El Gobierno de Pedro Sánchez

Alarma de Estado

Pleno del Congreso para prorrogar el Estado de alarma
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el vicepresidente tercero, Pablo IglesiasJ.J. GuillénEFE

El Gobierno actual tiene cinco meses escasos de vida, pero parecen una eternidad. Es cierto que tres han sido en estado de alarma, pero el Gobierno les ha superpuesto la «alarma de Estado» que provoca el tándem Sánchez-Iglesias con su gestión.

No debería quejarse Sánchez del clima de crispación existente porque él mismo ya profetizó que el 95% de los españoles no dormiría tranquilo con Podemos compartiendo colchón. Ahora, insomnes y confinados durante semanas, es comprensible que la tensión aflore fácilmente.

El mejor remedio es que se aplique su propio «jarabe democrático», como diría su vicepresidente. Aunque su Gobierno tampoco ayuda a relajar el ambiente: el ministro de Justicia ha afirmado en el Congreso, que estamos nada menos que en una «crisis constituyente» provocada por la crisis sanitaria. Y para «disipar» la alarma generada, «aclararon» que se refería al cambio de periodo, al cambio de vida por la nueva normalidad.

No es admisible que una declaración de este calibre en boca del ministro de Justicia –juez de profesión–, sea una confusión o un lapsus. Sobre todo por la reiteración, al hablar también de «debate constituyente». Algo que legítimamente da para ver cada vez con más claridad, quién genera la crispación.

Así pues, que no se queje Sánchez: un Gobierno socialcomunista en minoría, y apoyado en ERC y Bildu, provoca estas preocupantes situaciones. Y para suavizar la crisis, sus socios de Gobierno ya están en pleno jaque al Rey.