publicado hoy el Boletín Oficial del Estado.

Tal y como han explicado desde el Ejército del Aire a este periódico, cuando se medicalizan estos aviones VIP, el embarque de los pacientes por las escaleras y la puerta principal supone un problema por el poco espacio que hay para ello, sobre todo en el caso de que se trate de una camilla con su correspondiente “burbuja” de aislamiento (en el caso de los de transporte cuentan con una rampa posterior). «Se detectó esta necesidad y se ha adquirido», apuntan, haciendo hincapié en que este vehículo adaptado no sólo sirve para los Falcon o los Airbus A310, sino que se pueden usar en otro tipo de aeronaves.

Hasta ahora, el Ejército del Aire ha certificado la medicalización de los A400M o los C-295 por si fuese necesario usarlos en esta crisis sanitaria, algo que aún no ha ocurrido. En ese caso, la aeronave se trasladaría a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) para que la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) procediese a su transformación en «hospital volante».

En el caso del A400-M, podría trasladar a cinco enfermos críticos y 14 de cuidados menores, mientras que el C-295, a tres graves y cuatro leves. Eso sí, se adaptan ex profeso si así se solicita y la citada unidad tarda menos de una hora en medicalizarlo. Por su parte, en el Falcon podrían viajar hasta dos pacientes leves y uno crítico y en el A310, unos seis graves y unos diez de escasa consideración.

Tal y como explica la empresa «Tecnove» en su página web, estos vehículos adaptados (similares a los que normalmente se usan para introducir la carga o el catering en los aviones comerciales) «permiten transportar personas con dificultades de movilidad o en silla de ruedas facilitando el acceso de forma cómoda y segura a la cabina de pasajeros de cualquier tipo de aeronave». Para ello, cuentan con una cabina totalmente aislada y climatizada.