Confinamiento franquista

Hay que alzar la voz ante la tendencia del Gobierno a querer seguir actuando con total abuso en la adopción de medidas –como las de confinamiento–, que implican una verdadera suspensión de derechos fundamentales de los ciudadanos, y con una rigurosidad y extensión en el tiempo sin parangón en ningún país de la UE. Tampoco tiene ninguna justificación sanitaria que la ampare, como resulta evidente por las cifras de fallecidos y contagiados. Aplicando la «lógica sanitaria» con la que está actuando el Gobierno, habrá que elegir entre la salud humana y «la salud de la economía», cuando el ejemplo de muchos países –próximos como Alemania y Eslovenia, o lejanos como Japón y Corea del Sur– demuestran que hay modelos para contener la pandemia más eficaces y menos invasivos de la vida social.

La eficacia en la gestión del Covid-19, se mide con la optimización entre la salvaguarda de la vida humana –valor superior por excelencia– y el resto de bienes jurídicos y materiales en presencia, especialmente la libertad y la economía. El resultado español es demoledor: encabezamos a nivel mundial la cifra de muertos y contagios per cápita, y además se anuncia una escalofriante recesión de nuestra economía, con las consecuentes secuelas de paro y pobreza. Y todo ello con un confinamiento superior a cualquier otro país. Por cierto, este tiene notables reminiscencias franquistas, Sres. Sánchez e Iglesias: era una pena restrictiva de derechos en el CP de 1973.