Política

El alto funcionario que atacó a Sánchez pide disculpas y anuncia su jubilación

Obligado a rectificar por la Comisión tras su invectiva contra el Gobierno, sus superiores amenazaron con «acciones disciplinarias» si volvía a infringir el código ético de la UE

Cecilio Madero es uno de los altos funcionarios españoles con más experiencia en Bruselas. Es director general adjunto de Competencia y Antimonopolio de la Comisión Europea
Cecilio Madero es uno de los altos funcionarios españoles con más experiencia en Bruselas. Es director general adjunto de Competencia y Antimonopolio de la Comisión EuropeaTwitterLa Razón

Si no fuera por el carácter y la relevancia de su puesto en la Comisión Europea, su historia podría disculparse al ser considerada como un ejemplo más del sentimiento de impotencia que atenazó a muchos españoles en los momentos más duros de la pandemia, cuando los muertos se contaban por centenares cada día. Uno de los más altos funcionarios españoles en Bruselas, Cecilio Madero, director general adjunto de Competencia y Antimonopolio en la Comisión Europea, estallaba inopinadamente en una carta publicada por «ABC» contra la gestión económica del Gobierno –«manifiestamente incompetente», decía– y señalaba como culpable a la influencia del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y su «corte de los milagros bolivariana».

Basta una frase de la misiva para darse cuenta de la desproporcionada indignación que sentía este funcionario contra Sánchez: «A veces pienso, observándole, que debe sufrir usted algún tipo de enajenación mental, lo que explicaría en parte su actuación y la catástrofe absoluta en que está sumiendo al país». Madero avisaba al presidente español de «legar una crisis económica gravísima a los ciudadanos españoles y a las generaciones futuras» y llegaba a afirmar que «si su actuación responde a un plan consciente y preestablecido, entonces su paso por La Moncloa le sitúa a usted directamente en la órbita del Derecho Penal».

Tras esta desaforada crítica vertida por un funcionario al que se le presupone independencia, las consecuencias no tardaron en manifestarse. Las autoridades europeas subrayaron que se trataba de una opinión particular de Madero que en ningún modo expresaban la posición de la Comisión y se recordó que la carta chocaba con los principios éticos del Estatuto del Personal, que obliga a expresarse con precaución, moderación y el debido sentido de la proporción, y evitar cualquier acto o comportamiento que pueda reflejar negativamente sobre su posición y la de la Comisión Europea.

«Cualquier reincidencia de la misma o similar conducta será considerada causa justa de acción disciplinaria», sentenció el portavoz Blazs Ujvari. El funcionario español creyó conveniente, llegados a este punto, pedir perdón a Sánchez en una carta enviada directamente a Moncloa: «Permítame presentarle mis más sinceras disculpas por la forma y el tono de una carta que, a título estrictamente personal y en tanto que ciudadano español, le dirigía a usted recientemente, mostrando mi preocupación por la situación que vive nuestro país». Finalmente trascendió que Madero Villarejo ya a trasladado sus superiores en la Comisión que tiene previsto jubilarse a la vuelta del verano y que, hasta entonces, se inhibirá en todos los asuntos que tengan que ver con España.

Cecilio Madero lleva trabajando en Bruselas, concretamente, desde 1987 y es director general adjunto desde 2011, un año después de que Joaquín Almunia fuera nombrado comisario europeo de la competencia. Fue entonces cuando Madero adquirió responsabilidades en el departamento encargado de las medidas antitrust para pasar en marzo del año pasado al departamento de fusiones. Debido a su formación, el núcleo de las críticas que lanzó al Gobierno, supuestamente a título personal, eran de carácter económico, lo que supone una manifiesta irregularidad al deber mantener en todos sus pronunciamientos la neutralidad que se exige a los directivos de la Comisión.

Sin embargo, el tono de las palabras de Madero no dejaba lugar a dudas: «No haga como que no va con usted: va a legar una crisis económica gravísima a los ciudadanos españoles y a las generaciones futuras». La raíz del problema es, a juicio de este funcionario de alto rango, que Sánchez «no escucha a quien sabe» de temas económicos dentro de su gabinete, prefiriendo seguir los consejos del líder de Podemos, al que dio entrada en el Gobierno, «violando sus propias promesas electorales».