Coronavirus

Castigo a Madrid sin criterio técnico

La Comunidad volverá a pedirlo la próxima semana. Castilla y León tampoco pasa y Valencia y Andalucía por zonas

Vida diaria en Mahón
Los establecimientos de hostelería de Mahón (Menorca) ya están adaptándose a la primera faseDavid Arquimbau SintesEFE

«Esto no es una carrera», dijo ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, poco antes de ofrecer el listado de las regiones que pasan a fase 1. Pero lo cierto es que el mapa que presentó el Gobierno de Pedro Sánchez contiene un zona conflictiva justo en el centro: Madrid y el hecho de que este bastión del PP no comience una desescalada que se antoja crucial a su Gobierno autonómico dirigido por Isabel Díaz Ayuso. En otra parte conflictiva del mapa de España tenemos a Cataluña que ha visto como todas las áreas sanitarias que solicitó que pasaran a la primera fase han recibido el visto bueno del ministerio dirigido por Illa. Tras estos hechos de transparente lectura política, tanto el titular de Sanidad del Gobierno de Sánchez como su adlátere Fernando Simón se preocuparon de apuntalar insistentemente que la decisión se han tomado en base a criterios estrictamente técnicos.

Fue tras sucesivos retrasos a lo largo de la tarde de ayer cuando Illa desveló finalmente la anhelada lista de provincias y regiones sanitarias que pasarán a la fase uno de la desescalada. Galicia, Asturias, País Vasco, La Rioja, Navarra, Murcia y Extremadura pasan en pleno a comenzar se salida del confinamiento como también lo hacen Menorca, Mallorca e Ibiza que se suman a Formentera y pasan también a fase 1. Canarias también entra en fase una junto a las islas que ya disfrutaban de este estatus. Como se apuntó, las tres regiones sanitarias que la Generalitat había solicitado han sido concedidas por Sanidad por lo que Terres de l’Ebre, Camp de Tarragona y Alt Pirineu i Aran también pasan a fase 1. En Castilla-La Mancha solo las provincias de Cuenca y Guadalajara pasan a la primera fase. Madrid sigue en fase cero. En Andalucía pasan de fase Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla y se quedan en la cero Granada y Málaga. Castilla León no se mueve de fase en bloque pero «por sus ideosincrasias particulares» hay una larga lista de 26 pequeñas regiones sanitarias en todas sus provincias que si que podrán tener los beneficios que comparta la primera fase. En Valencia pasa algo parecido. Pasan a fase uno las siguientes regiones sanitarias: los departamentos sanitarios de Vinaròs , Requena, Xàtiva-Ontinyent, Gandia, Alcoy, Dénia, La Marina Baixa, Elda, Orihuela y Torrevieja. Ceuta y Melilla también pasan a fase 1 lo que significa que algo más del 50% de la población de toda España comienza el plan de desescalada. En estar regiones, según el plan que presentó esta semana el presidente del Gobierno, se podrán celebrar reuniones sociales de un máximo de 10 personas, se reabrirán los comercios con menos de 400 metros cuadrados de superficie al 30% de su capacidad, las terrazas al 50%, las bibliotecas y museos, los hotel sin zonas públicas y (según el criterio de los ayuntamientos) los mercados al aire libre con un 25% de los puestos.

Según Salvador Illa el plan de desescalada se ha fundamentado en dos pilares. En primer lugar la cogobernanza para tomar decisiones coordinadamente con las Comunidades Autónomas y, en segundo lugar, una cautela «basada en tres principios: prudencia, prudencia, prudencia».

«Estas decisiones no son fáciles de tomar», aseguró Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, cuando empezó a explicar los criterios que han determinado qué regiones van a empezar la desescalada y cuáles tendrán que esperar, al menos, una semana más.

Poco antes de que el titular de Sanidad compareciera ante los medios de comunicación se filtró desde la Comunidad de Madrid que esta región no pasaba a la primera fase de desescalada. «Han sido los datos los que han pesado en la decisión», dijo Salvador Illa. Algo después se filtró que aunque el Gobierno «avala la capacidad asistencial de Madrid», sin embargo «se inclina por esperar a que el sistema de detección de Atención Primaria esté más afianzado para el cambio de fase». El rechazo de las autoridades sanitarias trascendió después una reunión telemática mantenida el viernes entre el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, un encuentro previo al Consejo Interterritorial de Salud junto al resto de comunidades autónomas.

Como es bien sabido, el Ejecutivo regional que lidera Isabel Díaz Ayuso presentó al Ministerio de Sanidad la documentación para pasar a la fase 1 el jueves por la noche tras la dimisión de la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, contraria a esta decisión. En la documentación alegaba que desde abril ha habido un descenso de un 83 % en el número de hospitalizados en la Comunidad de Madrid y de un 64 % en el de ingresados en la UCI. Madrid insiste en que, además de bajadas muy significativas en todos los indicadores de incidencia en el último mes, en hospitalización, UCI o seguimiento desde Primaria, el Ejecutivo regional ha tenido capacidad de habilitar más de 1.900 puestos de UCI y más de 22.000 camas de hospitalización pudiendo ampliarse si fuera necesario a otros pabellones en Ifema.

Sea como fuere la Comunidad de Madrid ya ha expresado su voluntad de presentar la semana que viene una propuesta para entrar en la fase 1 de la desescalada el lunes 18 de mayo. «Somos una comunidad que ha hecho siempre bien las cosas, con poca ayuda, por cierto», dijo ayer Ayuso al respecto. Madrid sustentaba su petición en la caída durante el pico de la crisis sanitaria del 64% en los pacientes con Covid-19 ingresados en UCI durante el último mes. No obstante, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, dijo que un dato relevante para pedir la desescalada eran las camas de UCI para recordar que, según el criterio del Ministerio de Sanidad, se requieren dos camas de UCI por cada 10.000 habitantes, por lo que «se necesitaría un total de 1.400 camas». Así, indicó que, «en estos momentos» la Comunidad cuenta con 1.350, pero ha llegado a tener 1.942, por lo que «si algo ha demostrado la sanidad madrileña, la sanidad pública y la sanidad privada juntas bajo el mando único de la Comunidad, es su capacidad de flexibilidad y de dar respuesta para estas situaciones».

Poco antes de la reunión del Consejo Interterritorial de Salud, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, insistía en dejó claro que todas las decisiones de cambio de fase se tomaría en base a «la evidencia científica» y no por «intereses partidistas» ni «cálculos electorales». La ministra socialista añadió que en estos momentos lo último que necesitan los ciudadanos es añadir ningún tipo de incertidumbre sobre esta cuestión.

La ministra de Hacienda señaló asimismo que las medidas contempladas en las nuevas fases del plan de desescalada del coronavirus serán aplicadas por los presidentes de las comunidades autónomas. Asimismo dijo que se incorpora la normal previsión para el desarrollo de las actuaciones electorales garantizando el funcionamiento de los servicios públicos, responsabilidad también del Gobierno de España.